La luna se tornó en
nueva
no se dignó a
saludarme,
las estrellas se
cubrieron,
por nubes para no
hablarme,
el viento rodeó el
pueblo,
por no pasar por mi
calle,
que le hice al
firmamento
que ya no quiere
mirarme.
Cuando cayeron las
hojas
del árbol de mi jardín,
se fueron por los
tejados,
para hacerme compañía
que se quedasen pedí,
ninguna quiso
escuchar
aquello que le
ofrecí.
En aquel tan largo
invierno,
ni el frío me visitó,
al llegar la
primavera
ni una flor nueva
nació,
las golondrinas no
anidan
debajo de mi balcón.
Solo, triste y
desolado,
a ver si llega el
verano
en mi casa espero yo,
todo el campo
iluminado
y en mi cuarto no
entra el sol.
Un año sin tener
sueños,
un año sin una pluma
con la que trazos
hacer,
año de mudas palabras
que plasmar en un
papel,
quiero sentir que
estoy vivo,
a escribir…. He de volver.
Y volverán con los versos, todas las estaciones a tu alma. Triste y hermoso, poeta.
ResponderEliminarPrefiero la alegría de la soledad, a la tristeza en multitud, últimamente mis versos son tristes,.. no dejaré que esto nuble mi positividad a la hora de transmitir ideas.
EliminarMuy tristes los versos , pero al final del poema emerge esa necesidad de sentirse vivo en ese deseo de volver a escribir! bello poema !!
ResponderEliminarpensamientos en voz alta.
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