Por los senderos mueven
sus alas
de plumón blanco y
sedoso,
bajo ellas, su
protegido
deshojando una
margarita
buscando resultado al
amor.
¿Me quiere? ¿No me
quiere?
una vez, tras otra
repetida
con el mismo resultado,
los pétalos son pares
y en su afán de hallar
el sí
en eso no ha reparado.
Tan ensimismado va
que no advierte del
peligro
la flor no le deja ver
la negrura que lo
espera
en el fondo del abismo.
de alfombra hicieron
las alas
y sobre ellas caminó,
al tropezar sin querer
la minuciosa cuenta perdió.
Al final consiguió el
sí.
alzó la sonriente
mirada
para dar gracias al
cielo
sin ver que bajo sus
pies
las alas blancas seguían,
llevándolo al horizonte
donde esperaba su
amada,
donde un sí fue
pronunciado
la palabra más soñada.
Bendito "SI"
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