Cuantos son; Ya ni me
acuerdo.
Pueden ser
cuarenta y uno
que me alejé de tu lado
con pretensiones altivas
sobre adoquines gastados,
dejándome los recuerdos
a la salida tirados.
Y ahora que pude
volver,
tendí mi mano en saludo
a los rincones amados.
El brazo quedó
tendido
y nada apretó mi mano,
La luz la dejé
apagar
y la sombra, me ha
olvidado.
Impresionante. Me ha encantado Carlos.
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