...... Su Majestad
Desolación en la viga carcomida
que
sujetaba las campanas
en la torre
derruida de antaño.
Montón de escombro
junto a un badajo partido,
como
alambre que aún se aferra
a la veleta del gallo.
Espuma densa se torna gris
emergiendo entre las piedras.
Dentadura asoma mohosa
con aliento putrefacto,
que en las cloacas habita
con ojos
ciegos de pupilas blancas.
Los cantos exaltados a la luna
intentan
disimular el aullido lastimero
de los perros pregonando,
anunciando el inminente duelo.
Mascaras, capuchas, capas,
pasos
descalzos, arrastrados,
portando es sus manos
mangos
sudados de hoces
con hoja oxidada, deformada,
por los guijarros partidos,
hermanastros
de mal augurio
Astillas de los huesos quebrados,
larvas en las articulaciones,
recovecos donde aún reseca
queda algo de sangre coagulada,
mientras las sombras se ocultan
en los recuerdos vacíos.
Matracas fermentadas en orujo
que ocultan entre el griterío
niños de
plumaje azabache
que graznan sin cesar.
La huella de una mano
en el barro perdura
testigo del espanto.
La forma de sus falanges
conservan el arco invertido
del final de la existencia.
Eslabones
de una cadena
cuelgan del
techo ennegrecido
portando el caldero vacío .
Ya no humean las brasas de encina,
ya no huele a cabello quemado.
Hollín que brilla en el silencio,
oscuro, portando en sus fauces
degolladas sanguijuelas.
Carlos Torrijos
C.a.r.l. (España)
Escalofriante tu poema representando atrocidades de la muerte. Estos contenidos no son mis favoritos......jajajajjajajaa. Gracias Carlos. Abrazos. AS
ResponderEliminarLa muerte tiene más de mil maneras de aparecer. No me da escalofrío tu poema. Es más me gusta.Yo como la canción... Aunque me ronde la muerte no tengo miedo morir... Gracias por compartir tocayo.
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