Queriéndome aprovechar
de la
desgracia constante,
monté un
circo a ver si así,
me crecían los
enanos.
Mi gran tontuna mostré,
esperando que
así como el dicho dice:
A todos los tontos…
Se me apareciera la virgen.
Seguí caminando solo,
a perro
flaco todo son pulgas,
poco tengo
que ofrecer,
ninguna a
mí se acercó
por mucho
que rebusqué.
Tal vez, no fuera una buena idea
pensar que
pensaba,
y hacerlo
en voz alta.
Quizás los enanos
no deseaban crecer.
Puede ser, que no sea tan tonto
O simplemente
lo sea en demasía.
Me di cuenta de que…
No soy tan perro
como para
merecer ciertas compañías.
Y aquí me encuentro.
En el circo de la vida
rodeado de
gente “pequeña”
de gran
corazón.
Rezándole a una postal
de mujer de
manto negro
brillante corona de oro.
Sentado al sol de otoño
donde aún
queda alguna mosca
que me anda
tocando el “…..”
Anochece y la luna se muestra,
cuarto menguante,
se ríe,
de mi
ingenua insensatez.
Será que
estoy medio loKo
o soy
demasiado cuerdo,
dejémoslo en
un tal vez.
Carlos Torrijos
C.a.r.l. (España)
Seo peteña. Me encanta
ResponderEliminarPara que negarlo
EliminarMe encanta el final, dejémoslo en un "tal vez".
ResponderEliminarSí, será lo mejor.
EliminarBueno es muy emotivas tus letras . Los enanos nunca van a crecer amigo por más que uno quiera ... porque no pueden !! Pero los buenos sentimientos son los que engrandecen a las personas y sus acciones son lo que hacen la diferencia!! Me gusta ese tal vez de puntos suspensivos ... Gracias por compartir tus letras . Abrazo de luz
ResponderEliminarEl mundo está lleno de gente pequeña, no de estatura, sino pequeña en cuanto a escasa humanidad y mezquindad. Hay otra gente pequeña que siendo tan bajitos, nos colman la vida de alegría, amor y bondad. A estos pequeños gigantes los ama mi corazón. Precioso tu poema Carlos....abrazos querido amigo. AS.
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