Por el oscuro suburbio
bajo la luna paseaba,
esperando apareciese
una daga plateada.
Vestido elegantemente
con bufanda blanca al cuello,
y unos zapatos brillantes
que taconean en el suelo.
Silbando una melodía
reclamando al majadero,
que ha de quitarle la vida
para robarle el dinero.
¿¿Dónde estás que no apareces
para asaltar a un señor,
que ha de pagar por su muerte
porque le falta valor.
Apareció en la penumbra
la navaja amenazante
dispuesta a causar la herida,
.-
para coger mi cartera
has de quitarme la vida.
Echó la mano al bolsillo,
y un puñado de billetes
mostró, al truhán inquieto,
sonrió con ironía,
para forzar que el destino
se dirigiera a su encuentro.
Hoja brillante de acero
se introdujo en el costado.
volvió a sonreír de nuevo
apretando bien su mano,
.-
vuelve a intentarlo otra vez,
aún no has ganado tu premio
erraste el intento hermano.
Enloquecido de furia
por la burla regalada,
clavó de nuevo el acero
rompiéndole el corazón,
a plomo cayó en la acera
expulsando a borbotones
la causa de su razón.
Ojos abiertos al cielo
esperan la buena nueva
del ángel que más amó,
a que venga a recogerlo
su amada…. La que marchó.
Pufff, impresionante, poeta. Me ha llegado al alma. Abrazo.
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