Postrado en aquella cama
sin acompañante
alguno,
aburre horas y días
y se hace eterno un
segundo.
En cordel negro azulado
bajo túnica morada
con capucha
engalanada
se aproxima hasta su
lado.
.---Vengo a buscarte
si quieres,
no tengo prisa
ninguna,
ni ganas de trabajar,
ni pretendo tu
fortuna,
…- ¿Y dónde está el ángel
blanco
o el demonio colorado?
esos que dicen
intentan
arrastrarme hacia su
lado.
.---Nunca creíste en
milongas,
¿para qué van a venir?
de ellos ninguno te
quiere
buena gana de reñir.
…-En ti tampoco creí,
y ya ves, te has
presentado,
al menos a saludarme
para estrecharme la
mano.
.--- Yo tarde o
temprano llego,
soy amigo inexcusable,
ten seguro que esta
vida
tiene un fin irremediable.
Echemos un cigarrillo
mientras piensas lo
que hacer,
te quedan cuatro
suspiros
¿y me vas hacer
volver?
…-Esto es un
aburrimiento,
pero después de
marchar,
¿qué ocupación
hallaré
a que podre dedicar,
el tiempo que mi
conciencia
tenga a bien el
aguantar?
.---Desde el sitio
que tu elijas
podrás el mundo
observar,
seguirás haciendo
versos
sobre las aguas del
mar,
componiendo melodías
con los sonidos del
viento,
y engalanaras con
flores
el negro del firmamento.
…- ¿Y quién leerá
poemas
sin tinta sobre el papel?
¿quién escuchará mis
notas
con aroma de laurel?
¿quién llorará mi
tristeza?
¿quién gozará mi alegría?
¿quién esperará
sentado
el alba del nuevo
día?
.---Nadie tal vez,
tal vez nada,
o quizás los que se fueron
sin creer en la otra
vida,
estarán allí
esperando
a las olas en la orilla,
para leer tus poemas
para escuchar el
murmullo
encantador de la
brisa.
Para soñar tus
anhelos
y devolverlos al mar,
en lágrimas y
sonrisas
para que tú las
recojas
y vuelvas a recitar,
…- Pues vas a tener razón
¿qué diantres hago yo
aquí?
mejor, me marcho contigo,
he de pedirte un
favor.
Despedirme del amigo
que aquí he de dejar
postrado,
el soportador de
vicios
que al final lo han
enfermado.
.---- Despídete que
nos vamos,
la buena nueva te
aguarda
para que desde un
balcón,
repartas bellas guirnaldas
en ese mundo de
muertos
donde falta un
trovador,
de entre todos, por azar
a ti, te he elegido
yo.
…-Es la hora de
partir,
llegó ya la despedida
compañero en el
pasado,
agradezco tu
paciencia
todo este tiempo a mi
lado.
Espero no echar de
menos
tu constante compañía,
me acostumbrare a
volar
sin poner los pies en
tierra
sin volver la vista
atrás
sin contemplar tu agonía.
Que te sea leve
amigo,
mejor que no sientas
nada
mejor… que no esté
contigo.
Imagen de la red
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