. Mujer, ahora que se ha ido,
sin esperar su
regreso,
abre tus brazos
al mundo
alza tus alas
al cielo,
que nadie te
vea llorar
ni arrastrarte
por el suelo,
que la gente halle
fuego
donde solo
existe hielo.
. Que aunque tu aliento se agote
y la pena te
consuma,
piensa que esos
tus retoños
en el brillo
de tu rostro
verán la mayor
fortuna.
. Sí, te estoy pidiendo que finjas,
que interpretes
personaje
de una obra de
teatro.
. Que hagas de ti una mentira
fuera de tu
habitación,
que hasta que
la tempestad se aleje
no muestres a
pecho abierto
tu maltrecho corazón.
. Que regales a tus hijos
una sonrisa con alma,
que tus
abrazos y besos
supongan la
luz del alba,
que la luna
siempre llena
los acompañe
en los sueños
hasta ver la
madrugada,
y con el pasar
del tiempo
su alegría contagiosa
curará la
cruel herida
y serás
recompensada.
. Unidos en fortaleza
podréis mirar
al pasado
gritando a los
cuatro vientos,
aquí, no ha pasado nada,
porque vencimos
al miedo
todos bajo el
mismo escudo,
Aliento y optimismo en vena, querido Carlos. Estimulante, vivificador, hermoso y me viene de perlas. Abrazo de tinta y Lunes, poeta.
ResponderEliminar¿Y qué decir ante tan profundos versos? Para quitarse el sombrero Carlos.
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