barandillas
cubiertas
como escoger
el camino
hacia el
infierno o el cielo,
como llegar
a las nubes
cogerlas
entre las manos
si estoy
tumbado en el suelo.
Decisión
poco pensada,
apresurada de más.
El
volar siempre fue un sueño
que quise
hacer realidad.
Se
hacían añico mis alas
a la hora de
despertar.
¿Si
ya no despertase?
Mis alas
perdurarían
en un vuelo al más allá,
podría sentir en mi piel
la sensación de flotar.
Desperté a medio camino.
la
gravedad no perdona
la
insensatez atrevida,
los
sueños jamás escritos
contra
el suelo se esparcieron.
Los que nunca escribiré.
Ahora solo he de acertar,
hacia
el cielo o el infierno.
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