Que no eches
de menos los besos,
robados
en un rincón.
Que
aquello que eliges,
no
te haga mirar atrás.
Que
quien me robó tu amor,
no
te niegue en el camino.
Que
tus canas no lloren,
soledades de carmín.
Que la
aurora te sonría,
tanto
como yo lloré.
Que un
sendero sin espinas,
te conduzca
hacia el destino.
Que en tu escalada hacia el cielo,
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