.-los cuentos, ella, me los cuenta mejor
.- ¿Quién es ella?
.-nadie
.- ah, ya sé, es un secreto
.-sí
.-pero, a papá se lo puedes contar
.-no, a papá y a mamá no
.- ¿y entonces?, ¿a quién se lo puedes decir?
.-no sé
Como es natural, los padres comentaron aquella reacción y preocupados por lo que oyeron, pidieron cita con la psicóloga del colegio; a ver si ella averiguaba algo de esa persona de la que hablaba.
.-Hola Aitor. Tengo que hacerte unas preguntas, para que pases de curso al año que viene. ¿Quieres?
.-sí
.-primero voy a ver si conoces todas las letras, ¿Esta es la letra?
.-be
.-muy bien, ahora una más difícil, ¿esta?
.-esa, la ene con rayita
.- ¿pero cómo se llama?
.-ennñe
.-ahora una más difícil, a ver si la sabes
.-esta es la i de lejos
.- ¿Cómo de lejos?
.-sí la que es guega
.- ¿guega?
.-sí, la que está casi la ultima
.- ¿y cuál es la ultima?
.-pues la zeta
.-muy bien. Oye, y he oído que tienes una amiga nueva
.- ¿una amiga nueva?
.-sí, una que te cuenta cuentos
.- ¡pero no es nueva!
.- ¿y desde cuando es tu amiga?
.-desde que vivimos en casa
.- ¿y cómo es?
.-no lo sé
.-entonces será un amigo
.-pues no, porque tiene voz de mujer
.- ¿y qué te cuenta?
.-historias de niños; y me ayuda saber y hacer cosas con las letras y los números; mira:
Puso sobre la mesa dos dedos estirados de cada mano levantando sus yemas una a una le dijo:
.-uno, dos y uno, dos. Ahora magia. Uno, dos tres, cuatro. (Levantando sus manos hacia arriba)
.-o sea, que dos y dos son cuatro
.-no, eso no, solo uno, dos, tres, cuatro
.-perdona, no te había entendido, claro, como es magia
.-claro, es magia
.-pues yo creo que has aprobado, puedes pasar de curso
Salió con él de su despacho felicitándolo y luego dio una nota a escondidas a la madre:
Aitor, tiene un amigo imaginario, que no le hace ningún trastorno, pero si no les importa, me encantaría quedar un día en su casa, para hablar allí con ustedes y observar como se comporta en su habitación.
Tras leer la nota y hablarlo, creyeron que sería lo más conveniente para despejar aquella incertidumbre.
Al día siguiente al llevar a Aitor por la mañana, la madre se pasó por su despacho para dar su aprobación y rogarle que por favor lo hiciera a poder ser cuando su marido y ella estuviesen los dos en casa. A última hora de la tarde y que no trascendiese lo de esos “supuestos amigos imaginarios” todos pensarían que su hijo estaba loco de remate.
Teresa (la psicóloga), creyó que sería un acierto, ir el sábado por la tarde, estarían los dos y tendría tiempo para observar en distintos momentos y situaciones los comportamientos y reacciones del menor.
A las cinco, teresa, llamó a la puerta del hogar de los Prado.
.-hola, Miguel, Elvira, tranquilos ya estoy aquí
.-gracias, no sabemos qué hacer
.-lo primero quitar esa cara de susto, que en esto no hay nada de malo. De hecho casi todos los críos en alguna época de su infancia tienen amigos imaginarios: un muñeco, un cuadro, cualquier cosa con la que habla pero al ser un objeto lo vemos como normal. ¿Vosotros no habéis hablado nunca con un juguete como si fuera vuestro amigo? O tal vez ya no os acordéis, pero para mí, la mejor amiga era una piedra, sí, una piedra grande y redonda. Le había pintado pelo, unos ojos, una boca sonriente; me pasaba horas contándole cosas, dudas y problemas que pasaban por mi cabeza y ella, siempre me escuchaba atenta y me comprendía. Cada tarde la envolvía en un cacho de saco y la guardaba en el mismo sitio hasta el día siguiente.
.-pero es que, habla solo con la pared y además de noche
.-lo único extraordinario es que este proceso se produzca a tan corta edad, por eso me he interesado más por este caso
.-seguro que ahora mismo, está colocado en la cama, cara a la pared, ensimismado, como si estuviese oyendo a alguien y de vez en cuando contesta, o se ríe, no sé es muy extraño
.-subir el volumen de la tele y seguir hablando con normalidad, voy a ver que hace
.-la puerta de la izquierda; seguro que está abierta
Subió las escaleras en silencio, al asomar su cara a la habitación, Aitor estaba sentado en el suelo, los brazos cruzados, piernas estiradas y la espalda, apoyada en la cama.
.-hola señorita Teresa
.- ¿pero qué haces ahí sentado?
.-nada, la estaba esperando
.- ¿a mí?
.-sí, al oírla llegar, he pensado que venía a verme
Su mirada, sus palabras, la pronunciación, no eran las de un niño de su edad.
.- ¿y tu amiga?, ¿Dónde está?
.- ¿Qué amiga?
.-esa que me dijiste el otro día que te enseñaba magia
.-esa hoy no está, pero ahora, no hagas ruido, mira con cuidado. Detrás del espejo, hay escondido un gato que me va a enseñar a ver en la oscuridad y aquí, debajo de la cama tengo a una ovejita, con su lana me va a hacer una manta para taparme por las noches
Se levantó del suelo y se tumbo en la cama.
.-espera, espera que estás diciendo
.-que me voy a dormir un poco la siesta, mis padres estarán esperando a que bajes
.-vale pero luego seguimos hablando
.-ah y todo esto es una broma, igual que lo del otro día
Cerró los ojos y se quedó dormido profundamente en unos segundos.
Teresa, bajó las escaleras tan sorprendida de lo que había sucedido, que no se atrevió a contar nada de esto a sus padres para no asustarlos más.
.- ¿qué tal?
.-bien
.- ¿te apetece un café?
.-sí gracias, con leche si puede ser
.-estamos preocupados, él está bien, pero la gente es muy cruel con los distintos
.-Aitor no es distinto, él solo tiene demasiada imaginación, algo que lo hace especial
.- ¿especial como qué?
.-no lo sé, para eso estoy aquí
.-aquí tienes el café, azúcar ya te pones la que tú quieras
.- ¿vosotros le habéis enseñado algo de hacer magia con los dedos y los números?
.- ¿magia? Como no haya sido en la guardería
.- si que me hizo el otro día algo de con los dedos y decía que era magia, pero no le di importancia
.-ya preguntaré yo en el colegio. Um, el café esta buenísimo
.-seguro que es cosa de Conchita (la monitora),
.-puede ser, anda siempre con juegos y ha aprendido las letras rápidamente
.-voy a ver si se ha despertado ya
.- Elvira, esto es entre nosotras. ¿Repasa con Aitor mucho las letras por las tardes?
.-no, a él le gusta mirarlas solo en su habitación
.-ya estoy aquí con el hombretón de la casa
.-oye, enséñame ese truco de magia
Aitor, volvió a repetir lo que había hecho en el despacho de Teresa, aunque con distintos números.
Ahora sí era de nuevo el niño que debía ser.
Teresa se arrimó a su oído para cuchichearle:
.-Ssssss. Que no se entere nadie, ¿Qué te ha pasado antes?
Puso una cara de no saber de qué le estaba hablando
.-cuando hemos estado hablando del gato y la ovejita en tu habitación
Encogió los hombros, con un gesto de no acordarse de nada
.- ¿que son esos secretos?
.-no sé
.-nada cosas de Teresa
.-mamá, ¿me haces la merienda?
.- ¿te apetece una tostada con mermelada?
.-sí
.-voy a subir un momento arriba, ahora bajo
.-yo te ayudo
.-espera que subo con tigo
.-si no le importa prefiero subir sola. Ahora lo llamo en un momento, para que suba
Entró en la habitación y miró tras el espejo, bajo la cama.
.- ¿pero qué hago? Si se que no hay nada. Suba Miguel, estoy en la habitación
.- ¿Qué pasa?
.-no lo sé, de repente me he pensado que había alguien aquí
.-tal vez, nos estamos obsesionando con algo que no tiene ninguna importancia
.-puede ser, la mente ve e imagina lo que quiere
.-ya que estamos aquí, mire este es nuestro humilde dormitorio, aún le faltan unos detalles, pero se duerme de bien
Allí la percepción de la realidad era distinta, como si al cambiar de cuarto, hubiese desaparecido aquella presión en el pecho tan incómoda.
Cuando bajaron, miró su reloj a modo de escusa.
.- ¡Alá!, pero si son ya las siete. Lo siento pero se me hace tarde, he quedado para hacer unas cosillas con mi marido
.-gracias por venir
.-Aitor, ¿me das un beso?
Este se abrazó a ella y la besó con la fuerza de una ventosa.
.-vaya beso que me has dado, esto si que vale una chuche el lunes cuando te vea, ¿me lo vas a decir para recordármelo?
.-sí
.-gracias y cuando quieras aquí tienes tu casa
.-gracias Elvira, hacía tiempo que no tomaba un café tan rico.
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