Seudónimo: Ojos de Gata
Título: Mujer de piedra
Sin voltear la cabeza destino a
ninguna parte,
cuantos
recuerdos dormidos como austero pasajero
buscando en el
horizonte la lejanía de la tarde.
Árbol trepado mil veces, adoquines duermen
pena.
Amores de
adolescencia como reducto de un sueño
enjugado por
las lágrimas, blancas que entonan poemas.
Calles tristes, envejecidas,
Sumidas en un acaso, tal vez.
Clamando están
a los cielos
en un alba que
no llega.
Cementerio rebosante
de las almas
quedaron
merced de la
soledad.
Sin los besos, sin abrazos
de labios
amamantados,
sin palabras de consuelo,
caricia en la
despedida
como epitafio
final.
Pueblo grande dormido vigilado desde el
cerro
entre el verde
de pinos por la estatua iluminada.
Cielos azules reclamando nubarrones.
Que traigan gotas de agua
versos que
vengan teñidos
por amarillo
de aliagas.
Despoblada, herida, queda mi tierra.
Privada está de ilusiones.
Espejismos diluidos
en la piel verde
de rana
ahora convertida
en sapo.
Los príncipes encantados
engullidos por
los patos.
Y al llegar a San Antón,
la niebla les
dijo adiós
como a carta
en un buzón.
Cabellos sedosos con olor a lavanda,
morquera, tomillo,
a fuente del canto.
Sobre el cutis fresco como ensalada de
berros,
collejas verdes
en garbanzada
y caza en el
morteruelo.
Sobre los hombros la sierra
con las
piedras encantadas.
Júcar que baja rugiendo
acariciando su
espalda.
Deseoso, llegar a los pies de tu muralla
susurrando en
recovecos
que dan a sus
aguas calma.
Duerme.
Duerme tranquila La siesta al sol
como lagarto en
los riscos
enamorando a
una flor.
Tus canas bajo la luna,
cepillo de
plata y hueso
el que antaño
nos peinó.
Me encanta
ResponderEliminarGraciñas....
Eliminar