En sus manos
el futuro,
en sus pies el
avanzar,
en su mirada
esperanza,
en su pecho
libertad.
En el estomago
hambre,
en las heridas
la sal,
en las
espaldas un peso,
que nadie
quiere aliviar.
Niños que lanzan
sonrisas
mirando hacia
el horizonte.
Las olas del
mar las llevan
y no
encuentran un abrazo.
Pero siguen
sonriendo,
y al viento,
siguen cantando.
El sol tras
esa montaña
les anuncia un
nuevo día.
Y cuando llega
la noche
la luna vuelve
a brillar.
La vida es una
quimera
que nadie les
ha explicado,
entre el cielo
y el infierno,
en el limbo,
se han quedado.
Ustedes entre
sus dedos,
en la palma de
sus manos,
tienen la
llave que abre
la piedra
filosofal.
Seamos quienes
otorguen,
luz a su
felicidad,
con música y
poesía
nuestro abrazo
llegará.
Niños que
lanzan sonrisas
mirando hacia
el horizonte.
Las olas del
mar las llevan
y no
encuentran un abrazo.
Pero siguen
sonriendo,
y al viento,
siguen cantando.
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