El valor de una idea
Las ocho de la mañana: La madre de Felipe, aporreaba fuerte la puerta de Celedonio aunque nadie
contestaba. Dentro
de su desesperación, pudo darse cuenta de que Felipe, tenía las llaves de la
casa de los abuelos. Tal vez estarían allí.
Al
llegar observó, que las contraventanas de la parte de arriba, donde estaban las habitaciones permanecían entreabiertas
.-abrir ahora mismo que os muelo a palos
Al momento, Celedonio le abrió la
puerta.
.-perdone, pero en mi casa hacia
tanto calor que...
.-pues eso se avisa, que casi me da un
soponcio
.-madre ya voy. Todo arreglado
.-o sea que ya tenéis la idea
.-en realidad es toda suya. Yo estoy admirado de lo inteligente que es
.-pues mientras vosotros vais a casa, yo
me paso por la tienda a comprar una caja de galletas ricas. Esto hay que celebrarlo; cerrar bien la
puerta
En aquel comercio, solo se hablaba de
lo ocurrido la noche anterior; algún
desaprensivo había entrado al huerto de Don esteban y le había destrozado los surcos
de tomateras. Todo para luego al final dejar las plantas amontonadas en una
esquina y no llevarse nada.
.-a ver delincuentes, ¿donde estuvisteis
anoche?
.-yo en casa como habíamos
quedado, hablando solo como un pasmarote hasta que llegó Felipe
.- ¿y tú?
.-dando una vuelta por las
afueras del pueblo para así pensar tranquilo
.- ¿ahora tú le llamas pensar a destrozar
el huerto de Don Esteban?
.- ¿pero qué has hecho bárbaro?
.-era necesario, no iba a hacer
la prueba en el huerto de alguien que no tiene culpa
.- ¿pero es verdad que se lo has destrozado?
.-nada solo unos surcos de tomates
.-voy hasta el aserradero, a ver
si me entero de algo, no sea que sospechen de nosotros
.-no creo, habrá sido el
envidioso de Pascual
.- ¿Pascual?
.-alguien tendría que cargar con
las culpas y a ese se las tenía guardadas
desde el día que aquel que llamó
a mi tío milloneti
.-eso no lo sabía yo, ¿qué dices que paso?
.-nada madre, que es bobo y no
tiene arreglo
.-cuenta, cuenta
Cuando Celedonio se aproximaba al
aserradero, las blasfemias vociferadas por de la boca de Don Esteban,
traspasaban los muros de la oficina, oyéndose desde el exterior.
.- ¿qué le pasa Don esteban?
.-que algún hijo de Satanás me ha
destrozado el huerto. Ha debido ser
algún mozo de los mayores, pero anoche en la plaza me he estado informando
y estaban todos allí excepto Felipe
.-pero Felipe anoche no pudo ser
.-ya lo sé. Lo primero porque anoche os estuve espiando y
allí en tu casa andabais los dos, parla que te parla y aparte las pisadas son
de unos pies grandes y de una persona de bastante peso por la profundidad de
las huellas
.- ¿y el perro no ladró?
.-ni se inmutó, eso me fastidia
aún más, que sé que tiene que ser alguien de confianza
.-yo no quiero hablar de nadie, pero el
único que es capaz de andar por aquí de noche sin que ladre el perro es
Pascual. Pero que conste que yo no
acuso a nadie y menos sin pruebas
.-no me extrañaría; según comentarios, anoche en la cantina,
estaba rabioso de envidia; claro, que solo se os ocurre a vosotros ir a comer a
cuerpo de rey allí a cuenta mía; sabiendo que aquí las noticias corren como la
pólvora
.-cualquier día a este envidioso le
voy a tener que partir los morros
.-no me han querido contar más,
pero creo que estuvo despotricando sobre
los tres. Este el día menos pensado se
va a la calle
.-tranquilo Don Esteban, que al fin y
al cavo no hay pruebas de que haya sido él
.-prefiero que me destrocen el
huerto, antes de que me pongan a caer de un burro a mis espaldas
.- me voy a ver a Felipe que me está
esperando para los últimos retoques
.-entonces ¿va la cosa bien?
.-sí, va a ser algo nuevo en la zona
.-ya me quedo más tranquilo; ya le pueden dar por saco a las tomateras y
toma otras cien pesetas para que comáis hoy también en la cantina y al que le
corroa la envidia que se joda, ojalá
reviente por dentro y le dé un patatús
Celedonio se pasó por la cantina;
.-Tomás;
dile a tu señora que prepare comida para tres
.-espera, mejor hablas tú con ella
.- hola; ¿y qué os apetece
comer hoy?
.-no sé, algo fresquito
.-de primero una ensaladilla,
de segundo unos platos de embutido casero y de postre os puedo hacer un arroz
con leche
.-me parece perfecto
.-aquí los espero a las dos
menos cuarto
Felipe
ya le había contado todo a su madre: lo
que pasó aquel día con Pascual, lo de las botas grandes, los rasillones que se
había sujetado de la cintura para pesar más, seguro que nadie podría pensar que había sido él.
.-señora Justina, Felipe, buenas
noticias
.-pasa te estábamos esperando para
desayunar
.-no haber esperado
.- ¿cómo anda la cosa por el
aserradero?
.-tenias razón, Don Esteban cree que
ha sido el pan sin sal de Pascual. Para
que le den por saco y así que lo recoma
la envidia por dentro, me ha dado cien pesetas, para que vayamos hoy de nuevo a
comer a la cantina
.-pues habrá que ir a encargar la comida
.-ya me pasé a encargarla yo a la
vuelta
.-pues a desayunar
.-por cierto ¿Artemio que dice de todo esto?
.-mi marido prefiere no saber nada para no
llevarse sorpresas
.-pues se la va a llevar
.-a tu padre no lo metáis en vuestros
follones, que yo no quiero luego líos
.-me parece a mí, que ya está
dentro
.- ¿que estáis tramando ahora?
.-nada malo, pero es una
sorpresa
.- ¿y no me podéis adelantar nada?
.-silencio, que en boca cerrada
no entran moscas
.-pues hala, hoy sin desayuno, así no
tenéis que abrir la boca
.-madre, es que depende de Don
Esteban pero confía en que puede ser una buena noticia
.-y no dude en que yo pondré todo
de mi parte para que así sea
.-venga a desayunar y al corral a rematar
la faena que esta tarde tenéis que llevar las ideas muy claras
Después de comer opíparamente, se
permitieron el lujo de echarse una ligera y reparadora siestecilla antes de
dirigirse a la oficina de Don Esteban.
.- ¿se puede?
.-ya estáis tardando en entrar
.-buenas tardes
.-vamos, sentaros
.-Don Esteban, déjeme papel y
lápiz
.-toma
.-ahora imagínese que esta hoja
es la nave grande, ya luego hablaremos de la pequeña
.-vale esta hoja es la nave, ¿y qué?
.-mejor coja usted también papel y
lápiz y vaya apuntando gastos de inversión
.- ¿ya empezamos con los gastos?
.-por favor deje de quejarse y
atienda
En la hoja dibujó cuatro cuadrados
grandes y otros más estrechos.
.-aquí hay que hacer una puerta
por donde entrarán los troncos; una
cinta los llevará hasta aquí, es una circular que trabajará a derechas; se
deslizará por unos rodillos metálicos hasta esta otra circular que dejará
preparada la parte izquierda; los siguientes rodillos deberán tener una inclinación, para que este caiga por su
propio peso a una larga cinta transportadora que lo devolverá otra vez de nuevo al principio de la nave. De allí pasará a una radial doble que
dejará preparado un cuadrado que seguirá hasta otra sierra, de tres cuchillas
que dejará los tablones preparados para que otra cinta los lleve hasta la zona
de carga
.- ¿o sea me estás hablando de coger dos
maquinas especiales aparte de varias cintas transportadoras?
.-sí; y eso es solo el principio
.-tú, estás loco
.-por favor, déjelo seguir, la
empresa y el dinero es suyo; solo usted
tomará la decisión
.-bueno sigue, tiraremos la casa por la
ventana
.-en la nave pequeña, se pondrán
las dos sierras viejas que trocearán todos los desperdicios y poder venderlos
luego como leña; con otra larga cinta todos los trozos, se irán directamente a
un montón, sin necesidad de tener dos personas cargando palos de un lado a otro
todo el rato
.-claro ¿y las maquinas van solas?
.-no, ahora voy con los
trabajadores
.-esto sí que es una buena idea
.-habla, habla, ya de puestos a oír sandeces
.-por favor, no juzgue sus
propuestas antes de tiempo
.-hay personas aquí, moviendo
maderos a lo tonto que están capacitados para trabajar en las máquinas como por
ejemplo: Pedro, Ramón, el señor Celso, Rubén y por su puesto el tío
mariano. En fin, dos personas para la nave pequeña y doce para la grande
como maquinistas
.-estás como una cabra; ¿doce sueldos para cuatro máquinas?
.-perdóneme que se lo diga Don
Esteban; pero es usted un cagaprisas
.-si encima, no podré ni hablar
.-deje al muchacho que se explique
.- ¿puedo seguir o no? Tres
turnos de siete horas; de doce de la noche a siete de la mañana, otro de siete
a dos del mediodía, de dos a cinco, se parará, tareas de mantenimiento y el
otro turno de cinco a doce. Piénselo
detenidamente, no solo podrá abastecer la demanda de la obra de la carretera,
sino que además podrá atender el resto de pedidos que reciba de sus clientes
más habituales y una vez acabada la carretera, podrá servir a toda la comarca y
provincia
Don Esteban, ya se veía al frente de una
importante empresa maderera. Él
seguía haciendo números en el cuaderno;
cuando miraba la columna de la izquierda (la de gastos) le entraban
sudores fríos, en cambio cuando su mirada se dirigía hacia las hipotéticas
ganancias, los hombros se le relajaban y una gran sonrisa se dibujaba en su
rostro.
.-solo hay un problema
.-no me jodas este momento, ¿qué
problema?
.-solo tenemos tres horas para el
mantenimiento de la nave grande
.-en cinco horas sería imposible
.-pero cada día se puede hacer el
mantenimiento de una maquina o de las cintas
.- ¿usted quiere que todo funcione a
la perfección?
.-claro
.-entonces el mantenimiento y
limpieza tiene que ser diario
.-pero eso es de locos
.-no. Se puede hacer
.-habla de una vez que estás poniéndome
del hígado
.- en la nave pequeña se
trabajará de diez de la mañana a cinco de la tarde. Los de mantenimiento
estaremos de dos a ocho. El señor
Celedonio será el jefe de servicio, yo por mi edad, seguiré como aprendiz,
mientras están trabajando alguien se
dedicará a tener limpia la nave de serrín y despojos. Habrá que contratar a un oficial de
primera para que esté con migo y un oficial de segunda que ayude al señor
Celedonio. Dos personas sobre todo de confianza y entre los cuatro podremos
tener a pleno rendimiento toda la fábrica
.- ¿y donde encontramos oficiales en
mantenimiento y además de plena confianza?
Ahora va a resultar que yo soy un hada madrina y con mi varita convierto
a dos cenutrios del pueblo en oficiales experimentados
.-no hace falta, hemos pensado en
eso, Artemio y Bernardo
.- ¿pero que saben esos de mecánica y
electricidad?
.-tienen la fuerza que a nosotros nos
falta; todo el conocimiento de cómo limpiar y mantener a punto las Maquinas ya lo ponemos Felipe y yo; son
personas de confianza, trabajadores, cumplidores y seguro que con nuestra ayuda
aprenderán rápido
.-Don Esteban, contésteme solo
con un sí o no, ¿confía en nosotros?
.-sí, claro que confió, además en general, me
parece una idea excelente; mañana mismo pido las maquinas y empezamos a pensar
en que trabajadores ponemos en cada puesto.
Entre tanto, esta noche cenamos los tres
en mi casa junto a mi mujer, y tu familia, allí entre los siete
cerraremos el coste de vuestros sueldos
.-perdone Don Esteban, pero falta
una cosa más
.- ¿Qué coño pasa ahora Celedonio?
.-anoche estuve pensando. Esta idea en realidad es solo de Felipe,
pero puede tener un pequeño defecto algo que se le ha pasado por alto
.- ¿y cuál es ese fallo?
.-cuando me mandó el año pasado a
Toledo, para ver cómo funcionaban las maquinas nuevas poco antes de comprarlas,
vi que en la parte trasera de la fábrica, tenían un gran motor de gasoil, el
motor suministraba la potencia eléctrica para toda la maquinaria. Aquí hay muchas caídas de tensión y cortes de
luz; es la manera de asegurar que las maquinas no se encuentren a cada momento
paradas por causas externas
.-tienes razón, yo ya había oído algo de
eso; además con tanta maquina el trasformador del pueblo se iría al garete cada
dos por tres; gracias Celedonio
.-bueno, pues a la hora de cenar
nos vemos
.- ¡ah!, ¿qué hoy tampoco se trabaja?
.-si señor, ahora vamos
.-mire Don Esteban, si eso ya
mañana y por favor dígale a Herminia que no haga de cena ternera tierna, que a
los pobres luego nos repite y rebuznamos por la noche
Felipe y Don Esteban se echaron a
reír; mientras el señor Celedonio los
miraba asombrado sin entender de qué iba aquel chiste
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