Amigo mío;
Esos poemas que escribías
y por la
red me mandabas.
Esos que
hablaban de amor
y de verde
engalanabas.
Esos que hicieron sentirme
la princesita
de un cuento,
sabiendo que
no era yo
la causa de
tu tormento.
Sentí hasta envidia de ella
y de ello
no me arrepiento,
pues quería
ser amada
con todo
ese sentimiento.
Me diste tranquilidad.
Me aconsejaste la espera.
Pues el amor verdadero
más tarde
que pronto llega,
con las
nieves del invierno
y no con la
primavera.
Y cuánta razón tenías.
Ahora que ya tengo canas,
me veo
llorar de alegría,
llorar con lágrimas
blancas,
de esas que
tú me decías
que te
engrandecen el alma.
Por fin te escribo estas letras
en forma de
gratitud.
Pues he encontrado al poeta
que sin
saber escribir,
me regala
con sus besos
el amor que
me mostraste.
Ese, que escribías tú.
Fdo.-
Ojos de Gata
Tierna y dulce poesía. El poeta es como el cupido; sabe hacia dónde apuntar la flecha para traspasar un corazón con sus bellos versos. Felicitaciones.
ResponderEliminarAmerica Santiago.
Personas de la red,,, esas que sin tocarse se sienten.
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