Tras las navidades, la nieve cubre los
tejados de la ciudad; algunos miembros de cáritas, salen a prestar
ayuda a los mendigos que pernoctan en los rincones de sus calles.
El hermano Marcos, está rodeado de personas
que prestan sus servicios para purgar los pecados del pasado, queriendo lavar
culpas ayudando a los que tienen menos que ellos. Un
tazón de sopa caliente y una manta, unas palabras de aliento y un hasta mañana
en el aire, con la duda si lo habrá.
Marcos desde la furgoneta mira en la
distancia los pinganillos brillantes colgando de los tejados, mientras revisa
los nombres de los censados como callejeros.
El
que al día siguiente falte estará seguramente en el depósito con una etiqueta
atada a su pie, a la espera de reunirse con sus compañeros en la fosa común.
En la iglesia de san Pedro,
bajo sus torres mudéjares, se cobijan varias mujeres; entre algunos se comenta
con desagrado el que las puertas no estén abiertas.
A un aguerrido bien vestido, se le calienta la
boca hablando de la labor de la iglesia. .- el
cura seguro que está bien calentito en su caserón.
El
resto se separan del corrillo y siguen con su labor repartiendo los tazones que
en el furgón van llenando; las mujeres
se despojan de las bufandas que cubren sus rostros para llevar a su boca algo caliente
que les entone el estómago antes de enfrentar la cruda noche.
Todas esas noches de invierno, el mismo
recorrido; no hay día que no falte alguno en la lista, por suerte esta no se va
incrementando de nuevos nombres. Siempre,
el mismo hombre reniega de Dios al pasar cerca de alguna iglesia y mira sus
puertas cerradas con desprecio. Pero esa noche lo acompaña Marcos portando en
el hombro unas cuantas mantas “por si acaso”, aunque ahora todos tienen la
suya.
.- perdona, ¿Cómo te llamas?
.- Fernando ¿por qué?
.- yo me llamo Marcos
.- me parece bien
.- veo que no eres muy amigo
de la iglesia
.- ni de la iglesia, ni de hábitos y
sotanas
.- me gustaría saber porqué
tanto resentimiento
.- pero yo no tengo ganas de hablar con
alguien que va disfrazado
.- yo a usted no lo he
insultado
.- ¡ah! que según tú, ¿eso es un
insulto? Venga mira déjalo, que hay cosas más importantes que hacer.
Marcos no se quedó a gusto con aquel final de
conversación y decidió que eso no se había acabado.
Así
que cuando llegaron a san Pedro. Mientras el resto repartían los tazones lo
apartó del grupo.
.- Fernando perdona, tienes
razón. Esas puertas deberían de estar abiertas y eso hace según tú, que estos
hábitos sean un impedimento para hablar conmigo.
.- pues eso
.- yo puedo prescindir de mi
vestimenta, pero no puedo abrir las puertas
.- ¿quiere que hablemos? Pues a mí, como
que no me apetece.
.- quédese aquí en la puerta y espéreme.
--Marcos fue hasta el furgón y tras hablar con el conductor, se refugió en
un rincón.---
Fernando
vio como el furgón se alejaba junto al resto de los voluntarios, mientras él permanecía
de pie junto a la puerta. Al
poco rato apareció Marcos cubierto por unas mantas y allí a sus pies dejó caer
su hábito.
.- bien ya me he quitado el disfraz
.- te vas a
quedar helado con este frío
.- no creas ¿te puedo tutear?
.- si claro, así
sí, de tú a tú
.- aunque no lo creas, dan más calor estas mantas que mis
desgastados hábitos
.- vístete anda,
hay un sitio que conozco y que está abierto, donde podremos tener una
conversación algo tranquila junto a una taza de café
.- está bien, espero que no sea un sitio inadecuado
.- hombre, monjes no
creo yo que se vaya a encontrar muchos
--- volvió a
vestir sus ropas y extendió esas mantas sobre los cuerpos de aquellas personas
que se apiñaban en un rincón---
A unas calles de allí una taberna con un
par de luces encendidas acogía entre sus paredes a eruditos del arte,
pensadores, bohemios y gentes de la farándula, que allí entre el condensado humo
de los cigarrillos y el olor a alcohol mantenían sus tertulias hasta el amanecer.
.- pasa, le
diremos que nos hagan una buena taza de café con un chorro de coñac, para
exorcizar esta helada que hace crujir los huesos.
.- pero aquí no hay quien respire, hay mucho humo
.- aquí lo que
hay es mucha cultura. Mira ahí hay una
mesa libre, siéntate
Solo unos
cuantos volvieron la cabeza para ver quien entraba, pero nadie le dio
importancia a sus hábitos.
-Llegó
Fernando con las tazas y se sentó-
.-
bueno y ¿cómo fue que te decidiste por esa vida de monje?
.- ¿sinceramente? Y yo que sé, en el monasterio tenía su sentido
pero ahora creo que da igual como vaya vestido
.- yo creo en las
personas, no en las sotanas, bueno creo que ya te has dado cuenta
.- pero ¿porqué reniegas y blasfemias contra Dios?
.- eso es una manera
de expresar mi descontento, sin más, tampoco es que tenga nada en contra suya
.- está claro que no eres creyente
.- estás
equivocado, yo salgo todas las noches a pasar frío porque creo en lo que estoy
haciendo, pero hace ya años que aprendí a diferenciar entre iglesia y Dios
.- no se puede generalizar al hablar de la iglesia
.- tampoco se
puede utilizar el nombre de Dios para hablar de la iglesia
.- pero de todos los compañeros eres el único que parece se le
remueve el estomago cada vez que pasamos cerca de un templo.
.- hipócritas de mierda, la mayoría solo
creen en la puta pensión que les dan como limosna y piensan que el alma se lava
solo con agachar las orejas ante el régimen. Estómagos agradecidos, ellos son
los tenían que estar en esos soportales, donde están muchos que no tendrían que
estar.
.- mucho resentimiento veo en tus palabras
.- cosas de la
guerra, vagos recuerdos de la muerte de mi padre y personas a las que reconozco
y porque tengo familia. No me merece la pena.
.- a su padre lo mataron los republicanos
.-No, murió en la
cárcel tras acabar la guerra, vendido por aquellos que se cambiaron de bando
cuando vieron que la cosa se ponía fea.
.- lo siento
.- y yo, desde
entonces cada vez que paso por delante de la puerta de una iglesia es por
obligación, ojala y se cayesen todas
.- pero las iglesias… no tienen la culpa de lo que hicieron
aquellos hombres
.-Mira Marcos, te
lo voy a contar: Mi padre era muy
creyente al tiempo que antimonárquico, e impidió varias veces, el que fuera
quemada la iglesia del pueblo cuando entraron los republicanos, sí, e incluso
una vez con el cura dentro. Pero
cuando se pidieron los informes para
liberarlo, el cura, solo dijo que rezaría por su alma.
.- bueno vamos a tomar el café que se enfría.
.-
sí, mejor tomemos el café y que tú Dios me siga dando paciencia y saliva que
tragar
-A los pocos días un voluntario faltaba a la hora de salir
hacer la ronda-
.---- ¿alguien sabe dónde está el señor pablo?
.--- ese ya no volverá, lo han encontrado
esta mañana ahogado en el río
.- Satanás lo
tenga en su seno
.- no parece que te entristezca su muerte
.- ¿señor
Pablo? Por los cojones
.- ¿lo conocías bien?
.- demasiado
bien, él fue uno de los que vendió a mi padre para seguir como alférez en el
otro bando
.- que Dios acoja su alma
.- por palabras como esas, también reniego
de tu Dios.
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