Cuando el entorno parecía estar de nuevo
tranquilo, llegó otra carta sospechosa.
Abogaduchos de don Anselmo, habían
interpuesto una querella contra él, por difamación é injurias; con resultado de
daño moral irreversible contra su cliente, por lo que solicitaban una
indemnización de veinte mil euros, con la “posibilidad” de rebajar esa cuantía,
si se retractaba ante el juez y fiscal de su declaración y le pedía disculpas
en los medios de comunicación.
.- ¿y ahora que vamos a hacer?
.-nada esperar
.- ¿pero porqué no le metiste un
tiro, cuando tuviste oportunidad?
.-caya, caya Berta, que este es capaz de
volver
.-no creas que no lo he pensado alguna vez
.-ahora ya no debes dar marcha
atrás, o el fiscal te acusará de perjurio
.-pero si era una declaración, no un juicio
.-ya y si te llaman, que te van a llamar
para el juicio, ¿qué haces?
.-vaya follón
.-llamaré a Jorge para saber que se le
ocurre; que consulte con los abogados de la empresa, que le digan si se puede
hacer algo
.-otra vez en la ruina; esto es una mierda
.-oye, Matías de eso nada, ahora no te
puedes venir abajo ¿tú sabes que decía mi abuelo?
.-pues no
.- deja, deja que corra, que a carrera
larga, la liebre siempre es del galgo
.-pero parece que no te das cuenta, que aquí
la liebre soy yo
.-o no, yo creo que no eres tú
.-Matías, no sé qué motivo tendrá tu mujer
para pensar eso, pero nunca la había visto tan segura de lo que dice; seguro
que lleva razón
.-Berta, llama a Jorge y dile que intente
venir un par de días a hablar con migo de un asunto, en caso de no ser posible,
iré yo a verlo a Francia
.-estás como una cabra
.-tú, a despachar a la tienda; por una
vez, voy hacer algo como me dé la gana
No se habían percatado de la fecha, el
cumpleaños de Berta estaba a punto de caer, faltaban menos de dos semanas, y él
venía siempre a pasarlo con ella. No hacía falta ningún viaje extraordinario.
Por fin apareció Jorge.
.-gracias a dios que has llegado, tengo
que hablar contigo
.-primero tengo de hablar yo con vosotros
mientras comemos
.-Lidia, corre, ha llegado tito Jorge
.-hola tío, ¿Qué me
has traído?
.-por el interés te quiero Andrés
.- ¿pero que me
traes?
.-una cosita, pero hasta después de comer
no la vas a ver, ¿y Bol?
.-en el balcón. Vamos abrirle la puerta
.-pero cuanto ha crecido, si ya es tan
grande como un conejo
.-ten cuidado que
ahora ya tiene dientes y muerde
.-sigues siendo igual de miedica, ¿no ves
que solo quiere jugar?
.-chicos, a poner la mesa
.- ¿Qué nos querías decir?
.-primero se come y luego se
habla; manía con fastidiar la comida
Comieron entre risas, a cuenta de las
ocurrencias de Lidia y las bromas de Jorge; una vez terminado el postre:
.-ahora, a ver. La niña, el perro y la
abuela, a jugar un poco a la habitación y a echarse la siesta un rato
.-eso te lo crees tú, Matías vete y
acuestas a Lidia
.-a tomar por saco, siempre le toca al
mismo, esta vieja mandona, es que no cambia
.-mientras esperamos, ¿porqué no hacéis un café?
.- ¿y por qué no lo haces tú,
mandón?
.-pues lo hago yo, menudo problema
.-deja que ya voy yo, que luego me toca
recoger la cocina y tú eres un poco trazas
.-habría que ver como tiene su
casa el solo
.-como los chorros del oro
.-pues aquí nunca diste palo al
agua
.-porque aquí nunca me dejaste,
según tú eso era cosa de mujeres y así he salido yo
.-eres más tonto
.-sí, sí, gracias a que en mi calle hay
muy buenos restaurantes y la nevera siempre llena de embutidos y precocinados
.-hablar un poco más bajito, que se acaba
de quedar dormida
.-bueno señoras; he hablado con los
abogados.
No tienen nada clara la situación, por
lo que han consultado con un bufete de colegas aquí en España.
La solución rápida, sería tener algún as en
la manga y que tenga que retirar dicha demanda, haciéndole saber, claro está
“extraoficialmente” que puede ser difundido su contenido
.- ¿y si no tenemos nada?
.-da igual, hay que hacer que crea
que sí que lo tenéis. Algún testigo, algún papel, alguna foto
.-de eso quería yo hablarte, este es un
cagón, pero si hay pruebas y documentos
.-entonces, ¿Qué pasa?
.-que me han amenazado con hacer daño a mi
niña y a mi esposa
.-pero esto cambia todo, ¿tenéis
mucho?
.-todo, más de lo que te puedas imaginar
.-pues me vais a dar eso a mí y yo una
copia a mis abogados. Le vamos a hacer
llegar copia de un simple papel poco comprometedor a él, advirtiéndole que esta
documentación está en manos de más personas y que en caso de que ocurra lo
mínimo todo saldrá a la luz con pelos y señales. Ese mismo documento, lo enviaré
yo desde Francia anónimamente a distintos periódicos internacionales para que
sea publicado y así vera que no es ningún farol
.- ¿y si no hace caso?
.-se irá mandando un documento diariamente
a los medios hasta que esté retirada la demanda, por lo que si sabe lo que le
interesa, lo hará al día siguiente
.-como digas
.- ¿y cómo es que tú tienes esos
documentos?
.- yo era el encargado de guardarlos en
sitio seguro cuando trabajaba para él como guardaespaldas, me obligó con amenazas
a devolvérselos hace un tiempo, pero yo los escaneé noche tras noche y los
guardé un pincho.
.-pues no sabes lo bien que hiciste.
Además voy a ser yo quien le entregue la primera prueba de cargo y la
advertencia
Todo parecía tener perspectivas de
arreglarse, sí, pero Gloria no estaba satisfecha. Esa misma tarde, se fue a dar una vuelta,
esperó pacientemente cerca de la entrada del portal de don Anselmo y cuando lo
vio entrar en el garaje, se metió en el edificio, subió las escaleras y lo
esperó en el rellano de su vivienda.
Salió del ascensor y antes de que
llegase a meter la llave en la cerradura, gloria le puso la pistola de su
marido en la nuca. Él quedo tieso como un palo.
Soy la mujer de Matías, mañana alguien irá
a habar contigo por las buenas, si alguien de mi familia recibe la más pequeña
amenaza o alguien le toca un pelo a mi niña, no iras a la cárcel; yo me
encargaré de que vayas directamente al cementerio junto con tu mujer y tus dos
hijos; entendido, tu sabes que las mujeres con esto no bromeamos, así que a
partir de ahora ya puedes protegernos bien, no sea que algún otro caco intente
robarme la cartera y el muerto seas tú; si dices una palabra de esto aunque sea
a un cura en secreto de confesión, date por enterrado junto a los tuyos.
Guardó la pistola en el bolso y
marchó. Anselmo tardó unos minutos en
recuperarse y abrir la puerta de su casa.
Por la noche, hicieron varias copias
completas a CD de lo guardado, luego buscaron algo discreto; Jorge, Berta e
incluso Gloria, alucinaban con lo allí guardado; eso era una bomba de relojería
para muchos políticos, altos cargos, empresarios, policías. Los
documentos no dejaban títere con cabeza.
Por la mañana, Jorge se dirigió a la
subdelegación.
(Con un marcado
acento francés)
.-buenos días; necesito hablar con don
Anselmo, el subdelegado
.-lo siento pero no se encuentra aquí
.- ¿y sabe a qué hora tiene previsto
llegar?
.-no creo yo que venga esta mañana,
hoy llamó a primera hora para comunicar que anulásemos todas las citas
previstas, que se encontraba indispuesto y se iba a quedar en casa
.-necesito entregarle esta carta
urgentemente
.-pero como comprenderá, ¿qué puedo
hacer yo? déjela aquí y mañana se la entregaré
.- ¿se la podría llevar a su casa? ya que
es un asunto que puede repercutir a nivel internacional
.- es que yo, no puedo proporcionarle
la dirección de su domicilio particular
.-perdón, yo me refería a que se la llevase
alguno de ustedes
.- ¿pero?
.-es de extrema importancia porque puede
afectar seriamente al proceso judicial en que está implicado
.- lo intentaré, ¿pero quién le digo
que la envía?
.-dígale que es de una persona, asignada al
caso en la embajada francesa, él entenderá en seguida quien es el remitente
Después se acercó hasta un locutorio
público, desde el que poder enviar ese mismo documento a los abogados de su
empresa en París, para que desde allí lo hicieran llegar a todos los medios de
comunicación, tanto nacionales como extranjeros. Antes de medio día, estaba expuesto en todas
las ediciones digitales de los medios escritos.
Era un simple justificante, que
aparentemente no tenía que ver nada con él, pero de vital importancia para otra
causa judicial abierta con la que aún nadie lo había relacionado hasta ese momento.
La mañana siguiente, como por arte de
magia, las demandas estaban retiradas, sin que ni siquiera los abogaduchos de
don Anselmo, supieran el motivo real de tan precipitada decisión.
Por fin llegó el día esperado y celebraron
el cumpleaños de Berta alegres y felices.
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