Este poema no es de mi autoría.
Después de
adaptarlo a mi modo de escribir. (Con
permiso expresado por el autor) Se me ha
concedido el honor de publicarlo firmado con un seudónimo para tal fin.
------ Gritos a la Luna ------
Quisiera nunca más tener que utilizar dicho
seudónimo. Esto querría decir, que ellos estarían en
posesión de la libertad para gritar sus letras.
--- Nueve Meses ----
Sentado
en el banco,
de una acera de mi ciudad,
solía verlos tras los cristales,
allí en su universidad.
Estudiando
en libros
sin la percepción,
del futuro de su nación.
¡Nicaragüenses arriba!
La joven adrenalina
con furia se despertó.
Aquellos
muchachos mudos
juntaron todas sus voces
y un solo grito sonó.
Zona hipo fuel lugar
de aclamada reunión.
Muchas
veces repetida
impregnada de ilusión.
Cerca
se encontraba el templo
que su destino aguardaba.
La
universidad como hogar
de las mentes cultivadas.
Una
chispa inesperada
que la mecha encendería,
haciendo estallar el caos
que la represión traía.
Los
jóvenes indignados
alzados en rebeldía.
En
desapariciones,
secuestros y muertes
muchos se convertirían,
por profundos perdigones
de misiles que caían
sobre ese pueblo indefenso
pero lleno de valía,
lanzados por un tirano
que la imposición traía.
Hoy
más de seiscientos presos
y víctimas incontables
de ese verdugo asesino.
Dignos
hombres y mujeres,
cuarenta años de barbarie
sin vislumbrar un destino.
¡Palabra!, no has de callar.
La
mano debes de alzar
cuando la gente pregunte
dónde está la libertad,
y haya juventud dispuesta
a encabezar esa lucha
dispuesta su vida a dar.
Nueve, número perfecto.
Seremos libres, muy cierto.
Grite
nuestra voz unida.
Cumplamos nuestros deseos.
en ello…
Nos va la vida.
Fdo.-: Gritos a la luna
Visita al infierno
Mauricio García Vega
Mauricio García Vega
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