.- ¿Se puede?
.-pasad y
sentaros
.- ¿qué pasa? ¿esas caras? y ¿los dos aquí otra vez?
.-nada,
poneos cómodos que tenemos que daros una noticia
.-no me jodas, ya
empezamos
.-no ves que se están riendo
.- ¿os la damos
o no?
.-me fio yo menos de
esas risas que de los nublaos
.-Luis, dispara
.-agárrate a
la silla ¿estás?
.-venga
.-señora,
está usted embarazada de unas seis semanas
.- ¿yo embarazada? ¿Cómo?
.-vosotros sabréis,
yo no he hecho nada
.- ¿entonces?
.-ahora mismo
unos análisis para preparar la dieta, cada quince días revisión con migo y cada
semana una sesión con Luis
Según Satur
marcaba las pautas, ella sacaba de su bolso el teléfono móvil para llamar.
.- ¿sí? ¿Quién
es?
.-mamá, que soy Ángela. Que estoy embarazada
.-¿cómo?
.-que sí, que nos lo acaban de decir
.-no te muevas,
ahora mismo coge el coche tu padre y nos vamos para allá
.-mamá tranquila, que estamos con Satur
.-dile a Satur que
como te deje mover de ahí y te pase algo va a tener que hablar con migo
.-tranquilízate, que tú enseguida alteras a toda la familia
.-bueno, que esta
tarde estamos ahí
.-vale adiós
Los tres
escuchaban atónitos la conversación.
.- ¿pero para que
llamas a tu madre?
.- ¿pero porqué no llamas tu a la tuya?
.-lo que me
faltaba, Julia tu madre, la mía y tu juntas. Yo me voy de casa
.-pues ya estás marchando
.-y eso que
era una buena noticia
.-bueno yo me voy que tengo cosas que hacer
.-gracias, muchas gracias
.-enhorabuena pareja, ahora con la enfermera a analítica y dentro de
quince días nos vemos
.-recuerda, reposo absoluto y nada de excitarse, las discusiones para
dentro de ocho meses
.-con lo que yo
la quiero
.-anda pamplinas
Cuando llegaron a
la tienda, ya se había corrido la voz, Charo, la madre, ya había llamado a
Julia para ver si ella sabía algo. Todo
el personal de los negocios vecinos junto con Julia, esperaban a la puerta para
felicitarlos. Aquello parecía un
gallinero, una algarabía donde todo eran besos, abrazos y gritos de entusiasmo
llamándola guapa.
Por fin en casa
los dos solos, sentados juntos en el sofá haciéndose a la idea, recordando
aquella noche junto al lago cuando el aire les hizo abrazarse y propició algo
más.
Entre caricias,
callados, con el sonido de su reparación como música celestial casi quedaron
dormidos.
Din, Don.
.-¿que hora es?
.-las dos y cuarto
.-esa es Julia y
la comida sin hacer
.-da igual, que nos invite ella a algún restaurante
.-voy, ya voy
.- ¿donde está
esa guapa? y bla, bla, bla,
.-para un poco
maja
.-hemos pensado, que hoy nos invitas tú a comer
.-vale, y a
partir de mañana abro yo todos los días, voy a mirar para contratar a alguna
chica y tú en casa como una reina
.-bueno tranquila que estoy embarazada no paralitica
.-perdona pero
tiene razón, reposo absoluto
.-entre Julia, mi madre y tú, al final la que se va de casa soy
yo
.-te has olvidado
de la mía
.- ¿va a
venir Amparo?
.-fijo, aquí no va a faltar ni el gato del vecino
.-yo creo que lo
mejor que podemos hacer, es irnos a comer, que luego yo me tengo que ir a la
fabrica y tu a la tienda
.-aprovecha
esta tarde, que mañana te quito las llaves
Cuando acabaron
de comer, El se tuvo que ir directo al trabajo.
Ella y Julia, dando un corto paseo hasta la zapatería.
A la noche, al
llegar a casa todo estaba organizado, todos tenían voz y voto. Víctor, el padre de ella y él se acostarían
en la habitación de invitados. Su hermana Carolina, dormiría en el sofá. A
Enrique, su hermano, le había tocado pernoctar en la caravana. Así que ella y su madre, estarían en la cama
de matrimonio para cascar hasta cansarse. Como si no les quedase tiempo. En fin, cosas
de ellas.
Por la mañana,
Víctor y Enrique, volverían al pueblo para atender el bar. Carolina junto con Julia se encargaría de la tienda de zapatos y Charo haría de reinona de la casa al lado de
su princesa. A Héctor por su parte, más le valía buscarse algún hobby, algo que
hacer para no estorbar en ese mundo de mujeres.
Después de media
mañana todo parecía estar tranquilo cuando:
din,
don,
.- ¿quién será
ahora?
din, don,
.-que ya voy
.-no te da
vergüenza, me he tenido que enterar gracias a que me ha llamado Julia
.-mamá, pero si
nos enteramos ayer
.-Amparo, que bien que estas aquí. Mi madre acaba de bajar
al súper y ahora sube
.-hay mi
Angelines, que al final me va a hacer abuela
.- ¿qué tal Ernesto?
.-atendiendo
el ganado, yo me he venido en autobús y luego viene el por la tarde
Con las manos en
la cabeza pasillo adelante Héctor iba resoplando: que no se quede, que no se
quede.
Las dos suegras
juntas, cada una a cada cual más carácter, eso podía ser la batalla de Lepanto,
y él, en medio del fuego cruzado. Mejor ni imaginárselo.
.-cariño, bajo al
garaje para hacer la cama de la caravana
.-vale, cuando lleguen mi hermana y Julia, te aviso para que
subas a comer
.-me das un toque,
bajo el móvil. –por fin, un rato solo
fuera de esa leonera. Gracias a que hasta dentro de un mes no vuelvo de turno
de noche. ¿Quién será capaz de dormir aquí por la mañana? y lo peor ¿quién las
aguantará toda la tarde despierto? –y,
¿si apago el móvil y me quedo tumbado en el garaje aunque sea sin comer hasta
que sea la hora de irme a currar?
–bueno tendré que comer con las fieras para intentar controlar que no
rompan los barrotes de ninguna jaula, aunque no las tengo todas con migo.
La comida pasó sin
incidentes que reseñar, excepto alguna que otra puntada, cosa normal entre
suegras.
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