La una y media
de la madrugada. Héctor regresaba del
trabajo. Abría la puerta de su domicilio con todo cuidado
para no hacer ruido. El comedor estaba
desierto. En la habitación de invitados,
solo una cama ocupada por Charo. –ya ves, ayer le tocó a su madre y hoy a su
hermana, mañana lo mismo le toca dormir con ella a Julia. Podía hacer varias cosas: ¿Acostarse en la cama de al lado de su
suegra? como que no. ¿Bajarse a la caravana y estar tranquilo hasta el medio
día? provocaría un mal rollo innecesario. Habría que quedarse con la tercera
opción. Coger con sigilo el edredón de la cama no ocupada y al sofá.
Dejó la ropa
doblada sobre el respaldo y se enrolló cabeza y todo para que la claridad de la
mañana no le molestase.
El reloj digital
del equipo de música mostraba las tres y diecisiete. Una mano con suavidad destapaba su rostro y
unos labios después de besar los suyos le susurraban en el oído: pero que haces
aquí tontorrón.
.- ¿qué haces
despierta?
.- he ido a abrazarte y allí en tu lado no había nadie
.- ¿y tu hermana?
.- vamos a la cama.
Carolina se queda a dormir con Julia, así le hace compañía y se levantan
juntas para ir a la tienda
.- ¿qué tal mi
padre?
.-Ernesto, como siempre. Haciéndose el duro pero cuando me
ha abrazado no podía disimular los pucheros.
.- ¿se habrán
quedado a cenar?
.-que va, ya sabes que es un caga prisas, enseguida le ha
dado la bobada y ha empezado a
protestar, que si a él no le gusta conducir de noche, que si tenía que madrugar
mañana, ya sabes como es.
.-que a gusto,
por fin en nuestra cama
.-abrázame que me he quedado helada
.- ¿como está esa
barriguita mía?
.-un poco más gordita que ayer
.-pero que guapa
estás, te quiero tanto
.-y que se te ocurra no quererme
.-hasta mañana
cariño
.-duerme mi chiquitín
La nueva vida
seguía creciendo con normalidad. La
imagen de la primera ecografía se utilizaba luminosa como salvapantallas en el
ordenador. Todo el tiempo del mundo
estaba dedicado al cuidado exhaustivo de aquel pequeño ser y de la persona que
lo portaba en su vientre.
Una noche del
quinto mes de gestación, Ángela notó como alguien le acariciaba con mucho mimo
alrededor del ombligo. Abrió lentamente
las pestañas y allí estaba ella, Clara, arrodillada junto a la cama. Hablándole
bajito a su pequeño bebé.
.-hola Ángela, soy
yo
.- ¿qué haces aquí?
.-disfrutando un
momento de vuestra felicidad
.-que guapa eres
.- no estés
nerviosa, todo va a salir bien
.-algo me dice que sí.
Habíamos pensado en llamarla como tú
.-me encantaría y
que no se os olvide ir a enseñarle la niña a mis padres
.-por supuesto, a tus padres y a ti
.-claro,
claro. Bueno me tengo que ir
.- ¿no me vas a dar un beso?
.- sí que te lo
doy, voy a darle otro a Héctor antes de marchar
.- adiós. –pareció difuminarse su silueta a través de la persiana entreabierta del balcón.
Él, abrió los
ojos entre sueños.
.- ¿qué pasa?
.-ssss. No pasa nada, ha sido Clara
.- ¿Clara? ¿Qué
dices? –parpadeando y agitando la cabeza para despertar
.-despierta que te cuento
.-ya, ya estoy
despierto ¿qué ha pasado ahora?
.-me he despertado y Clara estaba acariciándome la tripita.
Hemos hablado un rato, me ha dicho que todo va a salir bien. Antes de irse se
ha acercado a tu lado de la cama para darte un beso y el roce de sus labios te
ha despertado
.-que pena no haber despertado antes
.-le he dicho que a la niña le pondríamos su nombre y me ha
dicho que no se nos olvide ir a enseñársela a sus padres
.-tienes razón, antes de irse a casa aquella
noche, el padre me pidió que por favor volviéramos por las mismas fechas otra
vez, que estaría esperando
.-esa es la prueba de que es verdad, no estamos locos
.-pues claro
que no estamos locos. Ahora a dormir
La sensación de
tranquilidad que había dejado la presencia de Clara en esa habitación era
inmensa. Ahora ella estaba segura de que todo iba a salir perfectamente y la
nueva Clara los iba a hacer muy felices.
Cada fin de semana
se juntaba toda la familia, la hora de comer del domingo era un tira y afloja
continuo.
.-pues deberíamos
bautizarla en el pueblo
.- se va a
llamar Claudia como mi abuela
.-no se os
ocurra comprarle todo rosa
.-mejor ponerle Julia como yo
Cada vez que
alguien sugería algo las miradas se cruzaban desafiantes. Ya se habían
acostumbrado a aquella situación, de vez en cuando con cualquier pretexto, se
levantaban de la mesa e iban a la cocina. Allí se abrazaban y se reían bajito.
–dijeran lo que dijeran, ellos harían lo que les viniese en gana. Solo intervenían para mediar cuando estaba a
punto de llegar la sangre al rio. Ella pronunciaba la frase mágica: ay, se está
moviendo. Todos se levantaban de sus sillas y se acercaban con celeridad a ver
si notaban algo y la conversación anterior se olvidaba por completo. Un ratito de tranquilidad y otra vez, vuelta
la borrica al trigo.
Llegó el momento
de la última revisión, faltaba solo una semana para la fecha fijada.
.-Ángela,
habéis superado lo peor, ahora no podemos correr riesgos innecesarios. Luis y yo hemos estado viendo posibilidades y
creemos que deberías de ingresar esta misma tarde y así tenerte controlada en
todo momento.
.-pero si todo va a salir bien
.-si ya lo
sabemos que va a salir bien, pero que te cuesta evitar cualquier eventualidad
no deseada
.-mira que sois cagones, si estoy mejor que nunca
.-cariño, tienen
razón. Que es una semana si nos queda toda una vida por delante
.-esta niña
ya es algo personal, solo por la guerra que nos has dado. Nos lo debes
.-me vais a hacer sentirme culpable de no haber tenido un
bebé antes
.-no, no, yo
no he dicho eso
.-no intentes arreglarlo ahora. Vale me quedo
.-pues esta
tarde ingresas
.-por favor,
decirle a la familia que en la habitación, hasta el parto, excepto su marido
solo se puede permanecer de cinco a
siete de la tarde, para no estresar a la niña. Que confíen en ustedes es algo
muy importante
.-que cabrón. Perdón, se me ha escapado
.-tampoco
seré yo quien te discuta lo dicho, pero entiendo perfectamente a Héctor
.-ja,
ja, que así sea. Yo me encargo de hablar con ellos
.-gracias, pero
llévate el látigo o mejor una flauta que la música amansa a las fieras
.-a que al final cobras y le digo a mi madre que se quede
ella
.-no le digas
nada, prefiero cobrar
.-si se lo digo ibas a cobrar si o si
.-vamos a lo que
íbamos, esta tarde estamos aquí
.-hasta la
tarde pareja
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