.- ¿Diga?
.-cariño, la he
encontrado
.- ¿encontrado? ¿a quién?
.-a Clara
.- ¿Dónde?
.-revisando las
fotos de la acampada en el ordenador
.- ¿pero…? si no
estaba en ninguna
.-está reflejada
tímidamente en un cristal, como si se estuviese asomando por la ventana de
aquella caravana abandonada
.-hazme el favor de lavarte marrano, a ver si va a ser una
legaña
.-coño cariño, que
la estoy viendo
.-anda bobo que es una broma, cuando llegue intentamos
ampliarla para verla mejor
.-ya lo estoy
intentando, pero no se puede
.-bueno, a la hora de comer nos vemos
.-hasta luego, no
tardes
.-que no, chao
Al llegar a
casa, se dirigió directamente al ordenador.
.-Héctor, ¿donde está Clara?
.-en la carpeta
LAGO, la fotografía número veintiséis
.-yo no veo nada
.-espera que voy
.-yo solo veo una caravana entre matojos
.-aquí, estaba en
este cristal
.-estás seguro
.-claro, yo la he
visto
.-pues me alegro por tí
.-de verdad
.-que si, por lo menos la has visto, yo te creo
.-no sé, habrá
sido mi imaginación, pero he estado por lo menos media hora intentando que se
viese más nítida
.-da igual, lo importante es que estaba ahí y la has podido
ver
.-no lo entiendo
.-no pasa nada, a mí también me pasa. Quien hambre tiene con
pan sueña
.-será eso, vamos
la comida está en la mesa
Después de
varias noches de si pero no sin decir nada claro, ella por fin, se vio obligada
a tomar la iniciativa de la conversación.
.-Héctor ya está bien de rodeos, los dos queremos lo mismo
.-si pero...
.-no hay peros, ¿quieres que volvamos a intentarlo?
.-por un lado me
encantaría, pero me da miedo volver a verte pasándolo tan mal como las otras
veces
.-mañana mismo llamo a Satur, vamos, hablamos con él y a ver
que nos dice
.- ¿quieres que
lo llame yo?
.-no, déjame que lo medite durante la mañana
.-tampoco tiene
que ser mañana
.-ahora a dormir, abrázame mi osito de peluche
.-hasta mañana,
te quiero pequeñaja
.-y yo a ti
Tras su llamada,
recibió contestación inmediata. La enfermera de Ginecología les encontró un
hueco libre a los dos días y concertaron la cita.
En el despacho
del ginecólogo privado en la clínica de inseminación:
.- ¿como viene
esta pareja?
.- hola Satur, aquí estamos
.- me he tomado
la libertad de invitar a esta consulta a Luis, el psicólogo del centro
.-si, ya lo
conocemos
.-entonces
estamos en familia
.-Ángela, Héctor, ¿cómo os encontráis de
ánimo?
.-bien
.-yo no
es que quiera desanimaros, pero sabéis lo duro que puede llegar a ser. Por tus antecedentes, piensa que tendrás que
estar mucho tiempo en reposo absoluto, las dos veces que conseguisteis que los
embriones se fijasen, se desprendieron a los tres meses. Las pautas de alimentación que marque nuestro nutricionista, deberán
seguirse al pie de la letra, para no coger un peso excesivo durante el embarazo
y que más os voy a contar que no sepáis
.-Luis, como
psicólogo ¿qué tal la opción de adoptar?
.-no. Lo intentamos
de nuevo y si no sale bien pues nada ya veremos
.-yo soy de la
opinión de Luís y Héctor, pero viendo tu fuerza quién dijo miedo, a la tercera
va la vencida
.-eso digo yo
.-pues ya
sabes, un botecito con la orina en
ayunas y a la semana que viene, pasáis por aquí, rellenamos todos los
formularios, autorizaciones y al lio
.-esperamos tu
llamada
.-lo primero,
mañana mismo aquí la muestra de orina
.-adiós, mañana se lo traigo a la enfermera
.-lo dicho
.-ánimo, nos
vemos
.-para
cualquier cosa sabéis donde estoy
La ilusión y la
incertidumbre se mezclaban en la cabeza de Héctor. Ángela respiraba tranquila, satisfecha de su
decisión sin ilusionarse demasiado, pero sin ningún miedo a lo que les deparase
el futuro.
De regreso a casa
pasaron por la zapatería. Se había
quedado Julia a cargo del negocio, al entrar allí estaba disfrutando como una
niña probándole unos mocasines a un pequeñajo que no levantaba un palmo del
suelo.
.- ¿qué os han
dicho?
.-nada, que volvemos a intentarlo
.-ya verás
como de esta vez todo sale bien, tenemos que ir a rezarle a santa Aguda
.-ya sabes que
nosotros esas cosas
.-no os preocupéis,
para eso está aquí la tita Julia
.-bueno a casa que ya me quedo yo
.-de eso nada,
los dos a casa, luego paso y comemos juntos
.-es que te
apuntas a todas
.-anda tonto,
que hoy friegas tú
.-encima
.-vamos que al final va a ser lo que ella diga
.-como siempre
.-run, run,
deja de refunfuñar y piensa en que preparar de comida
.-te esperamos
.-fuera,
fuera de aquí
Mientras Héctor
adobaba unas pechugas para hacerlas empanadas, ella se sentó de nuevo frente al
ordenador, miraba la fotografía insistentemente, pero no lograba ver a
Clara. De pronto sintió como si alguien
le pusiese la mano sobre el hombro, junto a la caravana una silueta parecía
moverse lentamente, era ella, se dejó ver unos segundos antes de desaparecer
entre los arbustos.
.-Héctor, la he visto
.- ¿qué pasa?
.-que estaba ahí, entre los arbustos
.- ¿quién?
.-coño Clara, quien va a estar si no
.-tranquila, no
sabía de que estabas hablando
.-perdona, es que estaba ahí, la he visto como andaba junto
a la caravana
.-vamos ayúdame
en la cocina
.-ya voy
.-ven cariño
abrázame, si estás temblando
.-hay que ilusión me ha hecho verla
.-tranquila, que
me pones nervioso a mi
.-esa foto será nuestro secreto, ¿vale?
.-será mejor así,
si no queremos que nos tomen por locos
La semana
siguiente, otra vuelta más de tuerca daría un nuevo giro en sus vidas tras la
puerta del despacho de Satur.
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