Viejita
que triste esperas
tras el cristal del balcón.
Cabellos
Blanco azulado,
con
la mirada cansada,
deseando
vernos volver
de
aquellas tierras lejanas.
A
las que alzamos el vuelo
para
buscar un mañana.
Viejita
llena de amor
con
las manos descarnadas,
de
tanto coger en ellas
las
fotos para mirarlas.
Viejita
que en tu silencio
por
no levantar la voz,
te
quedas medio dormida
soñando
con una flor.
Y
nos sueñas a tu lado
como
si todos los años
jamás
hubieran pasado.
Viejita
que tanto diste
sin
pedir siquiera nada.
Y
no supe ni pagarte
la
lagrima derramada,
cuando
me viste alejarme
partiendo
de madrugada.
Ahora
desde la distancia
solo
pedirte perdón.
Mi
juventud no sabía
entender
a un corazón
que
daba todo por nada.
Tan
solo quería volar.
Sin
pensar que provocaba
las
lagrimas en tu almohada.
Orgulloso
que al pasar,
nadie
recuerde mi nombre.
Siempre
te llamé, mamá.
Hoy
te llamaré viejita.
Para
todos siempre fui…
…
EL HIJO DE LA JUANITA.
Para
mi MADRE, en su 91 cumpleaños.
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