El día llegó a su fin,
y los ojos se cerraron.
En una plancha de acero
cubierto con blanco manto
esperando está a su amada.
La que soñó tantas veces
que lo vendría a buscar.
Su sueño, era realidad.
Y convertido en un ángel,
sintió su cuerpo volar.
Y en su vuelo placentero
volvió su cuello hacia atrás
para hallar una respuesta.
Solo una duda albergaba.
Serían blancas, serían negras.
Qué color, tendrían sus alas.
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