Qué pena el haber crecido
como el ajo pobre
y ruin,
que no se sembró
en noviembre
el día de san Martín.
Educado para ser
por siempre
buena persona,
el
coloquialmente tonto
que trabaja y
se desloma.
Poco hábil en la vida
amigo de su
conciencia,
estúpido por
defecto
salvando las
apariencias.
Seguro no ha de faltar
un cacho de
pan reciente
a quien se
encuentre a su lado,
seguro que
cuando ocurra,
cuando él
necesite algo
todos lo
habrán olvidado.
Nacido de gente llana,
educado para
pobre,
siempre al
lado de quien sufre
sabiéndose un
alma noble.
Para que intentar hacer
eso que nunca
supiste,
para que
intentar cambiar
si no has de
recuperar
aquello que ya
perdiste.
La vida es un acomodo,
bueno a
conformarse toca,
nadie ha
tenido la culpa
de que entre
tanta lumbrera
hayas nacido
tú idiota.
Tan triste y tierno el personaje que conmueve. Me gustó mucho, poeta.
ResponderEliminarsiempre hablo de todos... hoy me tocó a mi.
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