Un berrido sonó en la noche.
Contra un
burladero de nubes
envistió la
luna.
Los cuernos en
su derrote,
arremetieron,
hacia la copa
del árbol
haciendo cimbrear
sus ramas.
El fruto maduro cayó,
precipitándose contra un suelo
almohadillado
por hierbajos.
Se acercó lentamente,
con miedo, Cauto,
entre la
oscuridad…
Después de comer
y saborear la
carnosa pulpa,
se alejo mirando
al universo
con un gesto agradecido,
antes de
retirarse a descansar.
Pufff!!!
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