Se
escandaliza la abuela
cuando
abrazan a su nieta,
la
madre mira a reojo
si
el novio llega a la puerta,
sin
pensar que un azadón
antaño
cavo su huerta.
El abuelo, que machote
el
padre le ofrece vino
altas
horas de la noche
y
el niño con sus amigos.
Al cuñado porque friega
le
llaman el modosito
a
mujer con pantalones
machorra,
lo más bonito,
a
su sobrino sarasa
y
a su novia, la morritos.
Retrógrados insensatos
anclados
en el pasado,
la
hija se irá de casa
y
el hijo os vendrá preñado,
la
lengua habréis de meter
por
donde amarga el pepino
y
la cabeza esconder
en los más hondo del nido.
Imagen de la red
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