De dormido,
ya sin miedo,
de poder oír su voz,
lloviendo
azúcar de caña,
con aroma de
café,
pude oír un
lindo son.
Su letra venía de lejos
del otro lado
del mar,
hablaba de
tempestades
en las playas
de coral.
Las cuerdas de una guitarra
destempladas por
el tiempo,
ahogan el suave
sonido
de una
garganta en lamento.
No dice ni amor, ni patria,
no habla de
nada en concreto,
tan solo
quiere cantar
lanzando al
aire un boceto,
su voz,
prefiere llorar
a un recuerdo
analfabeto.
Wowww!! Motivos a granel para que me encante, poetazo.
ResponderEliminarDe dormido siempre llueve.. Bssss
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