Se acercará la
paloma
para comer de
mi mano
en esa palma
vacía,
donde unas
migas de pan
esperan la
recompensa
de caricias y
alegrías.
Los nudillos
quebradizos
impedirán mi
deseo
de plasmar los
pensamientos
en cortos y
bellos versos.
Las pupilas de
los ojos
con la lucidez
perdida
mirarán al
horizonte
viendo sus últimos
días.
Dará su final
latido
el corazón somnoliento
antes de decir
adiós
gastando el
último aliento.
Recuerda que
en este mundo.
Tú, habitaste
en mi alma
y me ayudaste
a vivir.
Ahora que
llega la hora…
… No he de
renegar de ti.
Tristemente hermoso, o hermosamente triste, pero hermoso.
ResponderEliminarNo, no es triste pero...
EliminarGracias por lo de Hermoso. aunque pasen los años creo yo que algo me queda,,, ja, ja, ja,