Bailando un bolero con el diablo,
abracé con
fuerza su cintura,
y su boca me
brindó tanta dulzura,
que la sangre
hizo reventar mis labios.
Uñas largas y afiladas
que mi cuerpo recorrían
y en la
espalda se clavaban
haciendo llorar
heridas.
Cicatrices en el pecho
suturas de
hierro y fuego
para ocultar
el vacío,
del amor que
ha marchitado
del corazón
que se ha ido.
Las entrañas tengo a saldo
quién me las
quiere comprar,
cuánto pagan
por mis besos
cuánto por mi
voluntad.
Barata tengo la vida
y les regalo
la muerte.
Les permito usar mi alma,
prestada dejo
mi suerte.
No lo piensen demasiado.
No juzguen
por mi apariencia.
La ganga es
solo un momento,
antes de que
me arrepienta.
Ojos de Gata
Demasiado salvaje bailar un bolero así jajajjajaja...Hermosa tu poesía querido amigo, aunque yo opto por un bolero tradicional, sin que nadie salga maltrecho jajajja. Un beso Carlos. America Santiago.
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