Dentro de su
cuerpo están – tatuadas añoranzas.
Rememoran la
vivencia de un recuerdo que está herido.
Amor que con
sus semillas quedó entre rejas cautivo,
resultado inesperado
de noches, camas y danzas.
Asumiendo los
errores del fruto de sus andanzas,
percibe con
ilusión – la sensación de un latido.
Consciente de
ser producto de las cosas que ha vivido,
sabiendo que
el horizonte, es futuro de esperanza.
La vida llama
a su puerta para a la luz asomarse.
Los pétalos de
una flor – inundan el firmamento,
Y el día le
abre sus brazos para dar la bienvenida.
Brotan aguas
de las fuentes para del valle adueñarse.
Se despojan de
preguntas las dudas de ese momento,
y un grito
rompe la cerda, que la mantenía cautiva.
Imagen de la red..
No hay comentarios:
Publicar un comentario