Tenía pensado escribir sobre algo de lo cual ya me había hecho un boceto
en la cabeza, pero se me fue la especie.
Por qué será que no me acostumbro a anotar las cosas.
A veces tendría que echar mano de la grabadora, pues las ideas me surgen
involuntariamente y se hilvanan entre si las frases, como nunca soy capaz de
enlazarlas cuando llego a casa.
Cuantos relatos cortos y poemas he “creado” en el coche, en esos veinte
minutos de viaje camino a casa, en los que has surgido las palabras perfectas
para la definición minuciosa de lo que quería expresar y luego sí, el concepto tal
vez ha resultado parecido, pero sin la esencia que yo quería trasmitir, al
menos para mí.
No es que no me importe lo que perciban mis lectores, los cuales a veces
me sorprenden y gracias a ellos me doy cuenta de que no he sabido explicarme o
soy demasiado enrevesado y que en realidad solo escribo para entenderme yo, con
la única idea egoísta de que al pasar el tiempo y releer ese texto, me sirva
como recordatorio de un hecho o sentimiento a modo de diario bajo la llave de
mi cerrojo personal e intransferible.
Por qué será que en esos textos
donde voy de la mano de la muerte, en los que los demás ven la tristeza yo veo
un punto de esperanza vestida de blanco y sin embargo en las palabras de amor
que para ellos son flores con pétalos de colores, están reflejados todos los
desafortunadas consecuencias de unos pasos sobre guijarros puestos en el
camino.
Por eso tal vez puse a mi blog, Ironías de la vida. Aunque… ¿es una irónica
el expresar metafóricamente algo? La verdad no lo sé. Y no sé si lo bueno o lo
malo de esto, es que tampoco me importa.
Y alguno de vosotros, pensará ¿y esto a que viene? Pues la verdad es que
tampoco lo sé. Simplemente me puse a escribir. A pensar en voz alta como tantas
veces hago y luego, lo publico, así sin corregir, como salió, sabiendo que
dentro de un tiempo tendré un recuerdo de este momento y entonces veré faltas
de ortografía, frases incoherentes, tantas cosas que me harán reírme de mi
mismo y entonces, solo entonces me daré cuenta de por qué lo escribí.
Perdonen si les he hecho perder su tiempo. Al año que viene lo volveré a
compartir y si hay algo de relevante interés, prometo adjuntarlo como
explicación. Bueno o tal vez no.
Me encantas.
ResponderEliminarEres grande Maestro. No es una perdida de tiempo leer tus esceitos. Al contrario siempre te enseñan algo.
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