Y nace un nuevo capullo
una flor que se adivina,
crisálida que se rompe
abriendo alas de
colores
a los rayos de la vida.
Alarido de dolor en el último empujón,
la llegada a un nuevo
mundo
que abraza con ironía,
un llanto desgarrador
Que nos colma de alegría.
Cigüeñas vuelven al nido
de la torre de mi
pueblo,
pico desde el interior
abren ventanas al huevo,
tras él una nueva vida
que levantará su vuelo.
Venturas de primavera
que despiertan con la aurora,
rayos de sol en un alba
que resulta seductora,
hasta que la noche
llegue
disfrutemos de la luz
que del horizonte aflora.
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