Sus ojos quedaron mudos
ante aquel extraño rostro
tras tanto tiempo de
ausencia,
se quebró la tenue voz,
en un simple compromiso
de indiferente presencia.
Los buenos y malos ratos
quedaron en un rincón,
que algún pesado insensato
intenta recuperar
para dar conversación.
La opacidad del recuerdo
se hace difusa en el
viento,
cuando la mente
escudriña
en la laguna del tiempo.
¿Dónde fueron las estrellas
que te tenían por
dueño,
¿Dónde se quedó la luna
testigo de nuestros
sueños,
¿Dónde estás esos senderos
de tan largo recorrido,
que el horizonte alcanzaron
cuando era tan solo un
niño,
maldita sea la
distancia
que los dejó en el
olvido.
La espera se hizo tan larga,
que a la ausencia de
polluelos
se acostumbró vuestro
nido,
volaron a otros
destinos
y se les perdió de
vista
por escarpados caminos.
Cabalgando en un suspiro
con estelas de ceniza
intento ver, la mi
tierra,
donde quedé mis raíces
donde es difícil volver
por más que volver yo
quiera.
Nostalgia en vena, poeta. Las raices, los afectos más profundos, la tierra, siempre estará presentes en quién sea capaz de describirlos de tan bella forma. Es genial!!
ResponderEliminarMuchas gracias... compañera de sentimientos.
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