Samuel se puso a colocar todo lo que estaba
tirado por la bodega. El resto del
Bahamas estaba cuidado, limpio y ordenado, pero aquello parecía la cueva de
Alí-Babá. A cada cosa que encontraba, más se sorprendía. Valientes traficantes de cualquier mercancía
ilegal.
Cada vez que volcaba una caja, pero examinar
lo que había en su interior, retumbaba como si de una bomba se tratase y él,
más fuerte cantaba para mitigar el gran estruendo en sus oídos.
-la curiosidad hizo que Tayyeb
se asomase a la escalera haber que andaba haciendo-
.- musaso loco ¿qué hacer ahí?
.- ﴾﴾﴾ - Se queres a boa moza
non vaias por ela á feira,
vaina buscar á súa casa
o día da sementeira-﴿
non vaias por ela á feira,
vaina buscar á súa casa
o día da sementeira-﴿
.- eh, musaso, ¿no oyes?
.- baja Tayyeb y échame
una mano
.- no, no. Mejor ruido de motores que
oírte cantar
Faltaban pocas jornadas para llegar al
punto donde deberían recoger la nueva carga.
Cuando abriesen las recién engasadas trampillas del techo, aquello iba a
estar irreconocible.
Pintó un gran cuadro en el suelo. En su
interior varias cajas boca abajo (como
si fueran mesas) donde tenía colocados
los utensilios para reparar la red. –
Zona prohibida – que a nadie se le ocurrirá ni pisar en ella.
Ninguno de los compañeros hacía alusión a lo que estaba haciendo. La
mayoría sabían sus intenciones y se sentían orgullosos de la iniciativa.
Después de la cena, Samuel en soledad
miraba el mar. Aburrido, haciendo nada por hacer algo.
.- resucitado ¿hace una partida?
.- yo no entiendo de
naipes
.- a esto se aprende fácil
.- ¿Cuál es la apuesta?
.- garbanzos
.- ¿y algo más?
.- vale, si pierdes no pasa nada, por ser
la primera vez, pero si ganas, nos mandas hacer algo en la bodega.
-Weza puso sus grandes manos sobre la mesa –
.- NO, aquí nadie manda nada, si queréis
ayudar, en vuestra mano está
.- tienes razón, perdona
ha sido culpa mía. Venga vamos a echar unas partidas y así pasamos un rato.
Esperar un momento -Samuel bajo a la
bodega y volvió con una caja pequeña-.
.- mirar lo que encontré
ayer, un dominó totalmente nuevo ¿os apetece?
.- buena idea
.- ¿Quién apunta?
.- tú mismo
Pusieron sobre la mesa unas botellas para
engrasar la garganta y dieron vueltas a las fichas. Estaba en juego la honrilla moral. Nadie
se sienta para perder, aunque nada material se juegue.
(Quién ganó, no merece la pena reseñarlo.
Pasaron un buen rato y luego se fueron a dormir).
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