Cuando se disponía a llevar a cabo su plan,
una mano se posó en su hombro apretado por unos fuertes dedos.
.- musaso yo decir bajar abajo y tu
insistir en estar bajo estrellas
.- déjame Teyyeb, yo sé
lo que hago
.- yo también saber lo que tú haces
Con un golpe seco en la
nuca, Samuel cayó desplomado al suelo.
Cuando volvió en sí, estaba atado con las muñecas a la espalda sujeto a
un poste de hierro situado a los pies de la hamaca.
.- desátame ahora mismo
.- callar y dejar dormir o yo tapar la boca con trapo lleno de grasa.
Prometo mucho asco
.- te vas a acordar de
esto
.- si no dejar dormir, tú sí que vas a
recordar muchos años esta noche
Estaba claro que esa batalla estaba
perdida y que si seguía en su empeño iba a ser peor. No le quedó más remedio que callarse
Cuando despertó, se vio rodeado
por todos con Guzmán al frente.
.- ¿Qué pensabas hacer? No nos gusta la
gente que hace las cosas a escondidas
¿te quieres ir? Vete, aquí nadie está prisionero, pero solo las
ratas abandonan el barco cuando la cosa se pone fea.
.- intenté hablar con
vosotros y nadie quiso escucharme
.- los hombres no escapan llorando
.- lo primero que hice
ayer, fue escribir en la bodega la verdad de lo sucedido, eso que no quisisteis
escuchar.
Lo desataron y bajaron para leer lo que
había escrito. Sus letras en tiza estaban borrosas, alguien había pasado un
paño sobre ellas dejándolas ilegibles para cualquiera excepto para él.
.-
esto no hay quien lo lea
.- yo os lo leeré
- En ese momento Weza salió de
entre las redes –
.- no hay nada que leer, él solo quiere
protegerme
.- eso es mentira. El
arma la robé yo. Yo la lleve a la isla y yo pensaba utilizarla contra aquellos
desalmados, pero él me la arrebató de las manos
.- eso es mentira ¡demuéstralo!
-Los dos se enzarzaron en una discusión –
.- basta ya, -gritó Guzmán- los dos
juntos quedareis confinados en la bodega
hasta que toméis la decisión de decir la verdad y que a nadie se le
ocurra bajarles agua o comida.
Con los ojos llenos de cólera,
cada uno de ellos se fue a un rincón apretando sus puños y farfullando
improperios. Sin
dirigirse ni una palabra estuvieron varias horas, ninguno de los dos iba a
permitir que el otro cargase con las culpas.
.- ya está bien ¿por qué
haces esto? Este es tu sitio, tu familia y yo soy un extraño, que no tiene ni
pasado a saber quién soy. Tal vez
alguien que no dudaría en delataros a la mínima oportunidad.
.- cállate de una vez, eres mi hermano
¿Si te fueras de aquí donde irías? No sabes nada ni siquiera recuerdas tu
verdadero nombre. Serías carne de presidio en cuanto pusieras los pies en
tierra
.- ¿y tú que serías? Lo
mismo
.- sí, puede que tengas razón pero yo
ya lo conozco y sé cómo vivir en ese sitio
.- me da igual, porque
no voy a permitir que cargues con culpas que no te pertenecen
.- está bien, entonces nos iremos los
dos, pero dime ¿porqué tuviste que coger esa pistola?
.- no lo sé, por si
algún día teníamos que defendernos de alguien, de hecho gracias a ella, estamos todos a bordo sanos y salvos
.- no lo entiendes, es que tú no lo
entiendes. Eres un zoquete. Lo importante es cómo vivimos. Así nuestra vida tiene sentido. Si no
es así, mejor estar muertos
.- vamos a contar la
verdad y que hagan con nosotros lo que quieran, según tú esa es la justicia del
Bahamas y eso es lo que tiene que ser para que la vida tenga una razón de
ser. Pues adelante, respetemos este modo
de vida.
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