Al llegar a Málaga, un cochazo
con los cristales tintados y un joven trajeado junto a la puerta, esperaban junto a la escalinata.
El capitán les indico que bajasen y de dirigiesen hacía él. Se despidió de ellos deseándoles suerte e
hizo un gesto alzando el dedo pulgar, que fue correspondido con un gesto
idéntico por el trajeado joven.
Cuando se encontraban a escasos dos metros, este abrió la puerta
trasera.
.- pasen,
Don Fernando les espera
El joven solo era el chófer. Puso el motor en marcha y bajó el cristal que separaba el compartimento
trasero.
.- primero daremos una vuelta por la ciudad para que la conozcan
Ellos callados, él diciendo el nombre de las calles por las que
pasaban y los sitios de interés.
Tras una hora de recorrido, volvieron dirección al puerto. El cochazo entró en una gran nave llena
de conteiner. Las grúas recorrían el techo apilándolos en
varias alturas.
Fueron hasta la oficina, ante la atenta mirada de los trabajadores (muy
importantes tenían que ser aquellos dos, para que D. Fernando los mandase a
buscar con su coche).
.- ¿D. Fernando?
.- que pasen a mi despacho, ahora voy
Tras entrar quedaron solos, de pie
junto a la puerta observando sorprendidos el lujo de aquella habitación.
.- ostras, vaya despacho
.- calla que te van a oír
.- ¿a que se dedicará este tío?
.- eso no nos importa
.- ¿estás nervioso?
.- calla que viene
.- vosotros debéis ser Weza y
Samuel, bien, bien,
.- si señor
.- sentaros -indicando con la
palma de la mano un gran sillón que hacía rinconera-
.- ¿Qué os apetece tomar? –Abriendo
un mueble bar oculto tras un cuadro-
Se miraron entre sí sin pronunciar palabra.
.- ante la duda, whisky para todos
-sobre la mesa puso tres vasos con hielo y los lleno hasta quedar
cubiertos los cubitos. Luego se sentó
frente a ellos en una cómoda silla con apoyabrazos.
.- debéis ser bastante especiales para que el amigo Guzmán deposite su palabra
y vida como aval de vuestra lealtad
.- ¿Cómo que su vida?
.- no sabíamos nada
.- tranquilos es un decir. Lo
conozco desde que éramos niños y os garantizo que no es persona de pedir
favores.
.- es un gran hombre y justo
.- justo y tonto, de no ser así
sería el dueño del mundo y no posee más que un amasijo de hierros para acoger a
proscritos
.- perdone, pero ese amasijo de hierros como usted dice tiene nombre y
su tripulación es la mejor que puede existir
.- eso es discutible
.- no, delante de nosotros no. Dice que
conoce a Guzmán pero no tiene ni idea
.- diga cuanto le debemos por el paseo en coche y ya saldremos de esta
como podamos
.- veis como tengo razón. Eso, eso es lealtad, algo que no se
encuentra fácilmente por mucho dinero que se pague por ella. Ahora permitirme
un brindis por el amigo Guzmán
-la sonrisa volvió a sus caras-
.- bueno al grano. ¿Cuál será nuestro trabajo?
.- no se nos caen los anillos por doblar el
lomo
.- con tranquilidad. En unos días no es bueno que os dejéis ver. Ya he
reservado una habitación en un hotel para vosotros. Hay que vestiros decentemente y obtener una
documentación legal para regularizar la
situación. Entre tanto en esos días, yo mismo iré a visitaros para ir marcando
las pautas de cómo realizar vuestra labor, que por cierto espero no se limite a
los tres meses acordados.
.- ya pero… ¿en qué consiste nuestra labor?
.- no te preocupes Samuel. Eres muy joven y los jóvenes siempre tenéis
prisa para todo. Cada cosa en su momento
.- si Guzmán ha confiado en él, por algo será
.- mi chófer os llevará al hotel, podéis andar por él libremente, pero
por favor no salgáis al exterior de momento, sin documentación podríais acabar
donde no queréis.
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