martes, 19 de marzo de 2019

Mil uno




Con mil y un reglones torcidos,
se ha ido tejiendo un camino;
Destino a ninguna parte.
Versos entre bambalinas.
Actores tras el telón.
Máscaras que se iluminan,
cuando empieza la función.

 Risas, llantos, sueños, ¡gritos!
Caricias y puñaladas
que se clavan en el pecho,
dejando desierto el lecho,
que empapa lágrimas blancas.

Marionetas que saludan
a  quien deja una moneda,
en el baúl donde duermen.
La voz que canta el momento
que no tiene porqué ser,
y luego queda en silencio.





3 comentarios:

  1. Cuánta ironía vertida en esta poesía. Se baja el telón y la vida continúa retorcida en dolor, sin risas, entre cuatro paredes de la lúgubre soledad. Gracias por compartir tu emotiva poesía. Abrazos de America Santiago.

    ResponderEliminar
  2. Apreciable su poesía maestro a lo que en este justo momento estoy terminando de dar lectura.

    ResponderEliminar
  3. Pocas palabras son suficientes para mostrar con belleza un tema tan profundo y emotivo poema. Te felicito Carlos

    ResponderEliminar