jueves, 24 de agosto de 2017

Tarjeta - 36


Reflexión o pensada. no lo sé.


viernes, 18 de agosto de 2017

Trinchera


      Hoy recuerdo aquella noche.   Las trincheras se iluminaban con la luz anaranjada de las bengalas que surcaban los cielos.  Las bombas caían y cubierto con uniforme y galones, mi valor se suponía.
              Empuñando aquel fusil cargado de hipocresía, defendiendo una alambrada que quería ser frontera, y al otro lado un amigo, un pariente, un hermano, con uniforme distinto por azares del destino.     Hijos de la misma tierra, la misma sangre en las venas, sin diferencia de ideas, los dos rezando al mismo Dios.
     Se cruzaron nuestras balas, los dos caímos heridos, los dos dejamos el frente para ir al hospital y hoy después de los años, sentados junto a una mesa, nos repartimos las cartas, nos echamos la partida.
     Juntos brindamos con vino el día en que se nuestros hijos contrajeron matrimonio y a los dos se nos cae la baba, mirando a este nuestro nieto que ya ve haciéndose un mozo.
            Y a veces cuando lo miro, recuerdo aquella trinchera y pienso…
   Qué suerte, que suerte que ninguno de los dos supiéramos ni como se apuntaba.



jueves, 17 de agosto de 2017

La espera



  ¿Quién anda por el tejado,
que no me deja dormir? 
   ¿Quién se esconde bajo el raso
que intenta mi alma embaír?
   Que quiere nublar mi cielo.
           Que quiere hacerme morir.

   Que quiere burlar mi sueño.
         Que quiere abrir cicatrices,
que quedaron olvidadas.
   Que quiere vestir de negro,
manchando las alas blancas.
   Que quiere poner cadenas,
a la libertad del alma.

    Con sus uñas afiladas,
intenta entrar en mi cama
empuñando una guadaña.
   A cumplir su cometido,
espera tras la ventana.
     Haciendo la noche eterna
para que no haya el mañana.

       Por fin el alba despunta
dejando paso a la luz
en el oscuro horizonte.
    El mar se tiñe de rojo.
         El cielo rompe su aullido
y  las praderas florecen.
   Las sombras visten de brillo
y el negro se desvanece.

    En vano ha sido su espera.
        Bajo su manto de luto
se marcha desconsolada.
    Ha perdido la partida.
       El anciano está tranquilo
con la cabeza en su almohada
   A veces se tiene todo.
        Y a veces…. Se queda en nada.









domingo, 13 de agosto de 2017

Ingenua




Paseaba sonriente, en chanclas y camiseta.
Las gotas de lluvia, cubrían su inconsciencia.
En su mano una tiza.
Frente a ella una pared de ladrillo,
donde plasmar un gran corazón.

Palabras rimadas en forma de soneto
iban escribiéndose, bajo la balconada.
En la soledad de una tormenta de verano.
En el anonimato fingido y a sus espaldas
unos ojos escondidos tras el cristal.

Criterio artístico deslucido, por caligrafía delirante.
Renglones inclinados y alguna que otra falta de ortografía.
Un inapetente sentido, del saber que nunca seria leído,
por el ser al que iba dirigido.

El ultimo terceto inacabado.
Su último verso, por unos puntos suspensivos
dejado al azar del viento cambiante.

Su camiseta empapada, serviría como bayeta.
En ella quedaría impregnado el corazón
 y las palabras escritas en su interior.
Arrugada, hecha un guiñapo, quedaría en el suelo.

Ella iluminada por el sol
que se habría de nuevo paso entre las nubes,
volvía a casa luciendo su ropa interior.
Con las chanclas de la mano
como símbolo de su irreverente ingenuidad.





jueves, 10 de agosto de 2017

Pestañas





     Era noche de verano.
        Con las ventanas abiertas
Y la persiana subida
Sobre la cama desnudo
Sentí en mi espalda una brisa.
     Luego los brazos de un niño
Me rodearon con ternura
Sentí calor en el pecho
Y un dulce beso en la nuca.
       Antes de saber quien eras
La brisa volvió a marchar.
       El insomnio de la duda
Dejó mi mente perdida.
     El sueño salió a tu encuentro
A despedir tu partida
Pero las alas del viento
Se habían quedado dormidas
Y las pestañas del alma
En el limbo suspendidas.









domingo, 6 de agosto de 2017

Libro

       Esta publicación coincide con la entrada nº 800 de Ironías de la vida, por eso creo que es el momento adecuado para guardar aquí esta portada y contraportada.

   Y vio la luz, fuera de este blog.
          Ahora ya está en la calle, seguro que alguien lo verá en una gran superficie o internet y tal vez se le ocurra comprarlo. Quizás algún día incluso le de por empezarlo a leer.

     Vosotros ya lo habéis leído. así que si os apetece comprarlo, lo haréis por mí, su autor y así la editorial se animará a poner el el mercado otro de esos que ya habéis conocido, capitulo a capitulo en este blog.

    De todos modos GRACIAS.