jueves, 25 de abril de 2024

Etapa perdida

 


 

    Alegre, cantando va

por la calle de la vega.

    Lleva zapatillas viejas,

falda de segundas mano

heredada de su hermana,

una camisa sin cuello

y chaquetilla de lana,

un cántaro en la cabeza

que ha de llenar de agua.

 

     El delantal recogido

doblado hacia la cintura.

    Los brazos puestos en jarra

dibujando las hechuras,

y la cara colorada

igual que fruta madura.

 

     Manceba que va creciendo,

es moza que no casada.

    Aun le quedan muchos años

para que llegue el amor,

los encuentros  con muñecas

hace tiempo que olvidó

con prisa en necesidad

pronto el trabajo llegó.

      De niña a mujer pasó

sin saber de adolescencia

el tiempo de pubescencia

en un limbo se perdió.

 

Ojos de Gata@2024.

 

 


 

viernes, 19 de abril de 2024

Sempiterno deseo

 


 

         Anochece mirando al este.

    La espera se me hace eterna

viendo salir la luna en la oscuridad.

     Rozando el acantilado

veo se aproxima la espuma

en vertiginosa caída al vacío.

    La melodía del romper

las olas contra la piedra

me hacen desplegar las alas

que me llevarán a ti.

     Rozando las aguas

del inmenso mar,

avanzo hacia el horizonte

que se escapa de mi vista.

     Sé que vienes a mi encuentro

pero no puedo parar,

el deseo de tenerte

no me permite esperar.

    El cansancio se desvanece

con la claridad del alba,

las alas se agitan con fuerza

al divisar un islote

donde tener tus abrazos.

      Al tiempo de llegar yo,

momento de tú llegar.

    Juntos de vuelta los dos

con tu reflejo en las aguas

iluminando mi pecho.

      El acantilado espera

para descansar el día

que espera el atardecer

acorrucado en mi lecho.

 

Ojos de Gata@2024

 

 


 

 

 

viernes, 12 de abril de 2024

No soy raro

 


            No soy raro. Soy diferente tal vez o tal vez no.

          Todo depende de quién esté enfrente; cuestión de sensibilidades y percepciones de lo que nos rodea.  Todo es relativo con los ojos vendados aun estando en la oscu-ridad.    Todo es diferente cuando un abrazo se da con el pensamiento.

      El entendimiento no solo es cuestión de fe, los pasos no son solo huellas, más bien es un avanzar a un posible encuentro.   Por mucho que creamos que el giro de nues-tras agujas está en sentido inverso, llegaremos a unirnos en algún momento, aunque sea frágil y efímero, aunque no queramos darnos cuenta, al final nos cruzaremos en el camino.

          No voltees la cabeza; no hace falta que desvíes la mirada fingiendo que no te percatas de mi presencia.

 La falta de sensibilidad no te hace más ausente; no estás porque no quieres o no te atreves a ver la realidad.

     Mañana, pasado, no sé, tal vez pronto o tal vez tarde.    

       Quizás demasiado tarde.   Abras los ojos y ya no me verás, no tendrás que preocuparte de que me cruce en tu caminar y entonces me echarás de menos y mirarás a tu alrededor buscando;  pero no estaré.

    Te habrás perdido mis abrazos, mis besos, mis pensa-mientos tan distintos a los tuyos y a la vez tan enrique-cedores de haberlos tenido en cuenta.
    Te empezará a fallar algún que otro sentido; los años son muescas que vamos esculpiendo en el bastón que nos ha de acompañar en los últimos días y sí, entonces descubrirás las cabezas que se voltean, las miradas que se desvían, la ausencia de los ausentes.

  Pensarás que eres raro, diferente tal vez, o tal vez NO.

Carlos Torrijos
C.a.r.l. (España)