miércoles, 14 de agosto de 2013

Pasó



    La tarde, no era la más idónea, por su temperatura.  Aún estando a mediados de verano, corría una brisa fresca y los nubarrones negros que cubrían el cielo,  hacían desapacible el paseo.  La acera que protegida por una barandilla dibujaba el contorno de la playa, estaba prácticamente vacía.

   Con el cuello de la camisa levantado, protegiendo el leve espacio entre los hombros y su pelo ya grisáceo,  andaba deambulando solo, triste y  cabizbajo,  asumiendo su nueva situación emocional, respecto a lo que había sido hasta ese momento su relación sentimental.

       Estaba anocheciendo,  llegó a casa un poco más tarde de lo habitual, la mesa ya estaba puesta y su pareja, con los ojos en el televisor,  esperaba sentada para comenzar a cenar.

   Ni un porque, ni un gesto, ni un donde, ni un nada.  Cada uno, iba sirviéndose lo que le apetecía del plato central, en que había  varias lonchas de diversos embutidos, cogiendo trozos de pan de una barra y utilizando el tenedor, tan solo para pinchar la ensalada de tomate y lechuga, a la que no se habían dignado ni a darle vueltas, por lo que la sal, solo se encontraba en la parte superior.  A ninguno de los dos, parecía importarle.

    Ella, llevaba ya un tiempo, con una actitud distante, ¿pero él? ¿Qué le había ocurrido esa tarde? ¿Por qué, ese malestar? ¿Qué habría visto u oído? ¿Qué? ¿Qué? ¿Qué?

   Lo normal, es que llegase un poco antes, que diera un beso a su esposa y mientras ponía la mesa, preguntase algo, no sé, simplemente un ¿qué tal la tarde?, aunque algunas veces su pregunta no tuviese respuesta.  Poniendo durante la cena todo de su parte, para entablar una conversación aún sin sentido.  Cogiendo el mando de la tele, para cambiar de canal, antes de irse a la cama, con el único propósito de que su mujer lo mandase con aire a dormir y le dejase ver en paz los programas de “tertulias” del corazón o algo parecido, discusiones y temas familiares, que a nadie le importan, pero que todo el mundo se traga.

       Se fue al dormitorio sin mediar palabra, como cada noche desde su prejubilación, puso el despertador a una hora temprana, para salir a dar un paseo al perro, antes de que la gente acudiese a la playa.

    Aún no se había dormido, cuando ella apareció, cerró los ojos, e intentó respirar pausadamente, como si ya estuviese dormido.   Pareció, darle igual, se acostó en su lado de la cama, intentando ni rozarlo y se durmió.

    Él siguió un buen rato despierto, pensando en cómo proceder,  que pensar, o si sería mejor no hacer nada y olvidar.

       El despertador, no llegó a sonar, antes de que empezase a clarear, ya habían recorrido varios kilómetros de costa.  Al llegar a un arrecife, se sentó como cada mañana en una peña, redondeada a causa de la erosión producida por el oleaje.  Allí, volvió a sentirse deprimido, no merecía la pena, eran muchos años, para olvidar todo lo bueno que en ellos había vivido sin ni siquiera intentar evitar el naufragio.  En caso de tener que cesar como capitán de la nave, la dejaría a la deriva sabiendo que alguien cogería su timón y llevaría al resto del pasaje a buen puerto.

     Al volver a casa, se comportó con la misma cotidianidad diaria.  Recogía la habitación y había la cama, mientras ella limpiaba el polvo,  después hasta la hora de comer, iba y se sentaba en un pequeño taburete en el garaje.  Con mucha tranquilidad y paciencia,  pegaba uno a uno los palillos, construyendo día a día, la maqueta de un velero.

  Para dicha maqueta, una vez terminada, como la guinda del pastel, tenía preparada una esclava de plata, con un corazón y una pequeña (Y) en el centro grabada,  que andaba desde hace tiempo dando vueltas por los cajones, a causa de estar estropeado el cierre  y unos eslabones sueltos, pero la placa era del tamaño ideal.

   Por la tarde seguiría echando las partidas de dominó,  ella mientras, supuestamente, asistía a cursos en los que realizaba actividades de manualidades y ejercicios de baile.

    Un paseo antes de volver a casa y a seguir con la rutina de siempre.

     Al pasar cierto tiempo, una noche, lo despertó el llanto amargo de la decepción.  Al moverse, el sonido se tornó en sollozo contenido, giró suavemente el cuerpo de su esposa para que su cabeza reposase en su pecho.

    .- ¿Qué te pasa pequeña? Miénteme y te creeré

        .-perdóname

    .- sssss, mejor no digas nada, las cosas tienen principio y final, pero yo siempre estaré aquí

      La arropó con sus brazos mientras empezaba a sentir la humedad de sus lágrimas en la piel.

    .-ahora duerme, duerme.  Si eso te hace feliz, sueña con eso que tanto anhelas.  Yo soñaré con esto, mi mejor sueño, tu cuerpo junto al mío y tu cabeza de nuevo sobre mi pecho.

 

miércoles, 7 de agosto de 2013

El coballa con (LL) parte final y carta

 
          Jaime entró a recoger como cada noche la bandeja de la cena.
     .- ¿Cómo te encuentras?
.-nervioso, mañana hay que apoyar al director, ¿pero cómo?
     .-no sé, tal vez ¿si le dijese que entrase por aquí antes de la reunión?
.- ¿y que, puedo hacer yo?    
     .-nada solo darle le mano y desearle suerte, él contará con toda tu energía
.- ¿si yo pudiera estar allí con él?
    .-pero no puedes, él confía en ti, tú confía en él
.-bueno intentaré dormir un rato
    .-hasta mañana, al medio día todo será oK, seguro
.-gracias, confianza, confianza
       A las ocho menos diez, el doctor Fernández, estaba en la habitación.
     .-me han dicho que querías verme
.-sí, hoy es un día clave
     .-ya lo sé, pero creo que sé cómo hacerlo
.-cuando tenga algún lapsus, piense en lo que yo les diría para  embaucarlos, utilizando sus palabras
      Estrechándose las manos con fuerza, se dejaron oír un par de susurros:
     .-pensaré en ti Paco
.-llévate mi energía y confianza Ramón
      El que lo llamase por su nombre, le administro una gran dosis de seguridad a la hora de dirigir sus palabras a los componentes de la directiva en la sala de juntas.
        Las cosas salieron según lo previsto, debería seguir ingresado;  hasta realizar la entrevista estaría conectado, después el proyecto estaría en vigor hasta agotar el presupuesto asignado; realizando mejoras en todas las prestaciones de la habitación y así esa inversión repercutiría directamente en el aprovechamiento de las instalaciones por parte de la fundación.
    La clausura del proyecto ATENEA, tuvo como colofón una multitudinaria rueda de prensa, donde se explico el trabajo realizado, se leyeron discursos de agradecimiento y después de contestar a las preguntas de los asistentes, terminó con la entrega del alta médica por parte de todo el equipo a Francisco.   Gracias a su difusión y las invitaciones a distintos programas de radio y televisión para su promoción, en dos meses captaron socios y donativos para proseguir con investigaciones,  proyectos de distinto índole y contratar a profesionales de seguridad, administrativo y atención especializada a todos aquellos que demandaban su ayuda, aparte de el voluntariado extenso y variado con que contaban desde el primer día de apertura.
     Han pasado ya dos años; todos siguen activamente vinculados, excepto Andrea, a la que por fin le concedieron plaza en su ciudad natal;  Elvira pasa como prometió, su jubilación como coordinadora de psicólogos y ayudando ella misma a los que deben tener en su seno familiar a un enfermo mental.
     Al doctor Andreu, se le diagnostico, una enfermedad degenerativa, por lo que tuvo que abandonar la cirugía, en ese instante, se ofreció como voluntario, para investigaciones; en estos momentos ocupa la habitación, que en su día inauguró Francisco.
     Waldo presentó la solicitud al equipo de la doctora Santos, para que diseñasen un programa de seguimiento eléctrico a través de las redes neuronales, que está en fase de perfeccionamiento
     El doctor Benítez, consiguió le concedieran el permiso para efectuar su forma de anestesia en todas aquellas intervenciones que le fueran asignadas, logrando un gran éxito y terminando siendo implantada por todos los anestesistas.
    Linda sigue buscando el antídoto al efecto K+A, sin fortuna virtual, si lo hallase, tampoco podría probarlo en nadie, a no ser que volviese a recuperar toda su investigación en otro paciente.  Ahora las tardes las dedica a pasear con su marido y algún que otro domingo por la tarde, se ven con Carmen y Felipe en una terracita de un bar donde preparan unas tapas excelentes y ya van cenados para casa.
      Francisco, trabaja en la misma empresa en la que comenzaron a trabajar su padre y hermano, se ha echado una novia muy maja, enfermera a la que conoció, haciendo labores de terapia de grupo en la fundación, que como el doctor Fernández propuso, lleva su nombre:  Fundación Francisco Gómez.
      Los demás, están todos bien, coinciden alguna que otra vez y recuerdan con cariño el tiempo que vivieron juntos tan agradable experiencia y saben que cada año el mismo día, tienen una cena pendiente, donde acuden todos para celebrar el aniversario de creación; el único día que pueden ver a Andrea y al que este año, el Doctor Andreu asistirá quizás por última vez, ayudado por sus compañeros.
      Su madre y su hermano, no salieron muy mal parados del juicio por agresión, les costó la broma dos mil setecientos euros y las costas, pero mereció la pena.
       Desde aquel lejano miércoles, gracias a Linda, dejo de ser para el barrio Paco el loco y gracias a la caja de herramientas, dejaron de  llamarlo sus “amigos” en las redes sociales: El Coballa con (LL)



Carta a Francisco


Amigo, Francisco;

                               Me dirijo a ti, para darte las gracias por haber sido capaz de transformar a todo un equipo de gente acostumbrada a anteponer los resultados a los medios y sin ninguna vinculación afectiva, en un grupo de seres vivos, personas con sentimientos afines a tu persona, entre los que como no podía ser de otra manera, me encuentro yo.

     Cuando comencé a escribir tu historia, tenía claro: el principio, el final y los derroteros por los que iba a trascurrir el desenlace.

      Al igual que a los demás, fuiste conquistándome desde el primer momento; he podido sentir la confusión y la falta de criterio que el doctor Fernández ha ido experimentando, estamos todos locos, cada vez que un nuevo camino parecía el correcto a seguir, la decisión, se veía truncada por nuevas bifurcaciones que me volvían a confundir, provocando la duda y no quedando más remedio que seguirte, para saber donde querías llegar.

   Todos los bocetos que hice para situar a los auxiliares dependiendo del color que vestían en situaciones diferentes y cometidos diversos dentro del equipo, no sirvieron de nada.

  Todo lo que las redes sociales, influirían en tu estado anímico y emocional, se desvaneció, cuando decidiste no incluirlas en tu tiempo.

     Todas las incomodidades que a cualquier otro habrían causado: ventosas, cables, intervenciones y el propio aislamiento, las hiciste formar parte de ti.

    Los que tenían que hacer de malos, no les diste oportunidad y los que debían actuar como buenos, no les ha resultado nada difícil su actuación.

     Todo un proyecto científico, lo has convertido en una lección de humanidad y yo aquí, solo he podido narrar el desenlace de las circunstancias.

   Esos discursos que escribí como colofón para ser pronunciados por los doctores y por ti mismo, así como las preguntas y respuestas a la rueda de prensa, han resultado innecesarios ante la necesidad de verte en el exterior  junto a tu familia viviendo la vida felizmente.

    Tú, solo tú, has escrito tu propio relato.

             Gracias, por permitirme darlo a conocer.

 

C.A.R.L.

 

El Coballa con (LL) parte25

   Esa tarde, ninguna señora llamada Carmen y de las características de su madre, había ingresado en urgencias de ningún centro, tampoco ningún joven llamado Luis;  el único ingreso de alguien de veinticinco años, era el de uno llamado Fernando, casualmente de su mismo barrio, con una fractura en el maxilar inferior, producida por un objeto contundente, según el historial, pero ya había sido ingresado en planta.
    Por lo menos sabían, que no les había pasado nada, como para tener que ser hospitalizados.
.-pues habrá que llamar a los bomberos, a la policía, a protección civil, yo que se
     .-en el 112, no han recibido ninguna llamada que pueda estar relacionada con ellos, ya es algo
.-a saber donde andarán, luego dicen, es que no tienen vergüenza
      Volvió a sonar el teléfono:
.-diga, diga,
   .-que vamos a cerrar cocina, ¿vais a bajar a por la cena o os la tenemos que subir?
.-anda y que os den, dejar de tocar los huevos con el teléfono y la puta cena
         .-Francisco, eso no ha estado nada bien, bajo yo a disculparme con ellos en persona
            .-no me fastidies, ellos no tienen culpa
.-lo sé y lo siento, pero ya no sé lo que puedo hacer
      .-nada, esperar
   Jaime, llegó para pasar la noche, pero ni Andrés ni Andrea se iban a marchar hasta saber algo; ya no sabían donde llamar, que hacer para darle ánimos o tranquilizarlo un poco.
    .-llamemos otra vez a tu casa, a ver si tu padre sabe ya algo
   Nadie contestaba la llamada, seguro que estaría dando vueltas buscándolos; estaban colgando, cuando vieron que se acercaba alguien a la puerta, abrieron sin esperar si quiera a que la luz verde se iluminase, era el padre de Francisco.
 .- ¿se sabe algo?
    .-no, yo he hecho el recorrido que todos los días hace tu madre y nada, he preguntado a los conductores, por si la habían visto en alguna parada, nada de nada
.- ¿y Luis?
    .-igual, tenía que haber ido a rematar el techo de una cocina, pero no ha aparecido
.- ¿pero no habéis salido juntos de casa?
    .-no, yo hoy no he ido a comer, había una avería que reparar urgente, y la he estado haciendo al medio día
       .-usted y yo nos vamos a ir a su casa y así en cuanto se sepa algo llamamos
   .-pero Andrés, vallase usted a su casa que es tarde y no puede hacer nada más
       .-si, hacerle compañía mientras llegan, y no os preocupéis, veréis como al final es una bobada;  vamos, cogemos un taxi y cuando lleguemos os llamamos para que sepáis que estamos allí
.-padre, ¿has preguntado por el barrio?
     .-no, pero cuando lleguemos pregunto en el bar, a ver si está abierto
         .-pues rapidito, a ver si allí saben algo
   Pasaron más de cuarenta minutos hasta recibir la tan esperada llamada.
.- ¿se sabe algo?
    .-si hijo, ahora mismo nos vamos a buscarlos
.- ¿pero donde están?
   .-por lo que nos han dicho en el bar, en los calabozos del juzgado
.- ¿pero que han hecho?
   .-no sé, tranquilo, Andrés está con migo, cuando lleguemos a casa con ellos te cuento, pero no sé si los soltaran antes de que llegue el juez, según Desiderio el camarero ha debido ser muy gorda
.-vale, dile a Andrés que llame en cuanto sepáis algo desde el móvil
    .-adiós que ya está el taxi esperando en la puerta
  El tiempo pasaba, ya con la tranquilidad de que estaban bien, Andrea y él sentados en la cama, daban alguna que otra cabezada, esperando que alguna noticia rompiera el silencio que imperaba en la habitación.
    En cuanto tuvieron información, Andrés se apresuró a llamar.
     .-tranquilos, ha sido una simple riña
.- ¿y por qué no los dejan ir a casa?
    .-mañana a primera hora el juez tiene que dictar medidas cautelares y ya los dejan ir
.- ¿y dices que ha sido una simple riña?
    .-aparte de que Luis le ha dado un golpe con la caja  de herramientas a uno en toda la boca y se la ha partido y que cuando ha llegado la policía, tu madre ha agredido a los agentes y no había quien la sujetase
.- bueno el caso es que están bien, gracias por llamar
    .-hasta mañana, luego desde casa ya te llama tu padre para darte detalles
         .-ha merecido la pena la espera, ¿has oído Miguel?
              .-claro que lo he oído, que pena de alguien que lo haya gravado, según es Carmen, seguro que los guardias, la han visto pequeña y se han confiado
.-en cuanto que se hayan ido a detener a mi hermano, mi madre seguro que ni lo ha pensado y esta es igual que un perro de presa, una vez que agarra no suelta aunque la maten
       .-con razón el director se tomó en serio sus amenazas cuando firmó la autorización
.-ya llevábamos mucho tiempo con el barrio tranquilo
       .-bueno ahora ya me voy tranquila a casa
.-si, tira, menudo turno te has tragado
      .-ahora me rio, pero en verdad que  habido ratos que he estado a punto de llorar de los nervios
.-hanta mañana pequeñaja
     .-y tú, ya a dormir
.-no, esperaré a que llame mi padre
        .-ahora entro yo y nos hacemos compañía
.-mejor, porque hasta que llegue a casa
    Cuando llamó, ya estaba amaneciendo, aunque allí dentro no se diesen ni cuenta, tampoco es que pudiera dar, más detalles de los dados por Andrés, pero intentarían dormir el poco tiempo de que disponían lo más tranquilos posible; el padre debía avisar a primera hora de lo ocurrido y pedir la mañana libre para hacer los trámites oportunos.
    Ya a las ocho, llegaron Isa y miguel, enseguida, Jaime les contó lo sucedido la tarde y noche anterior; por lo que decidieron dejarlo dormir un rato más.  Jaime se fue a descansar; cuando Miguel se dio la vuelta para firmar el parte, Isa desapareció como por arte de magia, a los pocos minutos ya toda la planta estaba informada y según iban llegando los doctores, antes de acceder a la sala de dirección, alguien le había notificado ya la hazaña de la familia Gómez; nadie sabía en realidad que había ocurrido, pero todos daban  veracidad a las distintas versiones de la información recibida.
     .-Las novedades de esta mañana, creo que no son necesarias, todos estuvimos presentes ayer, debido a los rumores que circulan por la planta, deberíamos ir a recoger la información de primera mano y ver en que podemos ayudar
        Después de hablar con Francisco, que tan solo contaba con la información recibida la noche anterior, llamaron a su casa, para ver si todavía se encontraba allí su padre.
     .- ¿dígame?
.-soy el doctor Fernández, ¿hay alguna novedad?
    .-no, acabo de llamar al juzgado y me han dicho que el juez llega a las diez, por lo que voy a llamar a la empresa para pedir permiso esta mañana y decirles el porqué faltó ayer Luis
.-de eso me encargo yo, déjelo bajo mi responsabilidad
    .-entonces me voy hacia el juzgado
.-no espérese un momento; doctora Santos, Miguel, ir a casa de Francisco a recoger a su padre, os vais con él y cualquier cosa que se necesite y no esté a vuestro alcance me llamáis a mi directamente a mi móvil privado, antes del medio día quiero ver aquí a la señora Carmen y a Luis
       .- ¿puedo yo acompañarlos?
.-no, que tú, estás de turno y de esto ni una palabra ni al aire que respiramos, ¿de acuerdo?   Bien espere en casa que ya salen a buscarlo para ayudarle en lo que necesite.
    .-gracias, aquí los espero
     Francisco, no hacía más que preguntarse, que podía haber ocurrido para que su hermano le hubiera roto la boca a Fernando, vecino de toda la vida, incluso amigos, salían juntos desde pequeños, además era la primera vez que Luis hacía algo así, era la típica persona que todo lo arreglaba hablando y con buenos modales, incluso prefería perder de sus derechos por no discutir; lo de su madre era otro cantar, tratándose de sus hijos, no aguantaba una mosca en la oreja.
    Tras hablar con el juez en presencia de un abogado al que mandó ir la doctora Santos y advertirles de que se debían presentar en comisaria dos veces por semana hasta que saliese el juicio, les devolvieron sus efectos personales y les dejaron salir en libertad; su padre caminaba delante, Miguel y el abogado, custodiaban uno de cada lado a Carmen, haciéndola callar, para que no la volviese a armar, su intención era dejar claro, que ella tenía razón y que a su hijo no lo tocaba nadie por muy policías que fuesen; detrás Luis acompañado por la doctora Santos, le explicaba a esta el motivo de la agresión, ella en ningún momento le quito la razón, es más, aprobó su actuación dándole ánimos, ya sacarían el dinero de donde fuera entre todos para pagarle a ese la mandíbula nueva, pero Francisco no debía de enterarse por el momento, por lo menos hasta consultarlo con la doctora Elvira, al fin y al cavo era la psicóloga.
      Desde allí partieron directamente al hospital, en la habitación los esperarían todo el equipo, según les dijo el director al recibir la llamada notificándole que estaban de camino; nadie se quería perder el momento, sobre todo oírle contar lo sucedido a la señora Carmen.
    .-ya estamos aquí
       .-pasen, pasen y siéntense donde puedan
.- ¿pero qué ha pasado Luis? ¿tu pegándote con alguien?
           .-nada, que me pilló con los cables cruzados, ya sabes
.-todavía no me lo puedo creer ¿y tú madre, para que te metes?
       .- ¿Cómo que para que me meto? Pero leche, pues no van los jalipollas esos, que se creen que porque llevan uniforme pueden ir mandando a todo el mundo y le empujan a tu hermano que estaba tan tranquilo contra el coche para ponerle las esposas; bueno, me ha hecho una cosa la sangre, que me he agarrado a los pelos de uno y he empezado a dar patadas al otro, que si no es por el imbécil del vecino del segundo y otros cuantos que lo que tenían que estar era preocupándose de su vida y dejar la de los demás en paz, me los como a cachos
.-pero madre
         .-sí pues han tenido suerte, porque justo ya tenía el brazo del más guaperas cerca de la boca, si lo agarro con el mordisco, saco cacho, como que si lo saco y encima luego, llegan a comisaría diciendo que ellos no habían dado motivos para que me pusiese así, ya les he dicho, que tengan cuidado con volver por el barrio, que como los pille sin una buena manta palos no se van
     .-señora Carmen, ahora lo que tenemos que hacer es calmarnos y esperar al juicio sin más problemas
        .-no si en el juicio me van a oír, toda la noche en un calabozo, como una vulgar asesina, pero que se han pensado estos y  pienso denunciar a los de comisaria por abuso de autoridad y a estos dos por enclenques, vaya unos hombretones, que tienen que llamar a los vecinos para que no les pegue una vieja, así va el país, con esta panda de borregos afeminados con uniforme
    .-ala venga, ya pasó todo, están juntos, bien, pues lo demás es agua pasada
    Ninguno se había atrevido a decir esta boca es mía excepto el director; era una escena tan extraña, ver a aquella mujer delgada de pequeña estatura, gesticulando cada movimiento, con los ojos de un gato arrinconado, sacando las uñas y erizando el pelo de su lomo, que se podía sentir la crudeza de lo que estaba contando y el miedo que en ese momento, tuvieron que pasar los dos agentes, por mucho uniforme que llevasen.
   Todos se fueron para casa, en el trayecto que realizaron, ninguno pudo dejar de pensar en aquel momento vivido, en su intensidad, en su realismo, e incluso en lo cómico que resultaba visto desde la distancia, no podían por menos que echarse a reír, bueno o a temblar, si a Francisco le hubiera pasado algo.
      El doctor Fernández, ya había dejado dicho que no volverían al trabajo hasta el lunes, por motivos personales, a lo cual, no pusieron en la empresa ningún impedimento, agradeciéndole, que los hubiera puesto en contacto con ellos, eran unos trabajadores excepcionales y por dos días no se iba a acabar el mundo.
     Después de comer, ya con el mono de trabajo puesto, recibieron la llamada, era el director, se le había olvidado decírselo, con todo el ajetreo.
     .- ¿pero cómo no vamos a ir a trabajar?
        .-tomarlo como una orden mía, ya está todo hablado, esta tarde, mañana y hasta el lunes, los tres a ver a Francisco por la tarde, y no se hable más
    .-gracias, si usted lo dice
        .-ya está todo dicho y no hay ningún problema
    .-Luis, quítate el mono, que nos vamos los tres a ver a Paco
.-a no, eso sí que no, a trabajar, perros, que ya habéis perdido la mañana y tu todo el día de ayer
    .-que no, que era el director, que ha dicho en la empresa que no volvemos hasta el lunes a la mañana y le han dicho que sí
.- ¿y tú que le has dicho?
   .-pues nada, que le voy a decir si me ha dicho que era una orden suya
.-no, si se os da muy bien obedecer las órdenes cuando os interesa, ya me enteraré yo de lo que pasa y ya podéis ir aprendiendo a rezar como no sea como me lo estáis contando
     .-madre a mi no me metas que yo no he hablado con él
.-no, si tú ya te has metido tu solito, no tienes puños no, le tuviste que dar con la caja llena de herramientas, paberlo matado.
    .- ¿sabes lo que te digo? que le está bien empleado,  así se acuerda cada vez que vuelva a abrir la boca
.-tú encima dale la razón
    .-si hay algo de lo que me arrepiento, es de no haber sido capaz de haberlo hecho yo hace tiempo
.-en parte si a las cotillas del mercado, en vez de cantarle las cuarenta de vez en cuando, porque eso sí, yo no me callo, le hubiese gado un buen hisopazo en el morro el primer día, se habían acabado las tonterías
         .-me ha dicho la doctora Santos, que a Paco, ni una palabra del porqué de lo sucedido, hasta que ella hable con Elvira; me imagino que para no encenderle más la sangre
.-no, no, a Paco le decimos que te insultaron a ti
     .-y si le decimos que todo viene por envidia de que los dos tenemos trabajo y nos va bien
         .-vale, así el se queda tranquilo, ya ve que nos sabemos defender solitos y nadie nos va a pisar el terreno
    Se arreglaron y salieron de casa dirección a la parada del bus,  allí estaban como siempre sentadas una vecinas que se juntaban para cotillear; luego, ni cogían el bus ni nada; cuando llegaron hicieron mención de callarse un momento.
     .- ¿Que, ya ha corrido la noticia?
        .-Carmen, que no estábamos hablando de lo vuestro
    .-pues por si acaso, que sepáis que ha sido el primero, pero puede que no sea el último o la última
            .-calla madre
      .-bueno advertidas quedáis y ahora lo contáis por el barrio, que se enteren bien todos, que no me importa
   Las cuatro señoras se levantaron del banco y se fueron rezongando, no siendo que la historia fuera a más.
     Al fin llegaron al hospital, vaya sorpresa, Paco, no se esperaba tan  grata visita en día de diario.
.- ¿como no estáis vosotros trabajando?
    .-de vacaciones hasta el lunes por orden del director
.- ¿del director?
    .- sí del doctor Fernández, que ha hablado con los jefes
.-y al final, ¿qué pasó con Fernando?
         .-nada, que desde que estamos trabajando, pues hombre, andamos mejor, está claro, perece que les jode y llevaba ya un tiempo jugando a la lotería y hoy le ha tocado
     .-si, la pedrea
.-yo he salido más a madre, tenemos un pronto, pero tú, yo no recuerdo ni a padre ni a tí, en una discusión nunca
          .-en fin, alguna vez tenía que ser
.-que no os había contado, ayer a la hora de comer, me sellaron todos los tornillos
      .- ¿Qué tornillos?
.-bueno como se diga, que lo que me pusieron en la cabeza, ya está como anulado
            .- ¿entonces ya está?, ¿te dan el alta?
.-no creo, tendrán que hacer algo más, pero a nivel preguntas y cosas de esas, como cuando íbamos al psiquiatra
    .-eso ya no tiene importancia
          .- ¿y los puntos, y el casco, y  las ventosas?
.-yo que sé, me da igual, cuando quieran ellos, qué más da si yo estoy bien
       .-nos vamos hijo, que se nos hace tarde, mañana estamos aquí otra vez
.-bueno si no os detienen
      .-muchas veces, si no fuera por este cristal
.-adiós genio
           .-calla, que luego descarga con nosotros
.-hasta mañana
      Faltaban doce  horas para el día clave; de esa reunión, dependería en parte todo el futuro de la fundación y el resto no importaba.

martes, 6 de agosto de 2013

El Coballa, con (LL) parte24

          La mañana del miércoles, se presentaba tranquila; La doctora Santos pedía excusas a sus colegas, por la decepción del día anterior.
     .- y dicho esto, doy por concluida mi parte activa en este proyecto, así dejo paso a la parte de psicología y psiquiatría, con la que estaré encantada de colaborar en todo lo posible.
       .-doctora Santos, creo que ha realizado una encomiable y magnífica labor
   .-gracias, por cierto, necesito la ayuda de uno de ustedes dos y el doctor Benítez, a poder ser a última hora de la mañana, para colocar la tornillería de anclaje de los sensores
        .- ¿pero para poner unos tornillitos, necesita ayuda de un neurocirujano y anestesista?
    .- a cada uno lo suyo
       .- ¿y querrá que esté también Andrés para dar algún punto?
    .-vale, diré que no le den la comida, y lo haremos justo tras el cambio de turno, que entra Andrés y así da un puntito en cada uno
       .-puestos a pedir, ¿alguien quiere algo más?
             .-pues sí
       .-quería aprovechar para extraer una muestra de sangre y otra de tejido, que me ha pedido el equipo del departamento de informatización para seguir con el diseño del programa de anestesia
          .- ¿pero tienen un departamento solo para medicina informatizada?
    .-doctor Méndez, usted no se entera de nada, es el departamento que dirige la doctora Santos
          .-pues puestos a preguntar, ¿en qué consiste ese programa de anestesia?
            .-muy sencillo, el ordenador analiza la sangre y el tejido y haya los parámetros del umbral del dolor, evitando tener que realizar la prueba del dolor que tuve que hacer a Francisco en los primeros días, esos datos se introducen automáticamente con un código exclusivo para cada paciente en el dosificador de catéter y simplemente hay que pasar el lector de código de barras por la pulsera y se programa la anestesia deseada para dicha intervención, sea local o total, tiempo aproximado y demás factores; eso es a grandes rasgos, pero el diseño es largo y los ajustes tienen que ser lo más precisos, aunque siempre deba de estar controlada y verificada cada intervención por un anestesista, por si hiciera falta una modificación manual, respecto al espectro que muestra la pantalla.
    .-doctores, nos vemos todos aquí, a la hora del cambio de turno de auxiliares y asistimos todos al bloqueo de válvulas
    El doctor Méndez, estaba tan atareado, con revisar los historiales de los pacientes a los que tenía que intervenir sin contacto previo excepto los dos días de ingreso antes de la entrada en quirófano, que no se había ni preocupado, si existía algo fuera del proyecto y de la planta de neurología, cada información que recibía, consolidaba la certeza, de que aquel centro hospitalario, era en el que siempre había soñado ejercer.
    Isa, bajó a la panta baja, para fotocopiar el escrito de solicitud firmado por los auxiliares, poco antes de llegar, se encontró con el doctor Benítez en el pasillo que daba acceso al registro.
    .- ¿Cómo usted por aquí?
        .-no sé, me lo estoy pensando, tal vez, puedas ayudarme
    .-usted dirá
        .-vengo a registrar una solicitud a la junta directiva, para que me otorguen autorización y así poder poner en práctica con otros pacientes el tipo de anestesia realizado a Francisco, siempre que el cirujano lo crea conveniente
   .-me parece que estamos pensando los dos lo mismo, yo también vengo a registro, para una solicitud y también venia pensando, si no sería mejor dejarlo para la semana que viene y no saturar la reunión del viernes de la junta directiva
       .-creo que vas a tener razón, una semana más en el cajón no va a variar el resultado y así doy tiempo al equipo de la doctora Santos a realizar el informe sobre los análisis de sangre y tejidos
   .-volvamos a nuestros respectivos puestos de trabajo, ya nos encontraremos aquí otro día cualquiera
       .-Isa, se me olvidaba, así me evito un viaje; no deis la comida a Francisco, que cuando hagáis el cambio de turno, tenemos sesión de bricolaje
   .- ¿de bricolaje?
      .- que va a atornillar los sensores la doctora Santos, díselo a Francisco
  .-de acuerdo
    Nada más llegar a planta, entró a la habitación, donde se encontraba como cada día Miguel haciendo sudar y sudando la camiseta.
    .-Miguel, me he encontrado con el doctor Benítez y hemos decidido dejar los escritos para la sanana que viene, ¿crees que pondrán los demás alguna objeción?
       .-depende del motivo
    .-dar prioridad a la idea de mi niño
       .-motivo suficiente, no hay más que explicar
   .-por cierto, hoy castigado sin comer
.-no jodas
    .-a estas horas no, tú tienes sesión de bricolaje después del cambio de turno
.- ¿estás tonta? ¿Qué dices?
   .-eso me ha dicho el doctor Benítez, yo no quiero saber nada
.-pues si que se explica bien el pelao, ¿y no le has preguntado, que quería decir?
    .-si, pero si te lo digo, no preguntas tú
.-vale maja
    .-bueno, si cuando terminéis, mi niño se tumba y me deja que le haga cosquillas en los pies, se lo cuento
.-déjame en paz, siempre con la misma cantinela; y lo peor es que se cree graciosa
    .-perdona, no lo creo, es que lo soy
.-fuuuu, (resoplando) anda que no es pesada
        .-Isa, o se le dices o nos dejas seguir
   .-ja, ja, lo que pasa es que tú, también te quieres enterar
        .-marcha o coge unas pesas, elije
   .-marcho, marcho, que este cuerpo, ya no está para demasiados excesos
    Llegó la hora de la comida, Miguel se había bajado hacía rato e Isa, andaba medio aburrida.
    .-mi niño, aquí te traigo la comida
.- ¿pero no has dicho que no podía comer hasta después?
    .- claro, pero no la voy a dejar por cualquier sitio
      Puso la bandeja sobre la mesa, levantó la tapadera y se puso a olisquear todo.
   .-ummm. Qué bien huele;  es que con solo olerlo se me abre el apetito;  acércate, mira que pinta tiene todo
.-me parece a mí, que eres un poco puñetera y puede ser que se te quite el hambre
    .-uuh, que miedo, ¿me vas a regañar?
      Según posó la tapa, sobre la bandeja, Francisco se abalanzó sobre ella tendiéndola de un empujón boca abajo sobre la cama, se sentó sobre su espalda con las piernas abiertas, las rodillas apoyadas en el colchón y los pies metidos en su entrepierna, quedándola inmovilizada, comenzó a hacerle cosquillas, por la zona de las axilas.
      .-Francisco, un respeto por favor
.-ahora me vas a pedir perdón
      .-eso ni lo pienses
.-ya te cansarás
     .-para, que me enfado
.-pues pídeme perdón
    .-que me haces daño
.-no inventes que estoy con todo el cuidado
     .-bueno, pero me pongo nerviosa
.-haber, como suena esa palabra mágica
    .-no me da la gana, te vas a enterar cuando me sueltes
      Su nerviosismo y tozudez, le hizo empezar a gritar, pidiendo auxilio, con el fin de amedrentar la aptitud de Francisco.
     Por suerte o no, para ella, en ese momento llegaban el doctor Méndez y la doctora Santos; su primera impresión fue de alarma, pero una vez miraron al monitor, vieron que esa risas, entre grito y grito demostraban que era una cuestión de discordia entre los dos.
    Al oír que se abría la puerta Isa dio un gran suspiro de alivio.
     .- por fin, quitarme a este bicho de encima
         .-nosotros en conflictos de pareja no entramos
    Francisco le sujetaba las muñecas a la espalda con su mano izquierda, mientras con la derecha le daba algún que otro suave azotazo en las posaderas, intercalando entra ellos alguna colleja;  Isa por su parte se limitaba a patalear, el único movimiento posible en esa posición.
    .-suéltame de una vez
.-ya sabes cuál es la palabra que debes pronunciar, dila y te suelto
    La situación no cambiaba, uno a uno iban llegando los doctores, después Andrea y al rato Andrés; todos callados, cruzados de brazos esperaban a que la cabezonería de uno u otro llegase a su fin.
    .-ya está bien, vale ya que me estoy enfadando de verdad
.-solo tienes que decir perdón
    .-perdón
.- ¿Cómo has dicho? No se ha oído
   .-perdón
.-ves que sencillo
   Según la soltó Isa se levantó como una fiera.
     .-esto no te lo perdono, niñato
.-vamos dame un beso y lo olvidamos
    .- ¿un beso? Y una mierda, mira estoy sudando
.-por favor mamá Isabela un besito solo
      De forma espontanea, todos se pusieron a corear, que se besen, que se besen, como si se tratase de una boda; ella no pudo por menos que echarse a reír y acercarse para darle un beso, pero él la cogió entre sus brazos y la apretó con fuerza.
.-que mal rato te he hecho pasar, pero es que eres muy vacilona
    .-tampoco lo he pasado tan mal, ¿tú que te piensas? Porque no he querido, que si no
       Enseguida intervino el doctor Fernández:
        .-vale, dejemos por hoy la fiesta en paz, que hay trabajo
.- ¿os dais cuenta? Es que es muy chula
        .-he dicho que vale
   Detrás de él, la doctora Elvira y el doctor Benítez, le hacían gestos a Francisco, azuzándolo a que volviese a por ella y le diera una buena zurra, mientras la doctora Santos les daba con el codo y movía la cabeza para que dejasen la fiesta tranquila.
    .-Ahora que está calmada la cosa, vayan preparando al susodicho, que voy a por el material
.- ¿qué me ha llamado?
           .-túmbate, y luego le preguntas a ella
.-por cierto doctor Benítez, ¿qué es eso de que van a realizar con migo una sesión de bricolaje?
       .-esta Isa, no me extraña, que anden así, quería decir que te vamos a anclar los sensores con tornillos;  y ahora me toca preguntar a mí: ¿porqué te tenía que pedir perdón?
.-porque cuando ha llegado la comida, en vez de dejarla en la sala, ha entrado con ella, mire ahí está, y se ha puesto a restregarme por el morro, lo bien que olía y lo rica que tenía que estar, sabiendo que no podía ni tocarla hasta terminar con esto
       .-vamos, por tomarte el pelo
.-si, pero esta vez, ella no se lo esperaba y me he reído yo
            .-si no le ha estado mal, pero esto no es normal
        Entró la doctora con una bandeja llena de cajitas de metacrilato y una serie de utensilios varios; la cual puso sobre la mesa.
      .-Andreu y Méndez, hagan el favor de acercarse: Tocando sobre la piel, en cada sensor, notarán cuatro pequeños bultitos, en cada una de ellas, se hará una pequeña incisión, donde se colocará este separador circular de aluminio; con estas pinzas, se extraerá el pulsador, quedando el hueco libre para poner los tornillos que se encuentran en esta otra caja;  este tipo de bastoncillo, al mirarlo con la lente de aumento, verán que tiene alrededor en su extremo, unos hilos metálicos, con esto deberán limpiar la rosca de la válvula, siempre todo sin presionar;  este aparatito, en un rotor dinamométrico digital, dependiendo de la presión que queramos ejercer, la punta recibe mayor o menor tensión, haciendo que su efecto imán se adhiera o se deslice sobre la cabeza del tornillo, que como pueden apreciar es completamente plana, una vez que coja la primera vuelta de rosca hay que tirar suavemente hacia fuera, para que la válvula no de vueltas, esta lleva una muesca, que ajusta en el sensor, que impide que esta gire al tiempo que el tonillo, una vez alcanzada la presión correcta a este tipo de material, la punta empezará a deslizarse; antes de poner  cada tornillo en su sitio, se impregnará en este liquido, solo la punta, es un sellador que suelda los materiales para que el resultado sea inamovible y eso es todo, ¿alguna duda?
    Waldo, con los ojos abiertos como platos y su agradable acento caribeño:
       .-no se con que quedarme, con lo fácil que parece el hacerlo, según la sencillez con la que lo ha explicado, o con lo minucioso que debe ser el doctor Andreu para realizar tan complicado proceso
           .- ¿se han dado ustedes cuenta? sí señor, el doctor Méndez,  con todo el disimulo y la gracia que lo caracteriza, ha dejado las cosas muy claras; traducido al castellano, me ha parecido entender: doctora Santos, usted ha explicado muy concretamente lo que hay que hacer, yo por si acaso, actúo como mero espectador y el doctor Andreu (ósea sé, yo)  que realice los pasos a seguir que usted le ha indicado.  Muy bonito
     .- no, no, que yo colaboro
        .-no intente ahora arreglarlo y pase con migo a esa otra zona de detrás de la cama
     La doctora Elvira, que por su edad ya estaba de vuelta de todo, empezó a sonreír.   .-mira con el nuevo mulatito y parecía bueno e inocente cuando lo cambiamos por el borriquillo.
    El doctor Fernández, se dio la vuelta y se tapó la boca con la mano, para no desmerecer el cargo que ostentaba, aún así todos pudieron oír su risa floja; aquella habitación en poco tiempo había pasado de ser un centro de investigación a convertirse en lo más parecido al camarote de los hermanos Marx.
     .- ¿las sujeciones? ¿los catéter? ¿no piensan hacer nada hoy? Yo puedo entenderlo, incluso sentir envidia de no poder compartir estos momentos libremente, pero soy el director del hospital y el responsable de este proyecto, si esta grabación llegase a manos de la junta directiva o de la consejería, todos nuestros puestos penderían de un hilo, el mío el primero, y el sueño del que nos ha hecho participes francisco, se quedaría en eso, un sueño, así que por favor volvamos al trabajo
      Cada uno cumplió su cometido escrupulosamente; el doctor Benítez, cogió las muestras y las bajó al departamento donde un miembro del equipo de informatización lo esperaba para recogerlas y poderse ir a casa; todos dejaron la habitación excepto la doctora Santos, que se quedó sentada, pensando; a francisco le daba reparo molestarla, parecía tranquila, no estaba dormida pues mantenía los ojos abiertos, al fin se decidió al cabo de unos minutos, poniéndose de rodillas frente a ella y apoyando sus antebrazos en sus rodillas le pregunto:
.- ¿Qué le pasa doctora? ¿está usted bien?
     .-sí, muy bien
.- ¿y por qué se ha quedado aquí sentada? ¿tan pensativa?
     .-estoy satisfecha de lo que he hecho con tigo
.- ¿con  migo?
     .-sí, ahora todo está sellado, ahora tú eres Francisco
(Sonriendo).-no, yo seguiré siendo Paco y tu Linda
     .-no me refiero a eso, ya jamás serás Paco el loco, una nueva vida te espera y me siento orgullosa de haber colaborado en ello
.-lo sé Linda, yo también estoy muy orgulloso de ti, pero ahora vete a casa y disfruta de tu familia, tómate una semana de vacaciones y que le den por saco al hospital
      .-tampoco hace falta tanto, solo tengo que dejar a la doctora cada día en la puesta de entrada al salir y volverla a recoger al día siguiente al entrar
.-bueno, si entra algún día Linda, tampoco pasa nada
      .-gracias Paco, me voy a casa y tu a comer; espera, le digo a Andrés que baje a cafetería a por algo caliente, eso tiene que estar para tirar a la basura; hasta mañana
.-pásalo bien, adiós
    Mientras Andrés bajaba a por una ración de algo caliente, Andrea, se apresuró a entrar, estaba seseando poder hablar con él.
      .-bueno Francisco, ¿estás contento?
.-sí, estoy muy feliz, ¿y ahora que viene?
      .-no lo sé, tal vez te den el alta, o esperaran para algún otro estudio, no tengo ni idea, pero lo importante es que tú estás curado del todo
.- ¿sabes una cosa? A veces pienso lo que haré cuando salga, y en parte me da miedo salir de aquí
     .-no seas tonto, fuera te espera toda tu gente y gracias a la fundación, podrás seguir en contacto con todos nosotros
.-no sé
     .-díselo a la doctora Elvira, ella seguro que puede ayudarte más que yo
.-ay mi pequeñaja, cuanto os voy a echar de menos
     .-lo mismo que echabas al principio de menos a tus amigos
.-no, he entendido que eran amigotes, no creo que me esperen a la salida, excepto para curiosear; vosotros me escogisteis para curiosear y ahora sois amigos: es todo totalmente contrario
    .-para que al final me vas a hacer llorar y aún no te has ido, al proyecto le queda tiempo, preguntaré al director, yo no tengo esas respuestas
         .-ya están aquí esos calamares a la romana recién hechos y flan casero de postre
.-gracias, ya me iban haciendo ruido las tripas
          .-pues a comer
   No había terminado aún el postre, cuando dieron las señales horarias en el radio, eran ya las cinco y estaba a punto de llegar su madre; Andrés pasaba la mopa y Andrea limpiaba el polvo a toda la habitación, según iban ordenándola, colocando cada cosa en su sitio.
   Algo extraño estaba sucediendo, las cinco y cuarto y aún no había llegado la señora Carmen; lo más normal era que hubiese perdido el autobús y tuviera que esperar al próximo.
     Allá a las siete, la preocupación, se apoderaba por momentos de la situación,;  llamaron a su casa, pero nadie contestó, el teléfono de Luis, estaba apagado o fuera de cobertura, solo quedaba esperar a que llegasen noticias del exterior, por parte de quien fuese.
     Andrés y Andrea, no se separaban de él, ni un momento,  intentando distraer su atención,  se pusieron a recolocar todos los aparatos de gimnasia, a cusa de su peso, francisco tenía que ayudar para desplazarlos a su nueva ubicación;  por más que sudaban, no lograban retirar de su mente la preocupación.
       Se acercaba el cambio de turno cuando sonó el teléfono;  Francisco se apresuró a cogerlo:
.-diga, (era su padre)
    .- ¿está por ahí tu madre?
.-no, estoy preocupado, porque no ha venido
    .- ¿y de Luis, sabes algo?
.-tampoco, lo llamé pero estaba apagado
    .-bueno, no pasa nada, cuando lleguen te llamo
.-vale
    Los nervios y la impotencia, iban apoderándose cada vez más y más; al final toda su adrenalina, tuvo que reventar por algún sitio.
.-lo siento, cojo la ropa y me voy ahora mismo a buscarlos
     .- ¿pero dónde vas a ir?
.-no sé,  a buscarlos, si mi padre no sabe nada de Luis es que no ha ido a trabajar, eso es que algo grave a pasado, a él o a mi madre
         .-al final donde primero te vas a enterar de lo que pasa es aquí, que es donde van a llamar
.- ¿y por qué no han llamado ya?
    .-tranquilo, voy a llamar a los servicios de emergencias, para que veas que no ha pasado nada tan grave
.-llama a todos los hospitales, a todos sitios, pero encuéntralos
         .-la información que no nos den a nosotros, no se la dan a nadie por mucho que vayas a recorrer la ciudad
    Francisco se fue a la zona de gimnasia y se uso a levantar pesas,  para no descargar su frustración, con quien no tenía culpa.