martes, 25 de febrero de 2014

Angélica- 20.- El miedo guarda la viña


    Sor Beatriz cogió un taxi directo al obispado.
       En el convento la superiora estaba que se subía por las paredes. Al arrancar el teléfono, había quedado totalmente incomunicada con el exterior, paseaba por el pasillo vacio arriba y abajo, nadie se quería cruzar en su camino.
   Cuando la hermana llego al obispado, el señor obispo no estaba, tardaría un rato en volver. Se sentó en la escalera y decidió esperar a su vuelta, ante la mirada extraña del secretario.
    Por suerte o por desgracia el destino quiso que un coche, Hiciese sonar el claxon a las puertas del recinto amurallado. Un matrimonio que se había perdido por aquellas carreteras de dios y quería saber cómo volver a la ciudad.
       La madre, salió corriendo a su encuentro.
          .-nos podría indicar como llegar a la ciudad, nos hemos perdido
      .-yo les indico, voy con ustedes y así no se vuelven a perder
      El matrimonio se miró sorprendido
           .- ¿pero como vuelve luego?
     .-ustedes no se preocupen, coincide que tenía urgencia de ir esta misma mañana
          .-serán cosas del destino
      Aunque por cuestiones administrativas, la madre se acercaba a la ciudad cada dos o tres meses, su cuerpo no se hacía a tanto ajetreo y convulsión
      Cuando llegaron a la ciudad. Una parada de taxis.
   .-pare, pare aquí.
       Se bajó como alma que lleva el diablo, sin decir ni adiós.
        .-vaya monja más rara, ¿no se habrá escapado del convento?
            .-por mí, como si se va de excursión, podía haber dicho por lo menos adiós
    .-buenas lléveme directamente al obispado
        .-si señora

    A la hermana ya le dolían las posaderas, se levantaba, daba una vuelta por el portal y se volvía sentar.

  Mientras la hermana se desesperaba por la larga espera; el padre llegó a la pensión donde lo estaba esperando la dueña.
       .-buenos días,  ¿qué tal el viaje?
    .-bien, ¿y Angélica?
       .-tranquilo, está bien, lo está esperando en la habitación
    .- ¿pero qué ha pasado?
       .-no sé, lo único que me ha dicho la hermana, es que no dejase pasar a nadie, ni aunque viniese la guardia civil y la verdad me ha asustado un poco
    .- ¿en qué habitación está?
       .-vamos, lo acompaño
.-PAPÁ
    .-ya estoy aquí cariño, ¿estás bien?
.-sí, bueno un poco preocupada por Sor Beatriz
    .-no te preocupes, se sabe defender sola
.-tengo muchas cosas que contarte, muchas dudas, muchas preguntas y ninguna respuesta
    .-pues si te puedo ayudar, para eso estoy yo aquí
   Angélica le conto lo ocurrido el domingo por la noche y lo que le había dicho la superiora; todo lo que había pensado durante lunes y martes, después, su nuevo y frustrado por Sor Beatriz intento de suicidio; terminando su relato con la bronca entre la madre y la hermana de por la noche y la de esa misma mañana, tras la cual se fugaron las dos del reformatorio en el coche del cartero.
.-quisiera entender todo, pero no entiendo nada, necesito saber la verdad de principio a fin
    .-está bien pero ten paciencia. Empezaré contándote como nos conocimos tu madre y yo, el porqué nos casamos, el motivo de nuestras repetidas infidelidades y a qué acuerdo llegamos cuando llegó el momento de la separación, el motivo ya lo sabes, fue la gota que colmó el vaso
   El padre comenzó a hablar, sentado en la cama de al lado, trente a frente y mirándola a los ojos.
    Ella, escuchaba atentamente cada palabra. Cuando terminó su relato, Angélica tenía preparada en su mente una batería de preguntas.
    .-Espera.  Antes de que preguntes nada, tengo que contarte la verdad sobre mis sentimientos contradictorios después de la separación
   Le comento la mezcla de amor y odio, de cómo llego a sentir indiferencia y de lo arrepentido que se había sentido cuando aclaró sus ideas sobre sus sentimientos hacia ella.  Su niña, lo dijese quien lo dijese jamás dejaría de ser su hija; porque él y solo él era su padre.
    .-ahora ya puedes preguntar lo que quieras
.-ahora no me quedan preguntas que hacer, tú ya me las has respondido todas
    .-Angélica, ¿quieres seguir siendo mi niña?
.-nunca lo he dejado de ser.

     Por fin en el obispado, se acabó la espera.
      .-Señor obispo, tengo necesidad de hablar con usted urgentemente
           .- ¿Ha solicitado audiencia?
      .- no, pero me acabo de escapar con una interna del convento virgen de las Nieves
           .- ¿ustedes otra vez?, ¿no será Sor Virginia?
      .-soy sor Beatriz
           .-pase al despacho y siéntese. A ver ¿qué pasa ahora?
      .- vengo a solicitarle el traslado a otro convento, la superiora nos ha engañado a todos, todo por salvarse de del reportaje televisivo que se estaba preparando y….
           .-pare, pare un momento, ¿esto no será un ataque de envidia?
      .- ¿envidia de qué?
          .-de que yo no accediera a nombrarla madre superiora a usted
     .-que yo no quiero ser superiora
    En ese momento se oyeron voces en las escaleras, al momento Sor Inmaculada irrumpió en el despacho de forma brusca.
.-está aquí, lo que me temía
           .-perdone pero, ¿le ha dado alguien permiso para entrar?
.- se ha fugado con una interna sin mi permiso
      .-Me he marchado y punto y si quiere aquí le dejo mis hábitos, aunque me tenga que ir desnuda a la calle
           .-esto no me había pasado nunca, es intolerable su comportamiento, o lo arreglan ustedes o lo arreglo yo. Siéntense cada una a un lado de la mesa y no  digan ni una sola palabra más sin mi permiso...
    --El obispo llamó a su secretario--.
            .-siéntese frente a mí y a ver si entre los dos somos capaces de solucionar esto.
.-yo no tengo porque aguantar la insolencia de esta hermana
            .-he dicho que ni una palabra. Hermana, usted hizo voto de obediencia y veo que no lo ha respetado, ¿qué tiene que decir a eso?
      .-siempre lo he tenido en cuenta, pero ese voto no me obliga a admitir que la madre descargue su ira sobre una niña que jamás debiera haber entrado allí
            .- ¿es eso cierto madre?
.-yo solo le conté la verdad
      .-hay maneras
              .-que se calle, ahora está hablando ella
.-la vista de su custodia está próxima y mejor enterarse de la situación lo más rápido posible, para que tuviese tiempo de asimilarlo
              .-según el sacerdote del convento, usted fue quien más ímpetu puso en que la madre no fuera destituida
     .-sí, creo que es la más capacitada para ese cargo y creía ciegamente en el cambio de comportamiento que había demostrado, pero después de la noche del sábado, me demostró que todo era teatro para salvarse de los tribunales y que no poner su nombre en entre dicho
             .- ¿sábado, que paso el sábado?
.-en la biblioteca la noche del sábado, cuando todas dormían, tuvimos una conversación en la que me enteré de las andanzas de la hermana en la ciudad, cuando vino con la interna a los exámenes de septiembre
             .-por cierto, ¿qué pasó con los exámenes?
        .-aprobó todas con notas altas
             .-me alegro. Sigamos. Creo que esto solo tiene una solución. Me voy a comer, cuando vuelva, o lo han arreglado hablando como personas civilizadas, reconociendo sus errores y mal entendidos o me veré obligado a poner de superiora a Sor Virginia y tomar medidas drásticas en contra de las dos.  Les prometo, que nunca olvidarán esta reunión, por muchos años que pasen. 
      --el obispo marchó junto a su secretario --  
    El silencio, solo era interrumpido por el respirar rabioso de las dos.  Sor Beatriz de pronto se decidió a hablar.
     .- ¿Quiere saber por qué?
.-sí
    .-a raíz de su brusquedad, Angélica ha intentado volverse a suicidar. La pude agarrar por suerte, un segundo más y habría caído al vacío
.-no sabía nada
    .-pues ya lo sabe
.-lo siento
    .- ¿Por qué fue tan directa? ¿Por qué no hacerlo poco a poco? Sobra tiempo, yo se lo podía haber contado con su permiso tarde tras tarde sin destruir toda la ilusión que tenía de vivir
.-los cambios de los que usted ha hablado eran ciertos, incluso me sentía bien con migo misma, pero esa noche las vi a las dos tan... no sé, como hacía tiempo que no veía a nadie. La envidia, los celos, las dos cosas cegaron mi mente y por eso propuse la reunión del domingo.
    .- ¿pero está loca o qué?
.-solo quería hacerles daño, que ella viera, que usted igual que yo le habíamos estado ocultando la verdad, pero no pensé en las consecuencias
     .-se da cuenta, ha destruido todo lo que con tanto afán habíamos logrado juntas
.- ¿y Angélica?
    .- ¿de verdad le importa?
.-estoy arrepentida y me gustaría decírselo también a ella
    .-¿ahora tiene miedo de la reacción de los medios con su padre a la cabeza?
.-no, jamás lo he tenido, le prometo que en ningún momento la engañé y que cuando dije que me enfrentaría yo sola como única culpable ante la justicia lo decía y lo digo de todo corazón
      .-lo siento madre, pero la duda es más fuerte que las ganas de creerla
.-lo entiendo, deme otra oportunidad. Para que Angélica deje de estar con nosotras faltan un par de meses como mucho y le prometo que una vez esto ocurra, pediré el traslado a otro convento si así lo sigue queriendo.
   -- el obispo volvió abrir la puerta --
              .-bueno ya terminé de comer, ¿cómo prefieren salir de aquí? Juntas o por separado
      .-juntas
.-juntas
            .-no quiero volver a oír hablar de ustedes en lo que me resta de vida, ni siquiera para bien. Por cierto, esperen, tengo algo en el cajón para ustedes
     Sacó dos sobres lacrados.
            .-es la autorización para asistir como testigos a la vista de adopción de Angélica
.- ¿pero y esto?
             .-las paredes oyen y las noticias vuelan, no me decepcionen.
      Al despedirse las dos se arrodillaron para besar su anillo.  Salieron a la calle, la hermana cogió la mano de la madre.
   .- ¿juntas?
       .-con su ayuda espero que sí
   .-para mí, tampoco será fácil
       .- ¿por cierto y Angélica?
   .-con su padre, ahora vamos a por ella
      .- ¿con su padre?
   .-sí, yo lo mandé venir para que la cuidase mientras yo no estaba con ella
      .-perdone, pero sigo teniendo envidia de usted por ser como es
   .- ¿me deja que le haga ver algunas cosas de manera diferente?
      .-no entiendo
   .-cojamos un taxi y volvamos a la pensión, que me estarán esperando

lunes, 24 de febrero de 2014

Angélica-19.- Cómo gatas en celo

   Al día siguiente el padre de Angélica, volvió a llamar como habían convenido. La superiora, después de agradecerle su preocupación, dejó que él, expusiese su planteamiento.
.-de verdad que se lo agradezco, pero creo que es mejor dejar las cosas que sigan su curso y que sea lo que dios quiera
    .-de todas formas estoy a su entera disposición
.-gracias lo tendré en cuenta
    Esa tarde recibió otra llamada. Era el periodista local. Según la información que había llegado a sus oídos por fuentes fidedignas bien informadas, el gerente de bienestar social, hacía tiempo que había suprimido las trabas en los despachos para retrasar lo de Angélica, por lo que en breve se daría fecha para ver su caso.
    Terminada esa llamada, marco el número del abogado, para concretar día y hora, para lo antes posible.
    El viernes por la tarde, recibió la visita del abogado y un representante de la asociación.  Con ellos se comprometieron tanto ella como Sor Beatriz, a testificar para favorecer la acogida por parte de esa familia.
    Sábado noche. Como estaba previsto, cuando todas ya dormían, se reunieron en la biblioteca mirando las estrellas detrás de aquel ventanal. Las dos fueron contando todo lo ocurrido a la madre lo ocurrido aquel viernes con pelos y señales. Todo, hasta lo sucedido en la discoteca y el sábado por la mañana en la iglesia.
    Su cara pasaba en segundos de estar sorprendida a hacer muecas de sonrisa, en ciertos momentos se mostraba aterrorizada por la que estaba oyendo. Cuando terminaron el relato, eran ya las cinco y media. Había que irse a dormir,
      .-gracias por ser tan sinceras
   .-le prometí que se lo contaríamos todo
      .-mañana aquí a la misma hora, nosotras también tenemos algo que contarte
.- ¿a mí?
      .-sí a ti, es muy importante y tienes que saberlo lo antes posible
   .-madre, ¿está segura?
      .-sí, aquí secretos tenemos todas, incluso Sor Beatriz
    Cada una a sus aposentos, aunque la madre, no pudiese pegar ojo después de lo escuchado, tenía una sensación rara en el cuerpo, no entendía por qué tenía que ser Sor Beatriz y no ella la protagonista de aquellas aventuras.
   Aquella intimidad creada entre la hermana y la mocosa la ponía del hígado, solo deseaba que saliese pronto el juicio, contra antes se dictase sentencia, antes desaparecería de sus vidas aquella mierda de angelito.
   Cuando tuviesen que ir a la ciudad, iría ella sola con Angélica, el testimonio de Sor Beatriz, no debía tener relevancia.
    Hasta entonces, seguiría como si nada hubiese pasado. Tal vez el apoyo de la hermana, aún le podía ser útil para cualquier inesperada eventualidad que pudiera surgir.
     La noche del domingo se volvieron a encontrar, misma hora mismo sitio. Sor Beatriz callaba, apoyando su hombro en el marco de la ventana.  La madre, con los brazos cruzados, comenzó a relatar los hechos a Angélica con rostro afligido, mientras esta sorprendida, intentaba asimilar la cascada de información desconocida sobre lo ocurrido en el exterior.
        .-sí, Angélica, sí. Hay una familia que te quiere en acogida hasta que cumplas la mayoría de edad, y yo pienso declarar para que eso ocurra.   También es cierto que he mandado varios informes favorables al juzgado con respecto a tu impecable comportamiento, aquí están las copias selladas por el registro para que veas que es cierto.   Últimamente tu madre, también ha reclamado tu custodia, pero no la apoyaré, es una jugada retorcida que si puedo no voy a permitir. Aunque pueda parecerte extraño, el único que no reclama tu custodia en tu padre, pero tiene un motivo fundado y para que lo entiendas te tengo que contar una cosa que no sé cómo te afectará
    .-madre, ¿cree que es necesario?, ¿no lo puede dejar para otro día con más calma? por hoy creo que ya es bastante
       .-ya está bien de ocultarlo todo, mejor de una vez y se acaba la historia
.-termine, quiero saber toda la verdad, si no, no haber empezado
       .-bien, aparte de sus problemas habituales, hubo algo que fue el detonante para su separación.  Tu madre le confesó que tú no eres su hija, eres fruto de un desliz en un viaje de negocios.  Él te quiere incluso más que antes, pero si pretendiese tu custodia con una simple prueba de ADN, tendría perdida tanto la custodia como el posible régimen de visitas
   .-entiende a la superiora, debías saberlo antes de que enterases en el juicio
        .-perdona, pero en poco tiempo se celebrará y mejor que tengas tiempo para asimilarlo
.-esto es una mierda, todo lo que he trabajado para nada
    .-no digas eso
.-y usted, bien callado se lo tenía. Ojala que aquel día no hubiesen llegado a tiempo y así se habría acabado todo de una puta vez
         .-por favor Angélica
    .-cálmate, ven dame un abrazo
.-que le den por culo
    Salió dejando la puerta abierta y se subió a desahogarse, metió la mano por dentro del almohadón y no paró de destrozarla a pellizcos hasta hacerle un gran boquete.
   Sor Beatriz, derrotada, la superiora orgullosa, quedaron calladas tras el ventanal mirando el universo hasta el amanecer.
   .- madre, ¿no cree que ha sido demasiado directa? se lo podía haber ido diciéndoselo yo poco a poco por las tardes
        .- ¿y a que estaba esperando?
    .-me voy a mi cuarto hasta la hora del desayuno
        .-yo también
    Angélica estaba hundida en la miseria. Su madre, la había engañado todos estos años. Su padre en realidad no era su padre, las personas en las que confiaba, le habían estado ocultando la realidad.
    Ella solo era una rata de laboratorio, con el que todos pretendían mercadear, al final sería entregada como una esclava al mejor postor. Tal vez incluso para la hermana y la superiora, solo había sido una excusa para lavar su imagen mostrando sus logros como se muestra a un mono de feria.
    Ni el lunes ni el martes apareció por la biblioteca y las tareas que tenia asignadas, estaban sin realizar.  Se levantaba, hacía su cama y se salía al patio sin ni siquiera desayunar. Se tumbaba bajo un ciprés que había cerca del muro y allí se pasaba las horas mirando al cielo.
    Todas pasaban de ella. No sabían nada de lo ocurrido. Pensaban que tenía permiso de la superiora para hacerlo.
    Sor Beatriz la miraba a través de los cristales, pero no sabía que podía decirle, no se le ocurría de que manera pedirle disculpas y a la superiora le daba lo mismo, cómo siempre se pasaba casi todo el día metida en su despacho.
    El miércoles, por la mañana llegó otra carta certificada dirigida a Son Inmaculada, llevaba el membrete del obispado y debajo de él estaba escrito a mano y entre paréntesis: (abrir y leer junto a todas las hermanas)
     A la hora de la comida, llamo que se acercasen a Sor Úrsula y a Sor Lupe, que estaba de cuidadora en el comedor de las internas.
        .-hermanas, he recibido una carta del obispado y me indican que debo de abrirla y leerla en presencia de todas.
     Después de leer atentamente su solicitud y valorar con tranqui- lidad la situación descrita por el sacerdote que realiza los oficios religiosos en su capilla, decido:
Denegar la solicitud hecha por  Sor Inmaculada de ser reem- plazada como superiora por Sor Beatriz.
Denegar la solicitud de Sor Inmaculada de petición de cese en sus labores en la congregación.
Reafirmar a Sor Inmaculada,  como madre superiora, teniendo en cuenta su experiencia e ido- neidad para llevar a cavo la reforma interna de la institución, con el fin de adaptarla a las necesidades que en estos momentos se reclaman, para la mejor inte- gración en la sociedad de las internas, que allí cumplen su reclusión por orden judicial.
    Sor Virginia vio frustrada su ambición, pero el resto de hermanas lo vieron como la mejor opción para salir de aquella situación de intranquilidad que producía la incertidumbre del futuro.
     Esa misma tarde, Sor Beatriz, miraba como siempre desde la biblioteca hacia el ciprés del patio. Qué extraño, Angélica no estaba tumbada a su lado.   Salió a ver si la veía, quizás se había escapado o simplemente, había decidido cambiar de sitio donde meditar.
     No estaba por ningún sitio, ¿se habría escapado de verdad? No lo más seguro estaría en el dormitorio.   Al mirar hacia arriba la vio, estaba allí, en el segundo piso, una especie de almacén que se utilizaba como trastero para cosas obsoletas.
    Al verla sentada en la ventana con las piernas colgando por la parte de fuera contra la fachada, no se lo pensó dos veces.  Subió corriendo las escaleras, entró y la agarró con fuerza justo en el momento en que su cuerpo se inclinaba hacia delante para precipitarse al abismo.
.-suélteme hermana
    .-no voy a permitir esta locura
.- ¿no lo ve? Esta vida no merece la pena
    .- ¿Cómo que no? Perdóname por no haberme acercado a habar con tigo, pero no sabía que decirte
.- ¿y ahora lo sabe?
    .- no ¿para qué te voy a engañar?   
.- deme una sola razón para vivir o déjeme intentarlo. Si sale bien, se habrá acabado mi sufrimiento
    .- ¿y si sale mal?
.-pues un tiempo en el hospital y luego me traerán aquí otra vez y volveré a llevarme todos los castigos, a fregar los suelos yo sola y mi soledad, me hará olvidar la realidad, como hice los primeros meses que pasé aquí
    .-no seas boba, te prometo que nadie sabrá lo sucedido aquí arriba
.-está bien, pero no crea que esto acaba así, mi final, el cómo y el cuándo, lo decidiré yo, siempre que no me pille un coche o me caiga una teja
     .-vamos pequeña, bajemos a la biblioteca a tranquilizarnos un poco
.-por mí no lo haga, estoy más tranquila que nunca
      .-hazlo por mí
.-de acuerdo, pero tenemos una conversación pendiente. No se me ha olvidado
    Antes de la hora de cenar, la superiora siempre estaba en su despacho. Sor Beatriz entro sin llamar como un torbellino.
    .- ¿ve lo que ha pasado? Había que habérselo contado poco a poco
       .-era necesario que lo supiese
   Su rostro déspota e indiferente, delataba la hipocresía con que estaba contestando.
   .-bien nos ha engañado, es usted una vieja amargada
        .-Un respeto soy su madre superiora
   .- ¿mi superiora? Y una mierda. Mi superiora es la persona que hacia las reformas porque se había dado cuenta de sus errores
        .- ¿Quién ha hecho las reformas?
   .-usted no, lo único que ha hecho, ha sido intentar salvar el culo
       .-salga inmediatamente de mi despacho
   .-si el padre de Angélica no hubiese llevado a cavo la investigación, todo seguiría igual y encima él, intentando salvarla de la quema
       .-te he dicho que salgas de aquí
   .-y yo te he dicho que no me da la gana. Me vas a oír te pongas como te pongas y que lo escuchen todas, no me importa
       .-prepárate, esto te va a costar caro
   .-me importa un bledo, o cambias de aptitud o te cambio yo, aunque para eso tenga que llevarte a los juzgados
    Con un portazo cerró la puerta y se dirigió directamente a su cuarto, sin cenar y tampoco aquella noche acudió al último acto de oración.
   Las voces se habían escuchado en todo el convento. Era tal la conmoción que nadie se atrevió a hacer el mínimo comentario. La sonrisa malvada de Sor Virginia, contrastaba con los rostros serios del resto de hermanas.
   A la mañana siguiente y después de meditar un rato en la biblioteca, Sor Beatriz volvió a irrumpir en el despacho.
        .- ¿qué hace usted aquí?
    La hermana llevaba en la mano el carnet del padre de Angélica, en el que estaba apuntado su número de móvil.
   .-vengo a llamar por teléfono
        .- ¿y quién le ha dado permiso?
   .-a mi no me prohíbe nadie comunicarme con el exterior, y menos usted
       .-salga ahora mismo y manténgase recluida en su cuarto hasta nueva orden
   .-salga usted, si no quiere que la saque yo arrastras
      Llena de impotencia y rabia, ante la diferencia de fuerza entre ambas, la madre salió abriéndose paso entre quienes habían acudido al oír los gritos, con el teléfono arrancado de cuajo entre sus manos.
   .-Angélica, vamos a la puerta de entrada
    Faltaba poco para las nueve y media, a esa hora solía llegar el cartero. Por suerte había correspondencia, una carta que dejó encima de una mesita que había a la entrada ante la ausencia de la superiora.
   .-por favor, ¿nos puede usted llevar a la ciudad?
          .-pero aún me quedan un par de pueblos por repartir y aquí solo coge una en el asiento
   .-da igual, iremos más apretadas
   El cartero accedió a llevarlas, era una situación en la que no sabía cómo hacer lo correcto.
   .- ¿tiene móvil?
      .-sí, claro
   .-déjemelo por favor. Angélica, llama a tu padre, que venga a la ciudad y que te encontrará en la pensión
.-pero tardará al menos tres horas
   .-da igual, dile que perdone, pero es necesario que te cuide hasta que termine yo de hacer unas cosas
.- ¿qué cosas?
    .-ya lo sabrás
.-PAPÁ
      .-hola Angélica, ¿qué pasa?
.-Sor Beatriz me dice que vengas a la ciudad y que te reúnas con migo en la pensión, es urgente
      .- ¿pero qué ha pasado?
.-que va a ir no sé donde, por que no me lo quiere decir y quiere que estés aquí con migo hasta que ella vuelva, no sé más. Bueno sí, pero eso lo hablaremos cuando llegues
     .-tardaré al menos un par de horas
.-da igual, tú ven y que no te importe que sean tres, yo estoy perfectamente, así que tranquilo por la carretera, te espero a la hora de comer
      .-llegaré antes
.-bueno sin prisas
   Después de un tortuoso viaje, llegaron a la ciudad.
    .- ¿haría el favor de acercarnos a esta dirección?
        .-de acuerdo, pero quien me mandaría a mí
    .-el señor
       .-pues cuando lo vuelva a oír, ya sé que lo mejor es no hacerle caso
    .-el señor nunca se equivoca y seguro que premiará su buena voluntad
        .-no se preocupe, no me cuesta ningún trabajo, de todas formas paso cerca de allí
    Llegaron a la pensión, como es normal nadie las esperaba.
    .-señora, señora
        .-hermana, ¿como ustedes por aquí?
   .- ¿está libre nuestra habitación?
        .-sí
    .-Angélica, que se quede en ella, hasta que llegue su padre y luego que esteren hasta que yo vuelva
       .- ¿pero pasa algo?
    .-nada de importancia. Por cierto; ¿me podría prestar dinero para el taxi? tengo que ir a un sitio
        .- ¿cuánto quiere?
    .-lo suficiente para ir a la otra punta de la ciudad y volver
        .-tenga cien, así estamos seguras de que le sobre
.-hermana yo quiero ir con usted
    .-donde voy, tú no puedes venir, sube a la habitación y espera a que llegue tu padre
        .- ¿pero pasa algo grave?
     .-poca cosa. Y venga quien venga, usted no nos ha visto, aunque sea la guardia civil
        .-me asusta hermana
     .-no se preocupe, se lo que hago
  Angélica se subió a la habitación. Estaba preocupada, no sabía si se dirigía a la comisaria a poner una denuncia, al obispado a dar una queja o tal vez volvía al convento a enfrentarse con la superiora;  ¿porqué dejarla en un sitio seguro?,  ¿para prevenir represalias hacia ella?

domingo, 23 de febrero de 2014

Angélica-18.- notificaciones


    El martes llegó el pedido de las camisetas, a la madre, no le pareció mal, pero recriminó a Sor Beatriz por no habérselo consultado y cometió el error de hacerlo en la comida, en la que todas estaban presentes.
    Aquella nueva clase de los sábados y la licencia que se había tomado la hermana para hacer compras sin permiso, era la baza que esperaba Sor Virginia para que el obispo viese los desmanes económicos y morales que estaba produciendo aquella situación.
   El sacerdote en confesión, preguntó a todas las hermanas, su posicionamiento en aquel conflicto.  La mayoría estaban a favor de Sor Virginia, excepto alguna indecisa y Sor Úrsula, que enseguida fue con el cuento a la superiora.
    .-madre, perdone mi intromisión, pero creo que es mi deber informarle de que hay hermanas que pretenden que sea usted sustituida por Sor Virginia y lo están haciendo de tapadillo, que es lo que me molesta
        .-gracias por su lealtad, pero ya estaba informada. Si el obispo cree conveniente que ella sea la superiora, merecerá todo mi respeto y si no, olvidaremos todo este episodio e intentaremos restablecer la harmonía en esta comunidad.
    El sacerdote hizo llegar al obispo en persona la información recibida.  Este lo escuchó atentamente para posteriormente, debatir la cuestión con su secretario y persona de confianza, para tomar una rápida decisión.
   A los pocos días llegó una carta. Por fin las notas de Angélica. La superiora la guardó en su bolsillo y no dijo nada. Tenía tanta confianza en los resultados que prefirió callar hasta la hora de la comida.
    Sor Beatriz y Angélica, habían diseñado un plan de estudios para que cualquier interna que pasase allí tres meses (espacio demasiado reducido para lo que era habitual)  saliese de allí sabiendo las cuatro cosas básicas para enfrentarse a la vida. Algo tan simple como: leer escribir, sumar y restar. Para evitar que fuesen engañadas por el primer desaprensivo que se cruzase en su camino.
    La superiora esperó en su despacho hasta que estuviesen sentadas y comenzando a comer.  Una palmada resonó en el comedor. 
    .-Angélica, acércate aquí
.- ¿qué quiere madre? 
    .-Sor Úrsula, diga a las hermanas que dejen de comer y vengan todas aquí. Será un momento.
   Querían mirar por encima del hombro, pues les iba a dar motivos.
     Una vez reunidas:
     .-Aquí lo bueno y lo malo, nos afecta a todas. Aquí tengo un sobre.  Sor Beatriz, ábrala y lea en voz alta su contenido
       .-vamos a ello
    .-por favor, sáltese la paja que la conozco
       .-por el membrete deben de ser las notas de Angélica. Esta vez pasando del encabezado, voy directamente al grano.
Biología y geología...................9.0
Física y química........................8.5
Ciencias sociales.......................9.0
Educación física.......................7.5
Lengua castellana......................8.7
Literatura..................................9.5
Idioma (inglés).........................8.5
Matemáticas..............................9.7
Plástica......................................9.0
Música.......................................8.5
Tecnología.................................9.7
Religión.....................................8.0
      .-y eso es todo, enhorabuena Angélica
  .-todo el merito es suyo, un aplauso para Sor Beatriz
      El aplauso era más efusivo dependiendo de quién, contra más expresivas eran las palmas de Sor Úrsula y la superiora, Más se reflejaba la rabia en el rostro de Sor Virginia.
      Las hermanas volvieron a su comedor, excepto Sor Beatriz que estaba de cuidadora esa semana. Al salir Sor Úrsula y la superiora, cruzaron sus maliciosas miradas.
     .- ¿ha visto la cara de amargada?
       .-pues claro
    .-que dios me perdone, pero que se fastidie
       .-hermana hay que saber perdonar
    .- ¿y usted que piensa madre?
       .- ¿yo? que dios me perdone, lo mismo que usted.
     Se echaron a reír, Sor Úrsula entró en su cocina y la madre siguió hasta el comedor donde entró mirando a la cara de todas, para ver de qué pie cojeaba cada una.
     Muchas caras largas y alguna más bien indiferente. Una sola, con el gesto de agrado por la noticia. Solo con eso le bastaba para seguir adelante. Se sentó a la mesa y sin cortarse un pelo:
     .- Gracias sor consuelo
.-de nada madre
    La comida siguió en silencio absoluto, como era costumbre.
     Por la tarde, en la biblioteca (sin armar mucho jaleo) las dos tenían su fiesta particular, estaban súper contentas de las notas.
     La superiora que estaba oyendo las risas desde su despacho, se acercó para compartir con ellas su alegría.
     Al momento por sorpresa, apareció la cocinera. Habia hecho un flan de huevo, para esas dos picaras
          .-perdone madre, no sabía que estaba usted aquí, me he tomado la libertad de hacer un flan
       .-pase lo compartiremos
          .-pequeño no es
.-la mitad solo para Sor Beatriz
   .- esta mocosa, no se puede callar
        .-un momento, falta alguien
   .- ¿quién?
        .-ahora vuelvo, vaya a por cinco platos y cucharas
   Al momento allí se presentó con Sor Consuelo
        .-es la única que ha demostrado su alegría por la buena noticia. Sé que no debería hacer esta discriminación, pero no me apetece que hoy haya aquí nadie más.
     A sor Virginia se la llevaban los demonios al pasar frente a la puerta y reconocer por las voces quienes estaban dentro. Pero contra más la ignorasen, más dulce sería su venganza.
    Al día siguiente una carta certificada de un despacho de abogados. ¿Sería la denuncia que estaba esperando por lo cometido tiempo atrás? tenía asumido que tarde o temprano llegaría. No se atrevió a abrirla, la guardo en el cajón y por la tarde tranquila vería como afrontar sus consecuencias. Lo único que le incomodaba era que Sor Virginia pudiese salirse con la suya.
    Justo, cuando la sacaba del cajón para abrirla sonó el teléfono.
      .-buenas tardes ¿sor Inmaculada?
.-sí, soy yo
      .-soy el padre de Angélica
.-ya. Ya me ha llegado la denuncia, no le reprocho nada, es su trabajo
      .- ¿denuncia? ¿Que denuncia?
.-la que iban a interponer con su investigación  
     .-perdone, pero eso se paralizó en el mismo momento en que hablé con usted
.- ¿entonces?
     .-no sé
.-si no le molesta, me llama dentro de diez minutos, que me está comiendo la moral la duda
     .-de acuerdo, en diez minutos la vuelvo a llamar.
    Abrió el sobre. Unos abogados se ponían en contacto con ella, para concretar una reunión con sus representados para fijar su posición en la vista que se realizaría próximamente, de la cual estaban esperando confirmación de fecha.
    Rogaban llamase lo antes posible al teléfono arriba indicado, para confirmar día y hora en la que recibir a dos miembros de: A.P.D.M. (asociación para la protección de derechos de las menores).
   La cosa estaba clara. Su cabeza pendía de un hilo.
    El teléfono volvió a sonar.
      .- ¿Sor Inmaculada?
.- si lo que me temía, la carta es de los abogados de una asociación de de derechos del  menor
     .-ah, ¿pero es eso?
.- ¿y lo dice así? ¿No se da cuenta?
     .-esa asociación sabe todo lo sucedido, y el esfuerzo realizado en adaptar a los tiempos la institución con las mejoras realizadas para el bienestar y dignidad de las internas
.-es igual, no se preocupe, me lo tengo bien merecido
    .-no me ha entendido. Son los abogados que representan a la familia que reclama la acogida de Angélica y quieren que usted y sor Beatriz vayan como testigos de su comportamiento
.- ¿Cómo testigos?
     .-claro, usted me dijo que estaban dispuestas, cuando nos vimos y estuvimos hablando del tema
.-perdone, tiene razón, se me había olvidado
     .- ¿ya está tranquila?
.- ¿y entonces usted, para que llamaba?
     .- para saber su opinión de lo que comenté con Sor Beatriz
.- ¿cuándo?
     .-pues el día después de terminar los exámenes Angélica
.-espere me estoy perdiendo
    .- ¿entonces, no le ha comentado nada?
.-por favor, mejor llame mañana y ya hablamos
     .- ¿le viene bien a esta hora?
.-sí, me parece bien
     .-pues hasta mañana
.-espere, espere
     .- ¿qué quiere?
.-perdónenos, se nos había olvidado.  Angélica ha aprobado todas del de 4º, con un ocho como mínimo en todas las asignaturas, la carta nos llegó ayer y con la alegría nos olvidamos por completo de usted. Espero acepte mis disculpas
    .-lo importante es que haya aprobado, estaba muy ilusionada con superar ese reto
.-de todas formas, llame dentro de de cinco minutos, que voy a avisarla para que hable con usted
     La superiora se acercó hasta la biblioteca
    .-Angélica
.-sí, madre
   .-vete a mi despacho, en unos minutos llama tu padre, ya sabe lo de las notas y quiere felicitarte
.-gracias madre
   .-se me olvidaba, cuando termines de hablar, no salgas del despacho hasta que legue yo y no hay escusas, allí sentada hasta que yo diga. Si quieres estar hablando todo el rato con tu padre, no me importa
   Angélica se fue al despacho para esperar la llamada, dejándolas solas a las dos.
    .-siéntese Sor Beatriz
       .- ¿usted no se sienta?
   .-no, prefiero estar de pie
       .- ¿qué quiere madre?
   .-cuéntemelo usted, que bonito, se va a la ciudad, se ve con el padre de Angélica, mantiene una charla amablemente con él y me oculta la conversación, que no me importaría, si no hubiera sido sobre mi persona, o eso me ha dado a entender
       .-se me olvidó
   .-allá usted, pero no me esperaba esto
      .-es solo un mal entendido
   .-no debería ni decirle nada, pero le daré la oportunidad de explicarse por ser usted
       .- el padre de Angélica quería sacar la noticia de todos los cambios que ha efectuado en la institución, para reforzar ante la opinión pública la labor que ha realizado y su honestidad. Ponerla como ejemplo de los avances de las religiosas, para adaptarse a los tiempos en beneficio de las internas que tienen a su cargo
   .- ¿pero eso?, ¿para qué?
      .-para así apoyar indirectamente ante el obispado, para que revoque su petición de cese como superiora.
   .-están todos locos, solo en las manos de dios está mi destino
      .-si yo se lo iba a contar todo, pero cuando me mandó callar, que no quería saber nada más y que hiciese lo que me diera la gana, se me olvidó comentárselo y le prometo que no me había acordado hasta ahora que lo ha mencionado usted
   .-yo, ya le pedí disculpas
       .- ¿porqué?
   .-vamos que ayer tarde se nos olvidó llamarlo para darle la noticia de las notas
       .-es verdad, vaya despiste
   .- mañana hablaré con él y aclararé todo, de todas formas mejor dejar las aguas tranquilas
        .-madre de verdad, no ha sido mi intención ocultarle nada
    .-déjelo, otro día nos sentamos y me cuenta lo que hicieron el viernes que se quedaron con la escusa de descansar
         .-le prometo que no me dejaré ni un detalle, pero no sé si lo entenderá
    .- ¿qué me está, llamando tonta, o quiere que me olvide para no contármelo?
        .-me comprometo a empezar hoy mismo a escribir todo, para que el día que nos sentemos no se quede nada en el tintero
    .- ¿qué tal le parece el domingo por la tarde, dando un paseo por la parte exterior del muro, para evitar escuchas no deseadas?
        .-no
    .- ¿cómo?
       .-es el último favor que le pido
   .-no empecemos
       .-en serio, el sábado por la noche, cuando todas duerman, aquí, tras este ventanal y que esté Angélica, para que agregue detalles que se me puedan haber olvidado
   .-me parece una locura
       .-le prometo que no se arrepentirá
   .-lo único que sé, es que me vais a volver loca entre las dos
       .- ¿eso es un sí?
    .-si pesada
       .-gracias madre
   .-adiós, por hoy ya he tenido bastante