martes, 31 de octubre de 2017

Marcela Barrientos



Muchas gracias a Marcela Barrientos, por el poema dedicado a mi hija Raquel...
RAQUEL.
. Tu historia,dulce niña,
ha llegado a mi corazón,
sos la prueba que todos
tenemos algo especial.
Tu sonrisa es ejemplo
de amor y una motivación
para todos los que perdimos
lo que es esencial.
Tu ejemplo es motivo
para creer en lo imposible,
agradezco a tu familia
que nos ha dejado conocerte.
Tu alma es tu parte más visible
dentro de lo invisible
por lo que desde lejos,sólo
quiero estos versos ofrecerte.
Marcela Barrientoss 31/10/2016


lunes, 30 de octubre de 2017

Olvidado



     Hoy día de los difuntos,
las puertas están abiertas
los mármoles relucientes
adornados con sus flores,
y unas velas iluminan
las placas metalizadas
donde se escriben los nombres.
     Los angelitos y cruces
haciendo de cabecera
y a los pies, la nada.
   El cemento desgastado
por quien se para a mirar,
o por los zapatos quietos
de ese que una vez al año
allí se para a rezar.

     Mirando hacia la derecha
amasijo de ladrillo
oculta la antigua tapia
lleno de huecos vacíos.
   A la izquierda los cipreses
dispuestos en procesión
y al fondo un estercolero
en un sombrío rincón.
   Un montoncito de graba
donde ni la hierba crece,
allí descansa un mendigo
sin ángeles, cruz, ni nombre.
    Sin nadie que lo recuerde,
nadie que le ponga flores.
   Nadie que vaya a rezarle
aunque sea una vez al año.
   Nadie va, ni a maldecirlo
pues a nadie le hizo daño.

       Arrodillado en la tierra
alzo la mirada al cielo
por alguien que conocí,
para rezar por el alma
del que creo que está allí.
    El que dormía en un banco
cuando yo era solo un crío.
    El que escribía poemas
que después hacía barquitos
para lanzarlos al río.
    Ese que hoy he recordado,
ese apellidado olvido.

Hasta la próxima vez.
    Dormida bajo la tierra
descansa alma de mendigo,
que ya empieza a anochecer
y afuera, va haciendo frío.







viernes, 27 de octubre de 2017

Al pilla, pilla

Evento - Calaveritas, día de los muertos -

El cementerio está alborotado
esperan la juventud.
La tierra pide otro cuerpo
metido en un ataúd.

Corriendo está entre las tumbas
vestida con camisón,
una joven alocada.
Gritando va una canción.

-----  Pilla, pilla, no me pillas,
pilla no me pillarás,
aún me queda mucha vida
y mucha guerra que dar. -----

La muerte exhausta se sienta.
Se ha quedado sin aliento
y la muchacha se aleja.
En el olvido quedaron
las puertas del cementerio.




jueves, 26 de octubre de 2017

Realidades




                 De frágil cuerpecito vestido con pijama, era el inquilino de aquella habitación.
               Sus brazos tatuados por tiras de esparadrapo de papel, y una vía perpetua, anclada a su vena.
          Sin cejas en su rostro que dar sombra a las cuencas de sus ojos de mirada marchita.  Sin raya en su peinado, sin tupé, sin patillas adornando la parte trasera de sus mejillas.
          Sin casi nada que perder en la partida que le había tocado jugar. Sin nada que ganar según las expectativas.

     Su madre, guardián de sus días y sus noches.   
          Manos cruzadas sobre los muslos. Sentada, callada, con la cara envejecida y gesto desolado con los parpados entreabiertos para cambiar el semblante en el momento que este despertase de la siesta.
    Entonces una sonrisa cargada de ilusión se dibujaba en su rostro enderezaba su espalda y arrojaba el cansancio por la ventana para jugar con su criatura.

         En el pasillo de paredes recubiertas por dibujitos de mil colores se forma una gran algarabía de esperanzas, niños y niñas como él que correan chillando  arriba y abajo haciendo rodar los artilugios de los que cuelga la bolsa de suero.  
            Otros hacen piruetas manejando con destreza las ruedas de las sillas y aquellos más deteriorados, miran con envidia recordando ese ayer de tan solo hacía unas semanas.

   Personas vestidas con bata y su nombre bordado en el bolsillo pasan de un lado a otro esquivando a los más vivarachos, saludando a todos uno por uno    – conocen todos sus nombres, son una gran familia –
      Cuando alguien nuevo aparece por allí, el amasijo de sentimientos se convierte en un apoyo incondicional, las pocas energías se unen para impregnar de esperanza a aquellos nuevos miembros de aquella comunidad.
    Cada vez que alguien recibe el alta, se hace una fiesta  –  de esa que todos algún día quieren ser protagonistas-  todo se llena de lagrimas blancas, puras y sinceras. Infusión de adrenalina metida en vena y empuje de valentía que les hace mirar hacia delante.
       Pero cuando alguien falta sin despedida. Entonces su destino se reconoce en torrentes de almas desgarradas mostrando la ira con los dientes apretados y la mirada clavada en los techos blancos de altura infinita.

      Se hace de noche, el niño ya duerme, mañana solo…. Bueno ¿Quién sabe? Lo que el destino le deparará.
 La madre, asomada a la ventana se fija en esa gente que va y viene por la calle, sin ni siquiera prestar atención a ese edificio. Prefiriendo ignorar a los que dentro habitan.
          Andan pensando en sus cosas, en la hipoteca, en la letra del coche, en el trabajo, el juguete que su pequeño espera para su cumpleaños.
    Ella se sonríe sin hacerles ningún reproche.      
     Cuantas veces ella paso por delante de esas puertas y tampoco levantó la mirada para simplemente regalar un saludo a quien tras la ventana miraba.

Carlos Torrijos
C.a.r.l. (España)  







martes, 24 de octubre de 2017

50 años de amor




        Los versos inacabados se dispersaban por encima de la mesa, muchas de aquellas cuartillas convertidas en pelotas de papel.
          La pluma se dormía en la mano del poeta y en el recipiente destapado, así como sangre coagulada la tinta se iba solidificando, mientras  en el sueño de los tiempos, entre barrotes de olvido,  la musa permanecía encerrada, sumida en la eternidad del no saber qué y cómo decir algo que ya no hubiese escrito antes.
  
                 Cada noche, aquel hombre lleno de tristeza, con los ojos cansados del reflejo un folio en blanco, subía a su habitación.   Allí, miraba a la bella dama que dormía feliz pensando que tal vez, un nuevo poema saliendo de los labios de su amado la despertaría en la mañana. Él eso pensaba, y en su impotencia, dedicaba horas a mirar el firmamento, pidiendo a la luna y las estrellas un momento de inspiración.

            Se aproximaba el día en que celebraban el aniversario de su casamiento.     En los cuarenta y nueve años anteriores, siempre al alba, se arrodillaba junto a la cama y recitaba un bello poema ante el despertar sonriente de la mujer más bella y más hermosa.

     Esta vez ya no sería igual.  La luna no le hablaba, las estrellas parecían no querer brillar, ni tan siquiera las nubes se dejaban empujar por el viento, el firmamento se había detenido y a sus ojos no le quedaban fuerzas ni para llorar.

      Una voz susurró...- Acuéstate mi amor, ven aquí y abrázame.  Sentirte a mi lado siempre fue el mejor poema.






domingo, 22 de octubre de 2017

Voluntades




      A mi esposa el corazón,
el alma y amor eterno.
   Mi huequecito en la almohada,
y el amanecer de un beso

  El agua de un manantial.
    El verde de las praderas.
      El arte de la cordura
le concedo a mi pequeña.

   La loKura a la mayor.
    Las alas de mariposa
que se elevan a las nubes.
   Arcoíris de colores
y eso que no tiene dueño.
    Eso que nadie controla.
         Eso…  que llamamos sueños.

   Mis ilusiones a Dios
y los miedos dejo al diablo.
   Dejo el recuerdo a la luna
y el olvido, arrojo al mar.
   El silencio a alguna estrella
y mi soledad al sol.
     A compañeros de letras,
les cedo la inspiración.

    A esos que debo dinero
les concedo la esperanza
de que algún día cobrarán,
en rayos de luz brillante
y consejo celestial.

     ¿Qué dejar a mis amigos?
esos amigos del alma.
      Pues para vosotros, !nada!.
  Eso que hemos compartido
nadie lo podrá borrar.
   Para qué dejar herencias,
       que nunca podréis cobrar.


   A mis hermanos las gracias.
     Que aunque parezca que es poco,
se las doy de corazón.
  Como expresar con palabras,
lo que a mis padres les dejo.
      A mis padres...  Un adiós.

   A mi musa los poemas.
     Las reflexiones al mundo.
  Historias y desventuras
las doy a sus personajes.
     Y En acto de gratitud
mi música, dono al viento,
y con plenas facultades
doy firma a mi testamento.





domingo, 15 de octubre de 2017

Vaho en el espejo



Tú sí Tú.   Sí me estoy refiriendo a ti.

     Ahora llena la bañera, métete en ella y frótate bien, hasta que no quede una mota de polvo sobre tu piel.
   Ahora solo vestido con las gotas de agua que resbalan por tu cuerpo, ponte frente al espejo.
       Pregúntale sin miedo a ese reflejo ¿quién eres?
       Si su respuesta coincide con lo que pensabas. No le hagas caso, te está mintiendo vilmente.
    Si te sorprenden sus definiciones, ignóralas, se las ha inventado para hacerte creer que no te miente.
  Si calla, si no dice nada, date la vuelta y pregúntatelo a ti mismo. Solo en ti, esta la respuesta. Nadie más, tiene la obligación de conocerte ni el derecho a juzgarte.



sábado, 14 de octubre de 2017

Enséñame



   Tortuosos senderos empedrados
los que mis pasos recorrieron
tras materiales cosechas.

   Solo mí vista en la cumbre
calzando abarcas de esparto.
   Vistiendo traje andrajoso.
Y de comida un mendrugo
mojado en el vino aguado.

   Para ir consiguiendo metas
fui pisando los retoños
que a mi paso florecían
para que no hicieran sombra.

   Altanero. En mis dominios.
       Rebosante de riquezas conquistadas.
   Con zapato de charol.
       Un reloj como pulsera
y cinturón ajustado.
    Sombrero ala de fieltro
y un clavel en la solapa
del traje hecho a medida.
    Pisa corbatas brillante
a juego con los gemelos.
    Camisa blanca de seda
y sello de oro en el dedo.

   Y ahora que bajo la vista,
me fijo en la florecilla
que me regala su aroma
después de haberla pisado.
   Muestra gesto sonriente
y me pide una caricia.
   En el cerrar de sus ojos
su cara queda dormida.


   Se me olvidó en el camino
el saber pedir perdón.
     Ahora en tu último aliento,
no te suplico clemencia
ni me abras las puertas del cielo.
   Tan solo…
             Enséñame…
                                A AMAR.







viernes, 13 de octubre de 2017

Duo Acuarela


jueves, 12 de octubre de 2017

Cumple, Isabel San José


Compañera de entrelazar palabras,
Rimadas o sin rimar.
Amores y desamores,
Historias que comentar.

Relatos cortos y largos,
Poemas del corazón,
Canciones para escucharlas
Cuando se ha marchado el sol.

Mentes que vuelan al viento
Sin un rumbo ni destino,
Esperando que algún día
Se crucen nuestros caminos,
Aunque no podamos vernos
Viviendo en sitios distintos
Sentiremos un abrazo
MI REYNA… Somos amigos.


Felicidades..


BODA

esto tiene su explicación, pero no ahora.
solo lo publico para que quede guardado.
Más que nada por que si no lo perderé.


domingo, 8 de octubre de 2017

Miserias




     La tormenta no daba respiro a los canalones sujetos al alero por clavos oxidados.
      Los resplandores serpenteantes que cegaban sus ojos eran contestados por estruendos que hacían temblar su mente desvencijada.   

        El agua que se precipitaba en estado sólido en forma redondeada de granizo golpeaba inmisericordemente la tierra reseca que contenían las macetas que adornaban la balconada, tierra ya solitaria, recuerdos de un pasado florido no muy lejano, pero ya ausente.

    Con viejas maderas pintadas de hartazgo se cubrieron los ventanales acristalados.  Gruesos cortinajes bordados de impotencia amortiguaron los famélicos alaridos y la ausencia de luz hizo estallar la paz y el vacio, provocando terminaran  difuminándose las sombras que bailoteaban  con vestido de volantes y peineta.    Tan solo el perfume penetrante de ozono permanecía acechando, intentando dar una dentellada certera en su yugular, tras la perversa impotencia de ese último zarpazo lanzado al aire con sus afiladas garras.

   La ausencia vestida de nada, desplazó a esa, su soledad disfrazada de melancolía al fondo del gran lago.  El de los sueños irrisorios. Allí donde los tentáculos del putrefacto cenagal, se encargarían de estrujarle hasta terminar de extraer de ella las póstumas entrañas,  sumiéndola en su espectral mansedumbre.

     Encarceló su desesperación entre barrotes de silencio, doblegándola una y otra vez, fustigándola con la brutal indiferencia, hasta terminar convirtiéndola en apatía.

     El maquillaje magistralmente perfecto:
    Colores corseteados llenos de feliz mentira deslucida resaltando sus mejillas.
   Labios pasionales, provocadores, carnosos, elocuentes.
  Pestañas rizadas en parpados cerrados ocultando brillos acuosos.
     Los rasgos más inexpresivos intentando disimular las arrugas del tiempo  y sobre ellos la capa dura y brillante que proporciona el barniz aplicado como noxal al dueño del rostro.






sábado, 7 de octubre de 2017

Agustín


--- Para Agustín ----

A ti que me abres la puerta
Y así compartir momentos,
De soledad en la calle
Y largos aburrimientos.

Con quien me tomo un café
Mirando siempre a lo lejos,
Por si entra algún cliente
Y he de salir corriendo.
No hay que dejarlo escapar
Para eso no están los tiempos.

El que prepara un licor
Que es para niños, más bien,
Sabes que no tomo alcohol
Y así yo brindo con él.

Diciendo ¿Qué tal el día?
El adiós de hasta mañana
y con un gesto los hombros
responden…  no se ha hecho nada

Sin una palabra hablada
Se que aquí tengo un amigo
Se intuye en tus sentimientos
Los expresa tu mirada.





lunes, 2 de octubre de 2017

Tarjeta - 38



domingo, 1 de octubre de 2017

Manos.


TEMA: "ACCIÓN CONTRA EL EDADISMO".

La que te llevó en su vientre.
El que te acunó en sus brazos.
La que regaló sus noches.
El que procuró alimento.
Los que entregaron sus vidas,
Sin pedirte nada a cambio.
Esos que tanto lucharon
Que ya quedaron sin fuerzas,
Solo quieren tu cariño.
No mires hacia otro lado,
Que tú también fuiste niño.









La llave


¿y qué es la felicidad?

      Tan solo pequeñas cosas
que pasan frente a nosotros.
    Las que te encogen el alma
y hasta te empañan los ojos.

    Aquellas sin importancia,
las que al momento olvidamos,
porque estamos más pendientes
de tener llenas las manos.

  Ese beso en la mejilla.
    El abrazo de un hermano.
      La sonrisa de tu hijo.
         Un te quiero susurrado.

  La mirada de una madre.
    El saludo de un extraño.
       El pétalo de una flor.
          El ver que ha pasado otro año.

   La soledad en silencio.
     La piel de un recién nacido.
      La complicidad de un gesto
  al saludar a un amigo.

     ¿Eso es felicidad?

      El verso que se oye claro
en la boca de un mendigo,
que regala su intelecto
por las musas bendecido.