miércoles, 29 de abril de 2015

cumpleaños Raquel 2015


    Mi niña ya está dormida
en su camita de seda,
soñando con angelitos
que con sus alas la arropan
para que no pase frío
mientras el alba despierta.

    Yo me quedaré sentado
con un papel en mis manos
modulando cada nota,
cada palabra sutil
que pasee por mi mente,
y cuando todo esté unido
escribirlo suavemente.

    Le regalaré un poema,
que hable de ríos de paz
de praderas de sonrisas,
de montes llenos de abrazos
y de valles de caricias.

    Una canción delirante
y con tal delicadeza,
que haga llorar a las nubes
y crecer la verde hierba,
una planta de pureza
con la flor de mil colores,
y unas hojas que la abracen
brindándole sus amores.

    Una receta casera
de dulces de mazapán,
recubiertos de canela
que pueda paladear.

        Ya que cumple veinte años
y está en edad casadera
la desposaré con migo
dándole mi vida entera,
y un parque en el que bailar
amarado a su cintura,
desde que despunte el día
hasta que salga la luna.

     Cuando amanezca mañana,
la cogeré entre mis brazos
y se la recitaré bajito,
con su cabeza en mi hombro
recostados en la almohada
quedaremos dormiditos,
respirando lentamente
y los ojos cerraditos.

    A desear felicidades
su madre, junto a su hermana
llegarán a despertarla,
y verán que me dormí
protegido por sus alas.

    No hay momento placentero
ni destino que yo elija,
que pasar la noche en vela
escribiéndole a mi hija.





  

Feliz cumpleaños Raquel (Quely)
En verde esperanza


martes, 28 de abril de 2015

cumpleaños Lucía 2015

   
 

Ahora escucha con atención mi pequeña; 
         Hoy 28 de Abril, cuando acabe la noche, al romper el alba, hará ya dieciséis años que viste la luz del día por primera vez.
            Hemos pasado este tiempo, compartiendo tantas cosas bonitas, que seguro siempre serán inolvidables.
     Los abrazos, besos, masajes.   Días de juegos y risas.  Noches de viento y lluvia, incrustada entre mi cuerpo para salvar el miedo. Largas charlas, que despejasen tus dudas.   La complicidad en momentos emotivos y tantas y cosas más.
      En esta edad de adolescencia, lo importante, sigue igual entre nosotros.  Eres ya una mujercita y a mí, solo me queda esperar, que siga pasando el tiempo, para que algunas pequeñas cosas vuelvan a ser realidad.
     ¿No sabes de lo que te hablo?
Mira, yo lo entiendo, es algo natural  y hay que verlo tal y como es.    Algún día……..
     Volveremos a pasear cogiditos del brazo.    Me darás un beso, en vez de limitarte a un hola. No te importará la multitud, para permitir que te demuestre mi cariño (vale sé que soy un pesado).  Encontraremos el punto medio, entre mi carácter sobón y el tuyo arisco.
     Pero tranquila no hay prisa. La vida sigue su curso y yo siempre estaré esperando, llorando junto a ti en las adversidades, protegiendo tus noches y patrullando tus días.  Compartiendo intimidades e inquietudes cuando desees.
  Pero sobre todo, dejando que vivas la vida libremente.
     Sabiendo que cometerás muchos errores, que tendré que aceptar y que cuando caigas no estaré para evitarlo pero te tenderé mi mano para ayudar a levantarte.
        Cumples dieciséis años, tú te ves como una mujer y solo eres una niña.      No te preocupes. 
     Sin descuidar todas tus obligaciones:
        Vive cada día intensamente como si fuera el último que te queda por vivir y mira siempre hacía delante con la cabeza bien alta. 
           Yo, intentaré entender tus decisiones, aunque sé, que no será fácil, que con muchas de ellas no estaré de acuerdo y me tocará aceptarlas.
   Solo te exijo una cosa:……. Se feliz.
             Lucía…….    Feliz cumpleaños.

    

domingo, 26 de abril de 2015

De año en año



     Tan solo una vez al año
ese momento esperado
antes de irme a dormir
al cuarto de la azotea,
paso por su habitación
para compartir con ella
minutos inolvidables
acurrucado a su vera.

      Sé que me estaba esperando
mi cuñada, mi teresa,
la que me brinda su hombro
para apoyar la cabeza,
confidencias  personales
recuerdos de esa, mi infancia,
junto a vuestra juventud,
la diferencia de edad,
solo fue un punto de encuentro,
que aportó felicidad.

      Un niño que llega solo
 buscando la compañía,
a un sito impropio de él,
es una peluquería,
y allí mientras llega ella
habla con las dos Marías.

     Quien le iba a decir entonces
que en la distancia del tiempo
hablarían de esas cosas,
comentándose experiencias
unas negras y otras rosas,
empujando hacia delante
en los momentos adversos,
que por desgracia los hay
pero no para estos versos.

    Y…hoy cumple taytantos años
mi Teresa, mi cuñada,
y a mí me queda muy lejos
el poder felicitarla,
por eso escribo un  poema
que le alegre el corazón
y atrapado entre sus brazos
vuelvo a ser un niño yo.

      Que tengas buenos momentos
hasta que vuelva a tu lado,
y apoyada mi cabeza
en tu brazo cariñoso,
volvamos a recodar
que nada es blanco ni negro
que los grises son hermosos.

      Y esperar que pase otro año
para volver a estar juntos,
para sentirnos dichosos,
que un año pasa muy pronto
y tú estarás esperando
que suba a tu habitación,
a decirte buenas noches
y darte conversación.

      Llegó la hora de dormir,
recordado lo vivido,
llega Pablo….  ala majos,
cada machuelo, a su olivo.





Feliz, cumpleaños feliz
Teresa Delgado




sábado, 25 de abril de 2015

Se me olvidó llorar



      Los complejos desde niño
que no se si he superado,
las espinas del camino
que en mis pies se han ensañado.

      Desamores olvidados
de aquella mi adolescencia,
la crueldad del destino
la que colmó mi paciencia.

     El querer y no poder
creer en algo supremo,
el tener la sensación
que lo mío le es ajeno.

      La depresión, compañera,
que lametea mi herida,
el no querer despertar,
preferir soñar la vida.

      Las frases sin argumentos
pronunciadas en velorios
de aliento de parafina,
tanto esperar el momento
que envidio a quien lo culmina.

       Tanto he cambiado, que horror,
¿carezco de sentimientos?,
o es que mis alas de ángel
se las ha llevado el viento.

       Después de haber derramado
aguaceros en papel.
   Arroyos sobre las teclas,
ríos en mi soledad,
océanos de impotencia
que hicieron mi alma temblar.
     Tantas lagrimas vertidas,
que se me olvidó llorar.



jueves, 23 de abril de 2015

Locura





       Carlos, se marchó, simplemente iba a por pan al súper de al lado de casa.   Pasaron dos horas.  Apareció en casa con Jose el farmacéutico, bueno en un lugar que debería ser su casa, porque allí estaba Ana esperándolo.
           Aquel sitio era un salón, decorado con muebles antiguos, parecía estar justo dentro del súper, como una estancia anexa. A través de un ventanal inexistente, en ningún momento perdía la hilera de cajas de vista.
    Ana preguntó: .- ¿cómo has tardado tanto?
  .- pues resulta que cuando me disponía a pagar, he visto allí una furgoneta, aparcada junto al bordillo de una acera.        Había una pareja con un infernillo en la parte de atrás, pero en el suelo.  Las dos puertas estaban abiertas y era como una especie de vivienda ambulante.
     Resulta que la señora llevaba un aparato para poder oír y no le funcionaba bien. Dentro (en la furgoneta) había un micrófono y el marido entraba a hablar para ver si funcionaba, mientras yo le revisaba los jack, que iban conectados: uno al amplificador y otro a  un audífono.
     Nada, era una bobada, un mal contacto, pero al final se lo he dejado funcionando.
                  Los dos lo miraban con cierta extrañeza. Entonces, Jose entro en la conversación.
            .- ¿pero qué dices Carlos? Hemos estado juntos tomando un par de cañas
.-estás tonto, yo, unas cañas, pero si no bebo
             .-que no es me lo hayan contado, que he estado yo contigo
.-Ana, díselo tú; si no pruebo el alcohol desde hace años.
        Ana lo miraba con incredulidad de  lo que estaba pasando.
           .- pero vamos a ver. ¿Nos quieres hacer creer que yo no he estado contigo?, ¿Que en el súper, había una furgoneta aparcada y que en ella había una pareja cocinando en el suelo, discutiendo porque no funcionaba no se qué aparato de oír?
.-claro que estaba allí, ya os lo he dicho, en una especie de calle al lado de la acera.  Joder, que el aparato he estado arreglándolo yo.     O es que me queréis hacer creer que estoy loco.
          De repente irrumpió en el gran salón, saliendo de detrás de unos amplios y pesados cortinones un señor mayor.  Debía de ser el dueño del súper.  Se puso a vocear. Todo aquello tenía que ser olvidado.      Nadie nunca podía saber lo sucedido en aquel sitio y que para dejarnos marchar tendríamos que salir por una especie de gatera (a modo de tunelillo cuadrado) que estaba justo frente a la caja.
      Primero salió Ana.  Luego Jose, el gran culpable de todo aquel des alisado.  Arrastrándose como una rata por aquella especie de cloaca, con un resplandor de luz al fondo.
        Entonces, una ligera imagen aérea, mostro la panorámica de que aquello era un sueño.   El tal Carlos no era otro si no yo.
      Podía haberme despertado en ese momento, pero consciente de lo que estaba ocurriendo decidí seguir soñando y así al mismo tiempo analizar lo que iba sucediendo para sacar alguna reflexión de ello.
    En ese momento me negaba a salir por ese agujero.   Yo no me arrastraba ante nadie.      A la vuelta de una esquina a un metro y medio escaso se encontraban unos peldaños de piedra bajo una puerta.
    Yo pretendí salir por ella.  De pie, con la cabeza alta y mi razón como bandera, pero dos esbirros de aquel señor poderoso me lo impidieron, dejándome allí.   En aquel lugar confinado.
             Cerca había un patio, un corral de gallinas, un poco antes, unas oficinas con sus mesas, sus secretarias  y en la pared, unas puertas que daban a un aseo.
       Pedí permiso para entrar.        Ninguna pareció prestarme la más mínima atención.  Era como si no existiese, pero una de ellas alzó su mirada impidiéndome la entrada.
    Salí de allí con la intención de ir a orinar al patio.     Ya no podía aguantarme más.
        Aparecieron a mi lado dos nuevos personajes.       Pretendían hacerme entender que confundía los sueños con la realidad, que en mi enfermedad, alternaba momentos reales con ocasionales pautas ficticias y que a lo largo del tiempo, había llegado al grado de mezclarlas con tal naturalidad que no era capaz de diferenciar la realidad de la ficción.
      Yo no estaba loco, solo ellos, eran los equivocados.     Querían hacerme creer que mi estado no era normal por alguna extraña razón que no llegaba a entender.
       Tranquilicé mi indignación, respiré hondo y me puse a pensar en cómo deshacer ese entuerto.
      Aquel era un mundo de locos.      Si yo no lo estaba, de ningún modo me entenderían, pero si era capaz de hacerles creer que lo estaba, entonces sería una persona normal para ellos.
      Me empezaría a comportar compulsivamente.     Me haría mis necesidades encima.        Todo lo que era realidad lo interpretaría como sueño y aquello que yo sabía que era un sueño lo asumiría como realidad.
         Pero…… ¿Como diferenciar lo que para mí era real de lo que ellos consideraban delirios?
    Era sencillo.     Seguiría dormido para poder seguir controlando la situación y cuando el despertador sonase, entonces sabría que el abrir los ojos y vestirme, era cuando empezaba a soñar.
                Sonó el despertador.    Intenté seguir en mi estado, para alargar aquello de lo que me faltaba el final.
       Seguía sonando.  Ya tenía que faltar poco tiempo.   Tenía que aprovechar los últimos minutos para averiguarlo.
            La voz de Ana restalló en mis oídos:
    .-vamos Carlos, que hay que vestir a Raquel
         Me levanté y en mi mente guardé lo soñado, para no olvidar la incertidumbre de mi estado cuando todos creían en mi locura.
           Todos menos yo.




miércoles, 22 de abril de 2015

Solo para ti


 Solo para ti

     Me he levantado esta noche
para poder frasear,
esto que sin duda sabe
pero le he de regalar.
    Escribo de todo y todos
de las cosas y las gentes,
para ella debo escribir
de manera diferente.
    Tantas veces se lo he dicho
con el alma entre las manos,
que bastarían simplemente
dos palabritas:   Te amo.
    Tesoro de juventud
plenamente compartida,
bálsamo de fierabrás
para curar las heridas.
    Agua que calma la sed
de un desierto desolado,
madero en la tempestad
con un naufrago agarrado.
    Símbolo de libertad
para un corazón atado,
fuego que deshace el hielo
de un invierno anquilosado.
    Musa para los poemas
tinta fresca en los relatos,
música dulce en los dedos
lectura de los arcanos.
    Ternura que corre clara
como las aguas de un río,
entre mi boca y su boca
entre su cuerpo y el mío
    Corcel de crines morenas
cabalgando entre las peñas,
mujer que apretando el sol
hizo nacer dos estrellas.
    Aroma de espliego en flor
néctar de sabor a  miel,
brillante como un lucero
pluma sedosa es tu piel.
    Persona siempre constante
en la fragua incandescente,
martilleando una daga
hasta que corte el ambiente.
    Tantos años la he amado
y tantos que la he de amar,
como me deje este mundo
 y luego la eternidad.
    Virgen a la que rezar
sin  favores que pedir,
tan solo entregar mi vida
hasta la hora de morir.
    Y después donde dios quiera
poderla  seguir amando,
el corazón nunca muere
si se siente enamorado.




viernes, 17 de abril de 2015

90 años

Diez años no son nada,
dijiste llegar a cien
con plenitud en tu mente,
las promesas, son promesas
y quien las incumple…..miente.



 Felicidades. no eres mayor. ERES...GRANDE

miércoles, 8 de abril de 2015

COSAS QUE (a veces) PASAN


Tras la puerta de cristal
Unos peldaños que bajan
La barra del bar desierta
Pero llena de esperanza.
El camarero muy amable
El único en acudir,
Alejandro, mi cuñada, mi hermano y yo
Hablando con la intención
 De que el tiempo pase.
Son las ocho de la tarde,
Cinco minutos. No pasa nada
Y media por mi reloj
No llega nadie
Otro café, por a ver.
El fondo de la taza
 Queda vacio y frio
Como mi alma
Nada se comenta
Para qué.
En el forro del bolsillo
Una hoja y un bolígrafo
Una poesía sin rima
Una historia sin principio
Un desenlace sin final
Un folio blanco como la patena
Ni una imagen
Ni nada que recordar.
La vista contra un cristal
Opaco por suciedad
Contra un espejo desquebrajado
Sin nada que reflejar
Y una pared solitaria
Y una escarpia inexistente
Donde colgar ese cuadro
Que pensaba dibujar
Y las ilusiones rotas
Que son mejor olvidar
Como decía  J. Larralde
Cosas que pasan… no más
Y regreso a mi destino
Olvido la realidad
Mis sueños mis ilusiones
Nada las ha de cambiar
Y seguiré siendo el mismo
Me quedo con mi paseo
Por la vereda del Júcar
El subir a las angustias
Y volver a pisar la plaza mayor
Con el regresar a mi casa
 Al lado de mi hermano
 Sabiendo que allí están
 Los que realmente me importan
Que pisí pasá… están bien
El sentirme estrujado
Por los brazos
De mis padres
El ver a mi hija
Poniendo sus Pies
Sobre la tierra
 Que me vio nacer
Y acurrucarme……
 Sobre el brazo de mi cuñada
Viendo una serie en la tele
Poder felicitar a mi sobrina
El día de su cumpleaños
Con un abrazo real
Sin distancia de por medio.
Parar a comer a mi regreso
 Y ver a mi primo
 Y  achuchar a mi tía
Traer rosquillas de allí
Y llegar bien a casa
Y encontrar a mis ángeles
Los dos que aquí quedaron,
Con los brazos abiertos
Eso… lo compensa todo
El resto no importa nada
Solo son cosas circunstanciales
Como ya dije antes
Plagiando las palabras de J. Larralde
Son sentimientos sin importancia
Que es mejor dejar
 A partir de ahora en el olvido
Es pasado….
Otra vez será...