El huerto

       Ya resuenan las campanas

del antiguo San Estaban

la oliva cruza la puerta

a manos de los banceros

que tirando de riñones

para ponerla en sus hombros

la elevan al mismo cielo.

     Por fin llegó ese momento

día de miércoles santo

día de esfuerzo y de gozo

día de dolor y llanto

     Llegando al puente del Huecar

antes de empezar la cuesta,

una parada, un respiro,

las horquillas agarradas

para comenzar la gesta

de subir hasta la plaza

con baile firme y altivo,

haciendo se campaneen

las ramas de aquel olivo.

    El cielo gritó:... Silencio

y todos lo respetaron,

excepto crías de barbarie

que su orden ignoraron.

El trueno volvió a rugir

sin nube en el firmamento

de pronto se eclipsó el sol

y se enfureció el viento.

     Entre el silencio y quietud

de hermanos bajo las andas,

corrían despavoridos

infieles hacia sus casas.

.- ¿por qué corréis? No temáis,

tan solo ha cegado el sol

las blasfemias pronunciadas

      .- ¿Blasfemias hacia que dios?

¿ese que no tiene nombre?

.- NO... Blasfemias hacia su hijo

que murió por ser un hombre.

pobre de aquel que pronuncie

el nombre de dios en vano

aunque he de reconocer

que a veces también lo nombro

cuando estoy mal humorado,

el señor también perdona

cuando uno se lo ha ganado.

    .- ¿Por eso cargas el paso,

vestido de capisayo?

.- Sin túnica y sin capuz

aunque fuera con harapos

llevaría sobre mis hombros

a mi Jesús redentor

para mostraros a todos

que por todos el murió

y que la oración del huerto

no fue por él, fue por vos.

    .-Nadie le mando morir

excepto su padre….dios.

.-Nadie me mando nacer

y mi madre concibió

la semilla de mi padre
para que existiera yo.

    .-También tengo madre y padre

abuelos y posición.

.-Yo no tengo nada de eso,

mira tú ya tienes más que yo.

    .- ¿Y al dios que te lo ha quitado

le ofreces tu devoción?

.- Él no me ha quitado nada

solo me los regaló

para disfrutar con ellos

mientras su vida duró.

    .- Pues sigue cargando el paso

que tu abuelo te dejó

y que lo carguen tus nietos

no pidas que cargue yo.

.- No te he dicho que lo cargues,

solo que guardes silencio

que cuando haya procesión,

si no te gusta te vayas

y dejes a los que estamos

mantener la tradición.

    .- De la calle nadie me echa

Y nadie me hace callar.

.- Entonces ¿porqué corrías

cuando se ha cubierto el sol

y el viento de ha levantado

para silenciar tu voz?

    .- ¿Puedo pedirte un favor?....

.- Lo que quieras, si con eso

respetas mi corazón.

    .- Préstame tus vestimentas

déjame que cargue yo

para sentir en mis hombros

el peso y la devoción.

  Y cuando llegue a la plaza

te devolveré tu sitio

y me marchare a mi casa

a rezar una oración.

.- Carga sobre tus riñones

a este mi paso querido

y al compás de los hermanos

hazle bailar a ese olivo.

  y cuando llegues arriba

volveré a tomar mi carga,

mientras tanto iré a tu lado

hoy día miércoles santo

no puedo sentirme a gusto

si no estoy bajo esas andas.

A Félix López Sanabria.