viernes, 19 de mayo de 2023

La voz del silencio

 


 

   No sé si pedir perdón,

como hacerlo, ni porqué.

 

    De mi casa me sacaron

recién salida la barba.

    Me vistieron de uniforme

como a todos las demás.

    Botas cubiertas de barro

andando hasta la alambrada

como carne de cañón.

    Sin saber quién hay enfrente,

o donde se reclutó.

 

    Disparos al aire, todos,

por no asomar la cabeza

ocultado tras el miedo.

    Por qué razón se luchaba

yo tampoco pregunté,

ni nunca a mí me dijeron.

 

        Antes del amanecer,

tres estrellas de seis puntas

reclamaron mi presencia

en el patio amurallado.

       Allí junto la pared,

personas desconocidas

con las manos a la espalda,

de pie, con ojos vendados.

 

    Cosas para ser borradas

aunque la mente no olvide.

    Por fin regresé a mi casa

esto nunca lo conté.

     Otros al igual que yo

guardan el mismo secreto,

la vergüenza que atenaza

los recuerdos del ayer.

 

   Yo fui uno,  uno de tantos,

uno escogido al azar

que formaba el pelotón.

    El tiempo, dio tiempo al tiempo,

a la hora de dar cuentas

no sé a quién,  pedir perdón.




 

Un Minuto

 


     Te fuiste huyendo

de aquel desamor

que yo te mostraba.

     Cerraste los ojos

sin ver la verdad

de lo que sentía.

    A mí me faltó

    aquella tarde

    algo de valentía.

         Solo te dije adiós

         sin decir palabra

         viendo cómo te alejabas.

 

Un minuto;

      Solo un minuto me faltó

      para estrecharte en mis brazos.

Un minuto, tan solo un minuto

para tragarme el orgullo.

    Un minuto para decir te quiero.

           Un minuto de indecisión

            que detuviese tu partida.

 

    Cada mañana esperando

sentada en aquel andén,

viendo cómo van y vienen

pasajeros sin nombre.

      Buscando tu rostro

en cada uno que regresa.

    Cada atardecer te escribo

esperando la respuesta

a una carta que no llega

pues no tiene dirección.

    Te sueño todas las noches

haciendo de tus caricias

plegaria de mi oración.

     Levantando la mano,

la agito de lado a lado

diciendo al amor adiós,

maldiciendo aquel minuto

       Minuto que me faltó.

 

OJOS de GATA

 


 

lunes, 15 de mayo de 2023

Anciana

 

      Fui hija, Madre y abuela,

sobrina y tía abnegada,

la que a todo se prestaba

al lado de la cazuela.


     Toda persona atendí

necesitada de ayuda,

igual cien, que ciento una

en mi regazo acogí.

 

En mi mesa siempre austera

      mucha agua y poco vino

      sobre el pan siempre tocino

      para seguir el camino.

 

Pensé, cuando llegue el día

      yo, les seguiré cuidando

      desde lo alto enviando

         entre la lluvia alegría.

 

      Mis huesos ya carcomidos

por tantos años vividos.

        Ya nadie me necesita.

    Hasta la hora de mi muerte

         ni espero, venga visita.

 

Mi madre marchó a las nubes,

    Hijos y nietos partieron.

       ¿Sobrinos?  para que hablar.

Los que por aquí pasaron

camino hacia el horizonte

para nunca regresar.

 

       Conocidos no me quedan.

 No soy hija, ni Madre, ni abuela.

Cuando el polluelo echa plumas

      abre las alas y vuela.

En la casa solo quedan:

La mesa, las sillas, los platos,

la mano que sujeta el cazo

junto a la vieja cazuela.


Ojos de gata




miércoles, 10 de mayo de 2023

Hidalgo de lata

 


 

  Don Quijote, Quijote.

       Sancho, ay Sancho.

Dulcinea hecha molino,

sueño contra el que luchar.

 

   Yelmo brillante.

Puntiaguda lanza  con que ensartar las almas,

mentes cuerdas que no se atreven a soñar

entre terrones manchegos,

que bajo el sol de verano no se dejan cultivar.

 

    Rocinante, Rucio,

mentes privilegiadas

que al mismo paso caminan.

 

      Hidalgo y escudero.

El cruce de sus miradas

no se llegan a entender

en el color de una flor.

 

   La cordura pide pan.

        La loKura, solo amor.

 

C.a.r.l (España)

Imagen de: ANTONIO SAURA (según la red)