viernes, 19 de mayo de 2023

La voz del silencio

 


 

   No sé si pedir perdón,

como hacerlo, ni porqué.

 

    De mi casa me sacaron

recién salida la barba.

    Me vistieron de uniforme

como a todos las demás.

    Botas cubiertas de barro

andando hasta la alambrada

como carne de cañón.

    Sin saber quién hay enfrente,

o donde se reclutó.

 

    Disparos al aire, todos,

por no asomar la cabeza

ocultado tras el miedo.

    Por qué razón se luchaba

yo tampoco pregunté,

ni nunca a mí me dijeron.

 

        Antes del amanecer,

tres estrellas de seis puntas

reclamaron mi presencia

en el patio amurallado.

       Allí junto la pared,

personas desconocidas

con las manos a la espalda,

de pie, con ojos vendados.

 

    Cosas para ser borradas

aunque la mente no olvide.

    Por fin regresé a mi casa

esto nunca lo conté.

     Otros al igual que yo

guardan el mismo secreto,

la vergüenza que atenaza

los recuerdos del ayer.

 

   Yo fui uno,  uno de tantos,

uno escogido al azar

que formaba el pelotón.

    El tiempo, dio tiempo al tiempo,

a la hora de dar cuentas

no sé a quién,  pedir perdón.




 

12 comentarios:

  1. Impactante poesía....dramático silencio y encrucijada cuando llega el tiempo de rendir cuentas a quien corresponda, y pedir perdón. Un abrazo querido amigo. America Santiago.

    ResponderEliminar
  2. Pedir perdón? Pedir perdón, pedir perdón a ti mismo, a nosotros mismos, que nunca te podrás perdonar, que nunca nos podremos perdonar. Muy bueno Carlos.

    ResponderEliminar
  3. No hice la mili. Pero pedir perdón, ya sabes lo que pienso de ello. Fabuloso

    ResponderEliminar
  4. A veces la vida te coloca en lugares y tiempos donde no deberías estar y también realizar acciones que nunca pensarías que ibas a hacer y lo haces obligado por por las circunstancias y sin mucha idea de la verdadera razón. Estar arrepentido y haber tomado conciencia de lo que no debió ser , ya es es una manera de perdonarse y de que le perdonen. Emotivas y conmovedoras letras. Abrazo de luz

    ResponderEliminar
  5. La mayoría no fueron ni culpables ni inocentes ni vencedores ni vencidos.Sòlo unos pocos y Dios sabe si se habrán arrepentido.Gracias Carlos

    ResponderEliminar
  6. Coincido con algunos comentarios solo tu conciencia sabe lo que has sentido y vivido. Si sientes las ganas de pedir perdón el universo (o Dios si eres creyente) se encargará de reparar tu corazón.

    ResponderEliminar