sábado, 30 de marzo de 2024

Camelias

 

   Camelias blancas llorando

en la reja del balcón

mientras la tarde fallece.

 

   Flores blancas, blancas flores

que esperan la madrugada

para enmudecer su olor.

 

   Princesa, cabellos rubios,

de niña saltó a mujer

pues reina se coronó.

 

   En el espejo quedaron

reflejos de adolescencia,

contornos de juventud.

 

     Esos  príncipes azules

no cantan a su ventana

rondas por el mes de mayo.

 

   La flor que ocupa su sitio

tras los barrotes de oro

con esplendor resplandece.

 

   Camelias blancas llorando

        en la reja del balcón

             mientras la tarde fallece.

 

Ojos de Gata@2024.

 

 


jueves, 28 de marzo de 2024

Negro y sepia

 

 En Negro y sepia.

                                                                 

    La delicada mirada

entre la rosa y su espina.

    Los cielos que han de llegar

regalándole alegrías.

    Infiernos agazapados

detrás de cualquier esquina.

 

   Retoño que amantado

con el néctar de su sabia,

dará sus primeros pasos

hacia el incierto destino

que le depare la vida.

    La Madre siempre pendiente                   

para sanar sus heridas.

     Él mirando al horizonte,

anhelando alzar el vuelo

para recorrer los mundos

que esperan tras su partida.                   

Carlos Torrijos
C.a.r.l. (España)














 Dibujo de Félix Andrés López Torrijos

Exposición

 


 

             Mujer perfecta, sentada junto a una mesa redonda esperando saborear una taza de café.

     Mi mirada en tus zapatos de tacón se dispone a escalar por tus piernas hasta llegar a tu falda, esa que gime abrazada a tus muslos y tras contonear las caderas da paso a una blusa perfectamente abotonada hasta el pecho.

    Tus brazos semiflexionados me llevan hasta tus delicadas manos, envidia de la mejor caricia.

    En la izquierda un libro abierto a cuyas letras no me alcanza la vista;   en la derecha, una cucharilla que intenta dar vueltas al interior de una taza.

 Cabellos cobrizos que reflejan la luz de un farolillo encendido.  Tus labios susurran sin decir nada y tu bella mirada nunca me prestó atención.

      Sin embargo  desde hace tiempo, sí,  hacemos una pareja perfecta;  por  eso nos pusieron juntos.

 Pasan las horas y los días esperando a que Llegue el momento en que vuelvas hacia mí la mirada para regalarme una simple sonrisa y entonces la magia rompa este hechizo en que nos sumió el creador.

           Qué culpa tenemos ambos.

       Tu plasmada por pinceles y oleos en un lienzo sin prestarme atención, suspendida en la blanca pared y ensimismada en la lectura.

  Yo esculpido en granito observándote pensativo, sin poderme mover de la peana de piedra.

 

Carlos Torrijos

C.a.r.l. (España)


 

miércoles, 27 de marzo de 2024

Luna clara

 

 


    Bronceado de luna clara

deslizándose en la noche

entre la niebla de otoño.

    Queriendo engendrar la luz

para tener en sus brazos

un blanco y bello retoño.

 

    Piel desnuda de mujer

rodeada por los años

donde se detiene el tiempo.

    Preñada de flor de luna

abrazada a la tormenta

para dar a luz al viento.

     Senos que amamantarán

estrellas del firmamento.

 


C a.r.l. (España)

Ojos de Gata@2024


Imagen de:
Rosario Turlay


lunes, 25 de marzo de 2024

Entonces

 

Entonces;

   Cuatro esquinitas tenía mi cama,

cuando los renacuajos,

se escapaban de entre mis dedos,

florecían las amarillas

aliagas en la ladera del cerro,

la mirada se llenaba

con el perfume a lavanda,

el agua clara brotaba

de cada fuente de piedra.

Entonces;

    Al puente le faltaban tablas,

cuando  las cuestas

no pesaban en las piernas,

las rocas abrazaban las nubes

en figuras abstractas,

los sueños no estaban

enjaulados en la noche.

   Éramos  guerreros,

princesas, dragones.

   Zapatos pisando charcos,

cosas perdidas  a la orilla del río.

Entonces;

   Dejaste se soñar para ser consciente.

      Las ansias de crecer te hicieron mayor.

   A quién vendiste la ilusión

cambiándola por los miedos.

   A quién le regalaste el amor

y te pagó con lágrimas.

    Porqué sucumbiste

al engaño del futuro.

Entonces…

    Dónde te quedaste,

mi entonces.

 

Carlos Torrijos

C.a.r.l. (España) 2024.

 

 


 

viernes, 22 de marzo de 2024

Quisiera

 

Nacer quisiera;

    Entre montañas nevadas

como los rayos del sol

despertando un nuevo día.

    Entre lágrimas de amor,

discurrir como un torrente

asomándose a la vida.

 

Crecer quisiera;

    Amamantada de néctar

rebosante de cariño

bajo la luna serena.

    Regazo de mis ancestros

que impregne sabiduría

en el fluir de mis venas.

 

Amar quisiera;

       Abrazada por las ramas

de un árbol que me cobije

de los vientos del invierno.

    Del cual fecundar los frutos

descansando las raíces

dejando pasar el tiempo.

 

Morir quisiera;

      En paz con el firmamento

que  escuchó mi primer llanto

rompiendo como cascada.

      Dejándole mi sonrisa,

a esos que me dieron todo,

más nunca pidieron nada.

 

 Ojos de Gata@2024

 


 

 

 

sábado, 16 de marzo de 2024

una espina

 

    No pienses que no te quiere

porque al besarte, su mirada,

no se entorna delirante.

    Sus frías manos no pasan

más allá de tus caderas,

sin abrazarse a tu espalda,

ni oprimirte contra el pecho.

 

   El amor le queda grande

por respeto al universo

que en tus ojos se refleja.

    Por temor a tu grandeza

frente a su pobre presencia.

    Tal vez su debilidad

se convierte en impotencia.

 

    Miedo a no estar a la altura

de los sueños que tú buscas.

    Terror a ser apartado

del camino compartido

a la vuelta de la esquina.

    No pienses que no te quiere.

        Siempre te vio como rosa

y él tan solo es una espina.

 

Ojos de Gata @2024.

 

 


jueves, 14 de marzo de 2024

A chary

 

     Esperando ver de nuevo

una nueva madrugada,

cuando la luna flotaba

a  medio metro del suelo

 

      Se nos escapa la vida

entre las sábanas blancas,

brotan alas de tu espalda

para levantar el vuelo.

 

     Mi mirada en tu mirada,

tus manos junto a mis manos.

    Mis labios en tu mejilla,

tu pelo junto a mi pelo.


     Entre  lágrimas de amor

ahí, te solté la mano,

a cuatro pasos de Dios,

a dos segundos del cielo.


   Tu recuerdo entre mis brazos

cuidaré como un tesoro,

escucharé tu sonrisa,

enmudeciendo el sonido

de las campañas de duelo.