miércoles, 30 de enero de 2019

Amnesia




    El verde cuando era verde
y la muralla teñía,
con hiedra, verde la hiedra,
que a la muralla quería.

   Cuando la flor era flor
virginal e inmaculada.
   Cuando la orilla del río,
mis piernas acariciaba.

     Dame ese beso mi amor.
  Que quiero sentir de nuevo
lo que de ayer no recuerdo;
  Que quiero sentirme flor.



Sola







   Sola. Callada espera viendo pasar los segundos en la aguja del reloj en la pared colgado.

   Sola. Sentada en el mullido aburrimiento acolchado que llega hasta las corvas entumeciendo sus nalgas.

   Sola.  Rodeada de pulcritud y orden. Mirada que busca y no encuentra, un para qué de las prisas.

   Sola. Atenazada por un frío inexistente. Cubierta por la manta de colores, abrazo soñado de las manos que acarician su mejilla.

   Sola. Extraños que hablan sin decir nada. Familia en la tarde adoptada, que cuenta su vida inventada.

   Sola esperando el caer del día.
      Sola deseando que llegue la noche.
        Sola en la alcoba.
          Sola en la cama.
            Sola. Desnuda.
Ciegas pupilas al techo clavadas.





lunes, 28 de enero de 2019

¿ Has llorado ?





    Y me encanta hacerme el tonto
cuando escucho tu pregunta
para confirmar el llanto.
   Saber que eres como yo.
     Saber que soy como tú.
         Saber que nos parecemos
en esas pequeñas cosas.
   Que la sensibilidad aflora
vertiendo lágrimas blancas,
uniendo nuestros sentires
que afloran del corazón.
    ¿Qué somos unos llorones?
          Pues sí.   Somos llorones los dos.




 Imagen de la red

viernes, 25 de enero de 2019

Susurro





Silencio resonando en el aire.
    Soledad acompañada de vacío.
        Penumbra que desilumina las pupilas.

 Mesa repleta de rayas malditas.
     Silla cansada de tiempo perdido.
          Lápiz que se alza clamando a los cielos,
                  papel que llora por no ser querido.

    Temblando en el gesto de escribir susurros,
dedos marchitos de uñas mordidas.
    Juegan las yemas en blancas y negras
lanzan sacrilegio hacia cuerdas roídas.
    Después de un sonido, otro se repite,
la nota se expande con enarmonía,
mirando las líneas del papel pautado.
      Parpados lacios, pestañas caídas.

     Un Cristo colgado en blanca pared,
a cuadros de antaño, hace compañía.
   El piano se duerme contra la humedad,
gimiendo con rabia la triste agonía.

     Revoloteando junto a las maderas,
las moscas sin prisa junto a la carcoma,
aburren su tiempo en la larga espera.






jueves, 24 de enero de 2019

Bach




    De las nieves perpetuas
brotaron las aguas
teñidas de flor de Bach.

   Dando luz a flores preñadas
por picos de colibrí,
antenas de mariposa
y abdomen de abeja.

   Calidez al interior del fruto
que encapsula la semilla
preconcebida para ser.
    Germen de nueva vida,
que de las entrañas nace
alzando brazos al cielo
para beber las estrellas
que habitan el firmamento.

    Labios que mecen la brisa
en campo de girasoles.
   Lágrimas blancas, arroyos,
que transitan por el valle
proporcionando la vida.

    Sollozos que se han perdido
con la luz de la sonrisa.






miércoles, 23 de enero de 2019

Brujita




Escuché tu voz,
en el silencio perpetuo.
Y vi tus ojos,
Irrumpiendo en la oscuridad.
Tendí mis manos
para tocar las tuyas,
e incliné el cuerpo
y así poderte abrazar.

Subí a tu caballo
de crines doradas,
a dar un paseo
bajo el arco iris.
Sentimos la brisa
trotando entre nubes
y fui perfumado
respirando azules.

Después mis zapatos
los pies reclamaron.
Cordones atados
 a la realidad.
De nuevo en la tierra
sonrisa en la espera,
sabiendo que pronto
volveré a volar.











martes, 22 de enero de 2019

Réquiem


Aroma, a tomillo y romero.
Aceite de oliva regando nostalgias
que bajan del cerro entre aliagas floridas.
Pasos que se arrastran
en la cuesta de guijarros imaginarios,
dudando de su existencia.
Todo lo engulle el asfalto.
Todo. Hasta los senderos, riscas y cielo.
Hasta las aguas, que turbias,
ya no lavan los ojos, ni los pies del caminante.
Tan solo las manos negras de la avaricia.











domingo, 20 de enero de 2019

Charlatán






      Escoja, escoja señora.
       Tengo de varios tamaños.
           Para el cuello o la cabeza,
              para atarlo a la cintura
                  o anudarlo en la muñeca,
                     y así lucirlos con gracia
                         al llegar la primavera.

Aquí los tengo estampados
y de color tan florado
que parecen desprender
el aroma dibujado.
Cada cual tiene su tono
cargado de sentimiento,
dependiendo de quien mira
o de quien lo luce al viento.

También tengo los de siempre
para aliviar el catarro.
Discretos de por si acaso
hay que enjugar las saladas
disimulando un bordado.
Para lucir en bolsillo,
de la chaqueta elegante
de caballero altanero.
Estos blancos de tres picos
que siempre están bien planchados.

          Señora, compre señora.
     De llevar un buen regalo
no  pierda usted la ocasión.
   Que le cuesta ese detalle,
que le va hacer ilusión.
         Escoja señora, escoja.
   Queda usted como una reina
y con las ganancias yo.








jueves, 17 de enero de 2019

Desnudez






     Por el parque solitario,
una hoja se desliza.
     Merodea solitaria,
empujada por la brisa.


     En nido de golondrina
donde su dueña ha partido,
ocupa cálido alero
el gorrión que busca abrigo.

    El sol tapado por nubes
Y las aceras heladas.
         El griterío está ausente.
    Los abuelos y los nietos
se esconden tras las ventanas.

       La soledad, el silencio,
la desnudez de las ramas,
conforman brillante imagen
por escarcha engalanada.

         Oído de quien escucha.
     Mirada, de aquel que ve
inspirando con el alma,
siente el tacto de la niebla
que acaricia su garganta.
       Palabras con vaho al aire
antes de escribir en folio
lo ya pensado en voz alta.

       Alaridos y gemidos.
            Los gritos del aire frío.
                  El frío….     Que no se calla.



 Fdo. Ojos de Gata.













Condensación


--- Tras el Cristal ---

Un corazón mal dibujado, recordando la adolescencia.
Una frase intrascendente con la punta de la uña, para hacer la letra fina.
Una cabeza de muñeco con el pelo alborotado.
Un sol, una luna, unas manos, una estrella, que se yo.
Toda una vida reflejada en una nube.
Toda la muerte perpetuada en una cruz.
El deseo en unos labios, la tristeza en una lagrima.
La alegría se precipita al abrir el ventanal.
El frío quiere abrazarte y el calor escapa de la habitación.
En unos instantes el vaho se desmorona en gotas que escurren por los cristales y todo queda en nada y hay que volver a cerrar.  Hace frío y los cuerpos a estas edades ya no están para tonterías.









martes, 15 de enero de 2019

Vereda







   Junto a los juncos del río
que abrazan las espadañas
donde los carrizos nacen.

          Allí pegado a la orilla
donde el sauce llorón crece
dejando caer sus ramas
para acariciar el agua.

        Donde la sombra te espera.
    Donde la hierba te acoge
como alfombra de frescura.
     Donde cobra vida el verso
dando sentido al poema.
     Donde el reflejo del agua
hace brillar la mirada.
     Donde el sueño es ilusión
y la realidad quimera.
    Donde el recuerdo es la llaga
y el futuro la frontera.

     Donde el desamor escribe
haciendo llorar la pena.



Imagen de la red

Barbecho






     Miro la tierra reseca
con el arado en mis manos,
con que llegar a su entraña
haciendo surcos que sirvan
para sembrar mis palabras.

     Espero caiga la lluvia
que de vida a la simiente.
   Que reverdezca sus hojas
y haga crecer esos tallos
que sustentaran el fruto.

    Resquebrajado barbecho
que en el ayer fue trigal
envuelto con amapolas.
     Que me dio felicidad
vestido con diadema verde
con sus piedrecitas rojas.

      Y no se me ocurre nada.
   En mis manos no hay semillas
para ofrecer a la tierra.
    Para qué quiero el arado.
       Para qué sirven los surcos
que nunca serán regados.













domingo, 13 de enero de 2019

Correo Certificado




   Suave como el sol de invierno
que acaricia las ramas huérfanas
de los chopos de la alameda.

     Clara como el agua
que entre piedras se desliza
bajando de la montaña.

          Tierno aroma encantado.
    Pan recién cocido en horno de leña
donde el tiempo quedó suspendido
y los recuerdos resisten imperecederos.

          Imagen de contorno sedoso.
    Aura resplandeciente y cálida
que pretende rodear con sus tentáculos.

     Eso os envío envuelto en susurros
que llegarán con el viento de la mañana
a rozar vuestras mejillas.

     Simplemente un pétalo dorado
desprendido de la flor,

que creció en vuestro jardín.




Lejanía




     Como la ceniza que se apaga olvidando el rescoldo de las ascuas
en su recuerdo queda la llama que horas ante lucía en su esplendor
manojos de romero que acompañaban las ramas de encina
crepitar de hojas resecas creando la melodía de la vida.

     Convicción en el desanimo, de la necesidad de rebeldía
necesidad de volver a ser luz y sentir su abrigo
ruego.  Implorando a la brisa que avive la chimenea
que el humo vuelva a brotar de los restos esparcidos.

     Los oídos suplican escuchar armónicas notas
las pupilas, verse reflejando  chispas en el aire
la garganta, aspirar el aroma embriagador
y así las manos, poder empuñar de nuevo la pluma
para versar sentires que  escapen teñidos de hollín

     La única forma de llegar a las alturas
y allí, vestirse de blanco mezclada entre nubes
o en oscuro firmamento, crear una estrella
de color dorado, que cautive el más allá.