martes, 28 de febrero de 2017

Paión y Encuentro 4/10


Miercoles Santo
--- del Silencio ---

lunes, 27 de febrero de 2017

Pasión y Encuentro 3/10

Martes Santo
El perdón...

domingo, 26 de febrero de 2017

Pasión y Encuentro Cuenca 2/10

Lunes Santo Stmo. Cristo de la Vera Cruz

Pasión y Encuentro Cuenca. 1/10

Domingo de Ramos.....


sábado, 25 de febrero de 2017

Coge mi mano





En la inmensidad del cielo.
Entre nubes de colores.
Entonando melodías
de espíritus soñadores.
Reflejos de luz de luna
entre pájaros cantores.


Cogiditos de la mano.
Paseando lentamente.
Entre música y poemas.
Sentados mirando el río
bajo los ojos de un puente.

Pensando que el infinito
une nuestros corazones.
Sabiendo que la distancia
nunca entendió de razones.
Deseando alzar el vuelo
para surcar las estrellas.
Y abrazar el universo
donde no existen fronteras.


Cuando aquí se hace de noche.
Se despierta la mañana
al otro lado del mar
o detrás de una montaña.
Y el sol, es el mismo sol.
Te lleva un beso que envío
con respeto y con cariño.
Siente que cojo tu mano
con la inocencia de un niño.

En la inmensidad del cielo.
Entre nubes de colores.
Entonando melodías
de espíritus soñadores.
Reflejos de luz de luna
entre pájaros cantores.




 De la red








jueves, 23 de febrero de 2017

Apatía





Entre sabanas de seda
me impregnaste de tu olor.
La oscuridad de la noche
en sueños me conquistó.
Lagrimas desesperadas
regaron mi corazón.

Cada vez que me haces daño
vienes pidiendo perdón.
Vuelvo a caer en tus redes
cegado por la ilusión,
De un mañana diferente
a tu lado sin rencor.

Y el pozo se hace más hondo.
La profundidad oscura.
La oscuridad placentera.
La soledad compañía.
La muerte el mayor deseo.
Y el vivir una quimera.

La ventana se durmió.
El amanecer no llega.
El perfume de tu alma
un hedor que desespera.

Ya te demostré mi amor.
Te ofrecí la vida entera.
Sin fuerzas ahora suplico
que se rompa esta cadena.
Quiero quemar la rutina
en las llamas de una hoguera.
Y de nuevo ver la luz.
Seguir subiendo peldaños
sin pensar en la escalera.





jueves, 16 de febrero de 2017

Mi viejo amigo


     Las líneas de un pentagrama
 dibujaron el camino,
 tatuada quedo en mis manos
 la vibración del sonido,
 notas que mi alma besaron,
 jurándome amor eterno
 en sueños la balancearon.
    No siempre correspondidos
 por mi parte en ocasiones,
 pero tranquilo esperaste
 que se calmasen las aguas
 pasando las estaciones,

    Con la partitura abierta
 reclamando mi mirada,
 el teclado descubierto
 solicitando caricias,
 melodías de sirenas
 susurrando en mis oídos,
 alteraciones impropias
 en pentagrama afligido.

   Y al fin regreso a tu lado
 a solicitar cariño,
 con las manos de un anciano
 y la ingenuidad de un niño,
 como ese vals que ahora suena
 amarraditos los dos
 envueltos por el sonido
 del pétalo de una flor.
     Te provoca una sonrisa
 mi fallo en ejecución,
 un gesto de complacencia
 mi desafinada voz,
 y notas improvisadas
 te hacen sentir mi calor.

     Tú, viejo amigo, tantos años
 en un rincón olvidado.
 sabias de mi regreso
 por eso me has esperado.
    Aunque no quisiera verte,
 aun renegando de ti
 siempre estuviste a mi lado.

     Me juraste amor eterno
 y lo has cumplido con creces
 perdona si no te di…
   …el respeto que mereces.








miércoles, 15 de febrero de 2017

Recuerdos




        Paseando por el solitario parque, bajo la tibia lluvia. Carlota, con su mano derecha, sujeta el paraguas que protege del agua su precioso moldeado recién hecho.
Junto a ella, bien pegado, rozando su pantorrilla, Dumbo su amigo fiel, (un dachshund de grandes orejas y cuerpo alargado).
        Ella ya está acostumbrada a ser mirada con una extraña mezcla de pena y asombro por aquellos que se cruzan en su camino.    El tener un ojo de cristal, no le impide darse cuenta de la falta de valentía o tal vez de la prudencia, ante las ganas de preguntar que le ha pasado.
              En su rostro y cuello, aún persisten las cicatrices producidas por el ácido sulfúrico y sus cejas pintadas intentan dar forma a la cuenca de sus ojos, que reposan sobre una nariz desfigurada.
         Recuerdos de un día que jamás podrá olvidar.  Tal vez ese día, que con la intención de quitarle la vida, aquel mal hombre,  hizo renacer en su alma las ganas de luchar, las ganas de vivir.
    Carlota baja la mirada, inclina la cabeza, para mirar a Dumbo.  Camina con desparpajo moviendo su rabito al compás de sus cortas patas y cuando se nota observado alza su carita y ladra pidiendo un cachito de rosquilla, que sabe que Carlota siempre leva en el bolsillo de su abrigo.
      Dumbo, ese amigo fiel, el que cada noche, duerme sobre la alfombra de lana a los pies de su cama, atento a cualquier ruido, para que nada ni nadie perturbe el sueño de su compañera de viaje.
 (Una lágrima de alegría recorre su pómulo izquierdo al recordar aquella mañana).
          Tras varias semanas ingresada, le daban el alta hospitalaria.  
  Era una mañana fría, una casa vacía la esperaba.  En su andar pausado, observaba a una sociedad cambiante ante esa lacra que la consumía.
        Un cambio que llegaba demasiado tarde para ella y muchas otras.
           Un cambio demasiado lento, para esas adolescentes que salían de aquel instituto.
                 Un cambio necesario, para el que nadie, parecía tener prisa.
           En un rincón, agazapado, tiritando, un cachorro de grandes orejas la miraba con ojos tristes.     Se acercó a él, lo acarició, quitó la chaqueta guateada de encima de sus hombros para envolverlo en ella antes de en sus brazos apretarlo contra su pecho y juntos irse a casa.    Ya no estaba vacía. Esas primeras sopas de leche puestas al fuego serían compartidas por los dos.   Era cuestión de supervivencia. Nadie más que ellos podían darse lo que necesitaban. Nadie, solo ellos dos, podían entender lo que sentían.


lunes, 13 de febrero de 2017

Implorando



Callejas de tu ciudad
por donde pasea la virgen
con manto en oro bordado,
bajo palio y entra velas
con su rostro desolado.

Sin identidad se arrastran
los pies de los nazarenos
que a las alturas la elevan.
Engalanados balcones
que a su paso reverencian,
fachadas que en un abrazo
se funden cuando se acerca.

Penitente que detrás
desliza gruesas cadenas,
mejillas bajo un capuz
enjugadas por la pena.
Alza la mirada al cielo
para elevar la plegaria
en la que pide perdón,
y acoge tu desconsuelo
dentro de su corazón.

Incomprendidas mujeres
Madres por naturaleza,
que ven la vida de un hijo
que en pocas horas se aleja.




Regalo para mi amiga:
              Anabel Gil calleja (cuenca)

 









lunes, 6 de febrero de 2017

Sentires



Notas, fotos y  palabras,
se entrelazan entre sí,
frases que musicalizan
imágenes, sentimientos
que en mi infancia percibí.
Lejanas como tambores
a los que un día escribí,
recuerdos de aquellos tiempos
que túnica y capuz vestí,
sensaciones, que ahora lejos,
quiero volver a sentir.

El sonido de la horquilla
golpeando sobre el suelo
cual retumbar de campanas
que van repicando a duelo.
Tintineo de una tulipa
que hace llorar al cristal
entre el silencio de un claustro,
las calles de mi ciudad.

La opacidad de las marchas
que fúnebres al pasar
acompañan a los pasos.
El ronquido de tambores
vestidos de negro luto,
sin bordones adornados.

La tristeza de la noche.
La alegría del nazareno
que erguido bajo los banzos
siente el hombro desgarrarse
al crujir de la madera,
y él más derecho se pone
ocultando el sufrimiento
tras el capuz que lo cubre
y que su mirada encierra.

La satisfacción a gritos
al decir ¡misión cumplida!
cuando de regreso al templo
sueltan por fin las horquillas.

Con un abrazo sentido
el hombre se vuelve niño.
Se desquebraja en un llanto
la temblorosa emoción,
el sudor se queda frió
al poner rodilla al suelo
para rezar la oración.
Hermanos que al otro año
portarán de nuevo el paso
con la misma devoción.