lunes, 17 de octubre de 2022

Lágrimas

 


 

Sobre el tejado empapado

de lágrimas que caen del cielo

recordando otoños pasados.

 

Acurrucada,

 junto al cristal de la buhardilla.

Ahora fuera, no como entonces,

cuando a través de él, juntos,

contemplábamos la lluvia caer.

Tiempo pasado de otoño,

felicidad delirante

en el recuerdo lejano.

 

Los años dejaron sus pasos.

Los torrentes borraron sus huellas

escapando por el canalón.

 

Los ojos miraron al suelo

olvidando al corazón.

 

El amor y las promesas…

Ay las promesas, dónde quedaron.

 

Aquí, empapada.

Por lágrimas que caen del cielo

espero paciente, pendiente,

de la luz de esa buhardilla.

 

 


 

sábado, 15 de octubre de 2022

En la punta de una Estrella

 

Callada.

Dormida.

En la punta de una estrella

me tapé con una nube.

Soñé contigo.

Sentí el tacto de tu pelo.

Mis labios rozaron tu frente.

 Te susurré al oído…

“Te quiero mi vida”.

 

Con mis pestañas acaricié tus mejillas.

En mi aliento, pude sentir tu respiración.

En la palma de mi mano,

junto a tu pecho,

los latidos de tu corazón.

 

Un dibujo.

Una abstracción.

Entre mi mente y la tuya.

 

Después de tanto, aún lo recuerdo.

Tú, jamás lo olvidarás.

 


!MENTIRA!

 


 

      Aquí  leyendo en este blog, en nuestros trabajos, en nuestros hogares, tras una apariencia normal, muchos esconden o escondemos unos pensamientos que nadie conoce.

     Frente a nuestras narices está eso que intentamos no ver y a lo cual nos empeñamos en buscar una explicación cuando ya nada tiene remedio.

               El suicidio, esa palabra que nos aterroriza oír, no es más que una decisión a la desesperada por alcanzar el sueño irrealizable de la ausencia de todo y la plenitud de la nada.   Pero todas las decisiones suicidas tienen detrás un cúmulo de soledades “porque no hay nada peor que sentirse solo, incomprendido e incluso denostado”.

       Nos escudamos en pensar que es una decisión única, propia e intransferible.     ¡Mentira!     Todos ustedes han tenido que tomar decisiones en la vida y piensan que las han tomado libremente pero es    ¡Mentira!    Todas ellas han sido influenciadas por su entorno y oportunidades, por sus emociones, por sus defectos y virtudes, por sus complejos y sus miedos, por el qué dirán o simplemente por rutina.

     Desde la niñez tendemos a normalizar, la apatía, el no querer ir a la escuela, el no querer jugar con otros niños refugiándose en lo abstracto de eso que nadie explica y de lo que nadie pregunta sin mostrar el dedo acusador.

    Lo disfrazamos de rarezas o decimos que el niño o niña son vagos y no quieren hacer las cosas, que ya se pasará la bobada, en vez de poner al descubierto un sufrimiento que se quedará en su interior para toda la vida.

  Sentirse culpable de ser gordito o flacucho, llevar gafas, el color de nuestro pelo o no entender al profesor en sus explicaciones, nos hace distintos y por lo tanto presa fácil para la crueldad.    El objetivo perfecto para demostrar la prepotencia “que no es innata en la infancia, tan solo un reflejo de sus mayores”

         Esos adolescentes que se rebelan contra el mundo, con la única intención de pisotearlo, con la única misión interior de no ser pisados.    La mayoría de complejos de inferioridad desembocan en una acción temeraria contra el resto de individuos incluso contra sí mismo.

       No hay más remedio en esta hipócrita sociedad que normalizar nuestra situación, esconder nuestros miedos, usar el disfraz y seguir adelante con ese papel asignado en la obra de teatro.    Tantas veces representado que la ficción se superpone a la realidad.

     SÍ.  Pero un día se baja el telón.    A solas, sin el disfraz, frente al espejo uno no se reconoce y las ansias de volar dibujan unas alas que nos llevan hasta el vacío desde el séptimo cielo.

        Suerte que era el séptimo, que no había cuerdas, no existían cables ni obstáculos que frenasen la caída y todo acaba sin dar ninguna explicación.

        Otros vieron su intento fallido.  

  Para aquel que sobrevive,  tras ese episodio la sociedad nunca sabrá el grado de frustración que lo abrazará por siempre.

           Para el protagonista, mejor habría sido no saberlo, ahora el deseo de volar ya no es libre. El próximo intento estará  atenazado por el miedo a un nuevo fracaso.


"El mejor paso hacia atrás,

 es el que aún no se ha dado".

 




 

jueves, 13 de octubre de 2022

Miauuuu.

 

Con suavidad te deslizas

por debajo de mi cama,

para trepar lentamente,

acomodarte en mi almohada.

 

Suave pelo, linda boca,

que acaricia mis mejillas

hasta quedarme dormida.

 

Ronroneo susurrante

 que enmudece mis sentidos

cual arroyo avanza lento

abrazándose a la orilla.

 

Me regalas las estrellas

en cada uno de tus besos.

me elevan hasta la luna,

las caricias de tus dedos.

 

A ti mi gatito amado,

que solo tengo en mis sueños.

Pues nunca seré tu dueña.

Porque yo,  ya tengo dueño.


 

Ojos de Gata@2022.

 

 

 

 

Tarjeta 57

 


Tapia de piedra

 


 

Y después de mucho pensar:

       ¿Qué me gustaría ser de mayor?

 

    Me gustaría ser tapia de piedra, pero no por su dureza ni su robustez.

 

   Tapia sorda; para no escuchar a aquellos otros mayores a los que resguardo del viento mientras aprovechan los últimos rayos de sol contando historias inventadas, esas mentiras de juventud, sus proyectos de un mañana que no llegará y la comida en familia con los que les visitaron  que nunca sucedió.

 

        Tapia de piedra ciega al trascurso del tiempo.

   Días y noches, amaneceres y atardeceres sin horizontes al frente ni añoranzas a la espalda, con los ojos cerrados a la  decadencia de un caer inexorablemente piedra tras piedra sin que nadie lo remedie.

 

     Tapia de piedra sin recuerdos de quien puso sobre la tierra aquel primer objeto de desecho extraído de los surcos con el arado.

        Para que recordar a todos aquellos que me hicieron compañía y que ya no están.

          No me importará el saber quiénes dibujaron en mí, corazones de un día y olvidados también al azote de la lluvia y el frio.

 

     Tapia de piedra dormida; frontera enclavada entre la vida y la muerte.

          Al sol, quienes sentados esperan a cruzarme;  a mi sombra quienes reposan dormidos como yo:

      Sordos, ciegos y sin recuerdos.




martes, 11 de octubre de 2022

El Gatillo

 


 

El dedo acariciando la curva del metal.

El frío del cañón, acariciando mi sien.

Un percutor que susurra atendiendo la llamada.

La palma de la mano, sintiendo poderosa,

muñeca y antebrazo, seguros  y convencidos.

 

Noches y noches en vela,

 con los recuerdos de antaño.

Cómo explicar que es volar

al que nunca alzó su vuelo,

creyendo que todo gira 

anclando los pies al suelo.

 

Que difícil explicar la caricia.

 Esa que fluye flotando

 sumida en la suspensión.

Cuando el corazón no late,

el alma está enamorada.

La respiración se pierde

 montada sobre una alfombra

con dirección a la nada.

 

Cada día deambulando

 con el peso de tu cuerpo.

Cada noche renunciando,

 al abrazo de la luna.

Eslabones de cadena

 forjados año tras año

van recogiendo abalorios

que arrastramos de por vida,

unidos por los grilletes

 impuestos desde la cuna.

 



miércoles, 5 de octubre de 2022

Campanas mudas

 


 

     Sin velorio, sin entierro.

No doblaron las campanas.

    En una fosa común

sin ataúd de madera

descansa el cuerpo sin vida

del mendigo, del poeta.

     En una bolsa metido

llevándose de este mundo

aquellas últimas letras

que no pudo recitar,

con la mano temblorosa

extendida hacia la gente

pidiéndoles caridad.

 

    No doblaron las campanas.

No hubo misas, ni sermones.

     Sin familiares al lado

    nadie recordó su nombre.

Nadie lo ha echado de menos.

          Otro ocupa su rincón.

     Otro mendigo que duerme

esperando ese momento

tapado con un cartón.

 

 

Imagen de la red

lunes, 3 de octubre de 2022

Llantos de sirena

 

    Pañuelo  planchado

que  al  cielo  ofreciste

secando   llanto

en  la  noche  azul.

 

    Reflejo  de  luna

sobre  las  mejillas,

por  culpa  de  un  beso

que  me  diste  tú.

 

   Su  luz  escondida

entre  nubarrones.

   Oscuro  camino

de  regreso  al  mar.

 

   Las  olas  esperan

en  calma  sus  manos,

para  entre  sus  brazos

mis  penas  ahogar.




domingo, 2 de octubre de 2022

Calle abajo

 


 

     Lentamente aproximando

mis pasos a tu ventana,

llámalo curiosidad.

    Quise mirar en tu alcoba,

apoyé con suavidad

mi frente sobre el cristal.

 

    Tan solo la oscuridad

tras un visillo calado

se llegaba a imaginar.

    El destello de un espejo

reflejando mi mirada.

     La silueta de una cama,

una rendija en la puerta

que emulando una caricia

dejaba pasar la luz.

 

    Al dilatar mis pupilas,

el brillo de tus cabellos

posados sobre la almohada

me llenan de regocijo.

    Tu alma duerme desnuda

bajo sábana de seda.

    Junto a la blonda bordada

se deja entrever tu mano

con anillo de pedida.

 

     Mis sueños se desbaratan

caminando calle abajo.

    Mi amada, felices sueños

de arco iris dibujando.

     Que yo me llevo la pena

calle abajo,  caminando.